Vista del interior de la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent. Foto: A.SÁIZ

CARLOS ALBIACH | 11.02.2021

“La Iglesia no es ningún museo arqueológico que haya que conservar, sino un jardín abierto. Es la fuente de agua fresca en medio de la plaza del pueblo para que todos puedan beber». Esta frase de San Juan XXIII podría ser el lema o la idea que marca la misión pastoral de la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Torrent, enclavada en el centro de una de las localidades más grandes de la archidiócesis de Valencia. La parroquia madre de esta ciudad de la comarca de L’ Horta es la fuente a la que van a beber numerosas familias y en ella se da una intensa vida parroquial que congrega a un gran número de feligreses que viven su fe desde la catequesis familiar o los juveniles hasta la pastoral familiar, entre otros muchos grupos e iniciativas. Una parroquia que cuida también sus tradiciones y que vela por los más necesitados.

Torrent es una de las localidades más grandes y con más habitantes del área metropolitana de Valencia. Una ciudad que con el paso de los años sigue creciendo pero que en su corazón, en pleno centro, se alza con su imponente campanario la parroquia Asunción de Nuestra Señora. La Asunción, como es conocida entre sus fieles, es una parroquia muy viva y donde viven su fe numerosos fieles, entre ellos un gran número de familias, jóvenes y niños. De hecho, la parroquia nunca para y todos los días de la semana, ya en el templo o en los locales parroquiales, es el turno de algún grupo o realidad de la parroquia. La parroquia fue pionera en la implantación de la catequesis familiar y ofrece la posibilidad de vivir la fe en todas las edades. El niño comienza en la catequesis familiar y continúa con los Juniors, los ‘Juveniles’ y el grupo de jóvenes. Y sin olvidar los grupos de matrimonios, de mayores y toda la realidad de la religiosidad popular. Todo con una perspectiva misionera y de acercar a Dios, desde su casa, a todos los vecinos.

Aunque la pandemia ha obligado a limitar la actividad la parroquia sigue activa y de hecho ha impulsado el área de comunicación con el canal de Youtube, donde se retransmite la misa dominical de las 11.30 h., entre otros contenidos. También con la retransmisión de la misa en valenciano a través de àPunt, que llega a miles de casas.

Tras la Reconquista de Jaime I
La historia de la parroquia arranca tras la Reconquista de Jaime I, puesto que fue una de las primeras parroquias fundadas fuera de la ciudad de Valencia. Los primeros documentos que hablan de su existencia datan del año 1243, pero del primitivo templo donde se reunía la comunidad parroquial no hay información hasta el año 1521, cuando fue incendiado durante la revuelta de las Germanías. Con posterioridad se comenzó la construcción del actual templo, cuya estructura se concluyó a finales del siglo XVI. Si se observa el templo desde el exterior, además de la portada principal hay otra puerta de estilo renacentista que está cegada, conocida como la puerta de la Huerta, que posiblemente fuera el único acceso con que contó el templo hasta que en 1697 se construyó la portada barroca de la Asunción. Durante el siglo XVIII el interior del templo experimentó una intensa barroquización con la finalidad de adaptarlo a los ideales estéticos de la época, por lo que se revistió de retablos.

En 1712 se construyó la Capilla de la Comunión a iniciativa del entonces arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, que impulsó la devoción eucarística y la creación de estas capillas. Situada a los pies de la iglesia, constituye un recinto que si bien es autónomo en planta, configurado por una cruz latina, en la práctica no lo es, ya que no posee entrada propia, pero sí que queda señalada en el exterior por una cúpula. El campanario es de finales del siglo XVI.

Durante la persecución religiosa de 1936 el templo fue devastado y sólo se salvó la Capilla de la Comunión. También se salvó la imagen de la Virgen del Pópul, una talla de madera policromada y único elemento del primitivo templo.

Entre los elementos de gran valor artístico destaca el retablo de las almas, tres lienzos de Juan Ribalta y algunos elementos de orfebrería como el cáliz fundacional o la cruz parroquial, expuestos en el museo parroquial.

Cementerio parroquial
La parroquia cuenta con un cementerio, el único en la localidad y situado a las afueras, donde cómo explica el párroco, Jesús Corbí, se cuida mucho la atención pastoral por parte de la parroquia y que los familiares puedan celebrar las despedidas de su familias con la mayor dignidad posible.

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