❐ CARLOS ALBIACH | 12.05.2022
La archidiócesis de Valencia celebró el pasado domingo 8 de mayo la campaña ‘Valencia Misionera’, la jornada misionera propia de la diócesis dedicada a recordar la importancia de la labor de los misioneros diocesanos valencianos en todo el mundo.
El lema de la campaña de este año es ‘Juntos con la Virgen a la misión’, en una jornada para apoyar la acción de los misioneros, encargados de transmitir la Buena Nueva de Dios y de velar por la dignidad de nuestros hermanos en todo el mundo.
La campaña, que coincide con la fiesta de la Virgen de los Desamparados, busca ayudar a los 225 misioneros valencianos que actualmente anuncian a Jesucristo a lo largo de todo el mundo, especialmente en Sudamérica y África.
Por otro lado, el domingo pasado también se celebró la Jornada de Vocaciones Nativas, también llamada “del Clero Nativo”, que coincide, además, con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
En 2021, la diócesis de Valencia aportó en torno a 202.000 euros, (más de un millón y medio de euros en toda España) principalmente a través de becas de formación que ofrecen, en mayo, a la Virgen de los Desamparados en el tradicional acto de las guirnaldas en la Basílica. Esta ayuda llega a más de siete mil seminaristas en 52 diócesis de 19 países.
PARAULA habla con el delegado diocesano de Misiones, Arturo Javier García, para conocer la realidad misionera de nuestra diócesis.
¿Qué se busca con esta jornada de ‘Valencia Misionera’?
A lo largo del año hay varias jornadas convocadas por Obras Misionales Pontificias: la del Domund, la de Infancia Misionera y la Jornada de las Vocaciones Nativas. En Valencia con ‘Valencia Misionera’ queremos centrarnos en nuestros misioneros, que actualmente son 225, repartidos a lo largo de todo el mundo. Se trata de sacerdotes, religiosos y familias. Entre ellos especialmente están los 22 sacerdotes diocesanos, que son sacerdotes que están prestando un servicio en países que tienen poco clero, que necesitan que enviemos sacerdotes para evangelizar. Igual hay un sacerdote en una parroquia de Ecuador con 40.000 habitantes. Por eso hay mucha necesidad. Estamos por ejemplo también en Chile, en la diócesis de Copiapó, y no hay más de 16 sacerdotes para toda la diócesis.
En esta jornada queremos llamar a nuevos misioneros, puesto que los que hay ya son mayores. Y luego también invitar a rezar por ellos, tienen dificultades, con gente pobre, están solos o no hay una seguridad como la de aquí en España. Y luego también apoyarles económicamente.
No hay que olvidar que tenemos también un compromiso con los vicariatos apostólicos de la selva amazónica del Perú. Lugares que tienen muy pocos sacerdotes y hay muchos pueblos que no tienen. Eso también hace que las sectas evangélicas se aprovechen y ganen terreno.
-Esta Jornada está unida a la fiesta de la Virgen de los Desamparados.
Sí, desde hace unos años coincide con la fiesta de nuestra patrona. Pedimos el amparo de la Virgen María para que los misioneros no estén desamparados y para que nos ayude a colaborar con esos misioneros. Es muy bonito que en esta fiesta nos acordemos de nuestros misioneros, que son los que más desamparados están a lo largo del mundo. También lo destacamos con el lema ‘Juntos con la Virgen a la misión’. Ella además es la reina de las misiones, la que acompaña a los apóstoles en Pentecostés, cuando comienza la misión y la Iglesia. Ella fue la que animó al apóstol Santiago cuando se le apareció para que continuase con la misión.
¿Es importante que los fieles de Valencia conozcan esta realidad?
Por supuesto. Con esta Jornada también queremos que los misioneros se sientan acompañados por su diócesis. Además queremos que haya un despertar misionero en las parroquias, que alguien diga yo también podría ser misionero, si no se acaban los misioneros. Hay zonas con mucha necesidad de conocer el Evangelio y a Jesucristo.
¿Quién puede ser misionero y qué tiene que hacer para ir a la misión?
Principalmente es un sacerdote de la diócesis que se ofrece al obispo para ir a una misión a la que me envíe, por ejemplo a América. También puede ser una familia misionera, que a través de distintas asociaciones y realidades eclesiales, se ofrezca para la misión. Y por supuesto pueden ser laicos, que a través de una asociación de la Conferencia Episcopal, se preparan y forman para la misión.
Para conocer esta vocación también existen las experiencias misioneras que la delegación organiza en verano especialmente para jóvenes y seminaristas.
Es una forma de que conozcan la realidad de la misión y a los misioneros. Es verdad que también nos sirve para que a través de ellos en la diócesis conozcan la labor de ese misionero, ya que lo pueden contar.
También en el Seminario promovemos una experiencia misionera. Siempre con misioneros valencianos a hacer lo que hace un sacerdote diocesano. Hemos ido varios años a Ecuador con Ramón Peris Pla y también a Requena, en Perú, con Juan Oliver.
La experiencia de los jóvenes es muy buena porque ven una pastoral diferente, la fe de las personas que están allí y también ayuda mucho a la gente de allí a perseverar en la fe.
¿ Cuál es la situación de los misioneros valencianos?
Normalmente están bien, ellos reciben una ayuda económica mensual de la diócesis. Pero es verdad que en los sitios en los que están suele haber bastante pobreza. Por ejemplo los que están en Nicaragua o Argentina. En algunos sitios como Venezuela también tienen muchas necesidades.
¿Cómo una parroquia puede ser misionera hoy aquí en Valencia?
Desde la delegación de Misiones también trabajamos para que en todas las parroquias, como quiere el Papa y el Arzobispo, que haya un grupo de misiones, que anime la pastoral misionera de la parroquia. Una forma de animar a que recen por las misiones, que conozcan la realidad de las misiones y puedan organizar diferentes iniciativas para ayudarles económicamente.
A través de la fundación Ad Gentes ayudamos a proyectos concretos de misioneros. Una parroquia, por tanto, puede asumir un proyecto y cuando viene ese misionero a Valencia les visita y les cuenta cómo va y acerca su testimonio. Proyectos desde comedores para niños, coches para los misioneros, locales para catequesis, mejoras en los templos…
¿Podemos decir que España y Valencia concretamente es tierra de misión?
Claro que sí. La misión no solo se ciñe a la misión ‘adgentes’, lugares donde nunca se ha anunciado el Evangelio o no hay sacerdotes. Jesús nos envío al mundo entero a anunciar el Evangelio. Sin embargo, en continentes como Asia o América no hay tantos sacerdotes. Pero por supuesto que hay que anunciar el Evangelio en todos los sitios.