Redacción | 27-03-2013
Francisco y Benedicto XVI mantuvieron su primer encuentro desde la elección del cardenal Bergoglio como nuevo papa. Fue un encuentro privado el pasado sábado en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, donde se encuentra el Papa Emérito desde que entró en vigor su renuncia al ministerio petrino.
Ambos protagonizaron un encuentro sin precedentes: el de un papa y su antecesor en la sede de Pedro. La cita, además de la dimesión histórica que tenía y de una fuerte carga emotiva, supuso un verdadero canto a la humildad, por los gestos de sencillez y de mutua consideración que ambos desarrollaron durante todo el encuentro.
El papa Francisco llegó en helicóptero a Castel Gandolfo. Al aterrizar, él y Benedicto XVI se abrazaron con evidente cariño. Poco después, los dos subieron al apartamento y fueron a la capilla para tener un momento de oración. Benedicto XVI ofreció el puesto de honor al papa Francisco, pero éste dijo “somos hermanos”, arrodillándose en el mismo banco que su predecesor.
Después de la oración, el papa Francisco obsequió a Benedicto XVI con una imagen mariana. “Me han dicho -explicó el Pontífice enseñando el regalo- que se trata de la Virgen de la Humildad.
Permítame decirle algo: cuando me lo dijeron pensé enseguida en usted, en los muchos ejemplos maravillosos de humildad y de ternura que nos ha dado durante su pontificado”. Tras ello, empezó un coloquio privado entre ambos, que se prolongó tres cuartos de hora.
En cuanto al atuendo que llevaban ambos, Benedicto XVI vestía una “sencilla talar blanca, sin banda ni esclavina -según explicó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi-”, que en cambio sí vestía el papa Francisco.
El emotivo encuentro entre el Papa y el Papa Emérito ha podido producirse también, en buena medida, por otro gesto (una importante decisión, más bien) de extraordinaria humildad: la propia renuncia del papa Ratzinger a la sede de Pedro por “el bien de la Iglesia”, como él mismo dijo al anunciarla el pasado 11 de febrero.
El Papa visitará el Jueves Santo una cárcel y celebrará la misa junto a los presos
El papa Francisco visitará el Jueves Santo por la tarde el Casal del Marmo, una cárcel para menores de Roma, y celebrará la misa de ese día junto a los presos. Está previsto que el Santo Padre lave los pies de algunos de los reclusos, al modo en que Jesús hizo lo mismo con sus discípulos durante la Última Cena.
Cuando era arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Bergoglio ya celebraba la misa del Jueves Santo en prisiones u hospitales.
A su vez, Benedicto XVI acudió también a la misma prisión romana, el 18 de marzo de 2007, y celebró la misa en la capilla de la cárcel.
Asimismo, el papa Francisco presidirá la concelebración de la Santa Misa del Crisma el 28 de marzo, Jueves Santo, a las 9:30 h., en la basílica Vaticana. El día 29, Viernes Santo, en la basílica vaticana a las 17 h., oficiará la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y el Rito de la Comunión. A las 21:15 h., en el Coliseo de Roma, presidirá el Vía Crucis, al término del cual dirigirá su palabra a los fieles e impartirá su bendición.
El sábado, presidirá la vigilia pascual desde las 20:30 en la basílica de San Pedro.
El Domingo de Resurrección, a las 10:15 h. en el atrio de San Pedro, celebrará la Santa Misa, al término de la cual, desde la logia central, impartirá su bendición ‘Urbi et Orbi’.