ACI | 20-01-2016
El papa Francisco visitó el pasado domingo la sinagoga de Roma, la más antigua de Europa. Es el tercer pontífice que lo hace después de san Juan Pablo II (hace 30 años) y de Benedicto XVI (en enero de 2010).
En su discurso, Francisco destacó las buenas relaciones de las dos confesiones en los últimos cincuenta años gracias al Concilio Vaticano II y pidió profundizar en “la comprensión recíproca, la confianza mutua y la amistad”.
El Papa también dirigió un recuerdo especial hacia los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto y en particular a los que fueron llevados desde Roma a los campos de concentración.
Francisco recordó las visitas de sus predecesores hacer algunos años y cómo Juan Pablo II acuño la expresión “hermanos mayores” para referirse a los judíos. “En efecto, ustedes son nuestros hermanos y nuestras hermanas mayores en la fe. “Todos los que pertenecemos a una única familia, la familia de Dios, el cual nos acompaña y nos protege como su pueblo”. A continuación, indicó que “deseo que crezcan cada vez más la cercanía, el recíproco conocimiento y la estima entre nuestras dos comunidades de fe”.