Manos Unidas Valencia construye en el Tercer Mundo aulas, aljibes y hospitales Manos Unidas inicia esta semana su 55 campaña bajo el lema ‘Un mundo nuevo, proyecto común’. Todas las colectas del próximo domingo, día 9, se destinarán a los 18 proyectos de cooperación que lleva a cabo en el Tercer Mundo

Eva Alcayde | 30-01-2014
Niños sin escuela, familias sin vivienda, mujeres sin recursos y comunidades rurales sin agua, ni hospital esperan la solidaridad de todos los valencianos, a través de los proyectos que Manos Unidas llevará a cabo este año en países de Amércia, Asia y África.
El próximo viernes, día 7, numerosas parroquias y colegios de la diócesis celebrarán la tradicional ‘Cena del Hambre’, dentro de la campaña de Ayuno Voluntario.
Es un gesto que pretende solidarizarse simbólicamente con los millones de personas que ayunan a diario por ne­cesidad.
Ese mismo día 7, está previsto que el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, celebre una misa, a las 13.00 horas, en la basílica de la Virgen de los Desamparados, donde también se leerá un manifiesto contra el hambre.
El segundo domingo de febrero se celebrará en toda España la Jornada Nacional de Manos Unidas. Con ese motivo, las colectas que se realicen en las parroquias el próximo domingo, dia 9, irá destinada a Manos Unidas, a su misión y a los 18 proyectos de desarrollo en los países más pobres.
Un mundo nuevo, un proyecto común
Bajo el lema ‘Un mundo nuevo, un proyecto común’, Ma­nos Unidas ha presentado esta semana su 55 campaña anual.
Con la colaboración de todos los valencianos este año se financiarán desde la diócesis de Valencia, un total de 18 proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo, que ascienden a un total de 890.990 euros.
Los proyectos, que se realizan siempre por iniciativa de los propios beneficiarios, se encuentran re­partidos por Amé­ri­ca, Asia y África y tienen como objetivo la mejora de la situación social, educativa, sanitaria, agrícola, así como de la mujer, en países el Guatemala, Nicaragua, Perú, Benin, Sudán del Sur, Camerún, Togo, India y Bangladesh.
Para presentar la nueva campaña, delegado de Manos Unidas en Valencia, Eladio Seco, ha invitado este año a Rosalía García Arias, religiosa de las Carmelitas Misioneras Teresianas, que lleva desde diciembre de 1982 trabajando en Paraguay.
Durante este tiempo, la religiosa ha desarrollando varios trabajos pastorales, relacionados con promoción integral de los habitantes de Pirayú, con atención especial a la mujer, construcción de caminos, escuelas, ambulancias, etc.
En 1991 fue destinada a una fundación en Paso Yobai, donde se trabajó en el sistema y red de agua potable en todo el pueblo y en la promoción integral de campesinos e indígenas.
Música solidaria
Para contribuir a la recaudación de fondos, Ma­nos Unidas ha organizado un concierto extraordinario de música que tendrá lugar el próximo 31 de enero, a las 19,30 horas, en la Sala Iturbi del Palau de la Música de Valencia.
La Orquesta de Valencia ofrecerá, bajo la dirección de Yaron Traub, un concierto, con Saleem Abboud Ashkar al piano, en el que se interpretarán varias piezas, como el Concierto Nº 5 para piano y orquesta y la Sinfonía Nº 5 en do menor de Beethoven.
Las entradas para este concierto extraordinario a beneficio de Manos Unidas, se pueden adquirir en la sede de la entidad y en taquillas.
La cantidad obtenida con la venta de las entradas se destinará a financiar el proyecto “Sin agua no hay vida: agua fuente de vida para 12 pueblos de Etiopía”, de abastacimiento de agua.
Las parroquias de Valencia colaborarán en la construcción de una escuela rural en Malawi
Todas las parroquias de la ciudad de Valencia tienen asignado un proyecto común, la construcción de una escuela rural de primaria en Malawi.
El proyecto se realizará en Myengo wa Nthenga, junto al Hospital de las Carmelitas, una zona rural situada a 50 km. de Lilongwe, la capital del país, donde la esperanza de vida es de 44 años.
Los beneficiarios directos del Proyecto son los 320 niños de la zona que asistirán al colegio, y podrán beneficiarse de una educación de calidad. Según Manos Unidas, la escuela empezó a funcionar en el 2001 para dar educación a los niños huérfanos de la hambruna de aquel año. A estos niños se unieron los hijos de
los trabajadores del hospital y de comerciantes y agricultores de la zona. “Estos últimos son muy pobres, con una economía de subsistencia, y pocos o ningún ingreso económico”, señalan fuentes de la Ong católica.
El proyecto prevé la construcción de 2 bloques de 4 aulas con un total de 726 m2, así como un bloque administrativo -con dos despachos, una sala de profesores y dos servicios sanitarios- y una cocina-comedor.
La congregación de las Hermanas Carmelitas colaborará con la construcción de las letrinas y el equipamiento de la escuela, y los padres prepararán el terreno para las obras.
“Con esto se solucionará la falta de infraestructuras educativas de la zona, se conseguirá disminuir el número de alumnos por aula, que actualmente es de 160, y se completará el ciclo de primaria de la escuela actual”, explican desde Manos Unidas.