EVA ALCAYDE | 28-06-2018
Dos de los hombres acogidos en las viviendas de Cáritas. (FOTO: CÁRITAS DIOCESANA)La diócesis de Valencia atiende ya a 40 inmigrantes procedentes del ‘Aquarius’, que han sido acogidos en varios recursos de la Iglesia.
Veinte de ellos, en su mayoría varones muy jóvenes, están acogidos a la Ciudad de la Esperanza, ubicada en Aldaia.
El resto de los inmigrantes, son tres familias con hijos menores a su cargo y 7 varones adultos, en su mayoría procedentes de países del África subsahariana, que se han ubicado en cuatro de las viviendas que Cáritas Diocesana dispone para inmigrantes y refugiados, dentro de su Programa Vivienda.
Desde su llegada a cada uno de los pisos, el personal técnico de Cáritas ha realizado las labores de acogida, facilitándoles ropa, alimentos y los enseres que necesitan.
Del mismo modo, un equipo de personas voluntarias de las Cáritas parroquiales de las zonas en las que están situadas las viviendas se ocupará, durante el tiempo que estén las personas acogidas, de realizar labores de acompañamiento, asesoradas en todo momento por el personal de Cáritas.
Además, otras instituciones especializadas en la acogida a personas refugiadas apoyarán a Cáritas Diocesana durante este tiempo.
Tanto la Ciudad de la Esperanza como las viviendas de Cáritas están perfectamente acondicionadas y preparadas para ofrecer una atención especializada, gracias también al voluntariado de toda la diócesis que está activado en todos los ámbitos, técnicos, sanitarios, traductores, psicólogos y psicoterapeutas, etc.
Además de estas cuatro viviendas que acogen a personas llegadas en la flotilla del Aquarius, Cáritas Diocesana de Valencia tiene otras 28 en la diócesis, en las que se albergan 167 personas, entre ellas, varones inmigrantes en situación administrativa irregular, personas en situación de sin hogar y familias. De ellas, 38 eran solicitantes de asilo. En 2017, del total de las 53.175 personas beneficiarias de la acción de Cáritas en toda la diócesis, el 48 por ciento eran extranjeras.
Colaboración entre las instituciones
El obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, señaló esta semana, durante un encuentro con los medios en la sede de Proyecto Hombre de Valencia, que desde el primer momento “se ha mantenido una relación muy cordial y cercana con las instituciones, especialmente con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, no sólo para que contara con la Iglesia sino para hacerles partícipes de la actitud, que especialmente en una situación tan dramática como ésta, es la de acoger y poner a disposición todos nuestros recursos para los hermanos del Aquarius”.
Ros también subrayó que desde el primer momento las instituciones eran conocedoras de la disposición de la Iglesia para ofrecer otros espacios más amplios.
“Incluso podíamos llegar hasta 200 plazas en lugares de Serra, Torrent y Moncada, disponibles para usarlos inmediatamente”, aseguró el obispo auxiliar.
En concreto, estos lugares ofrecidos a la Administración son la Casa de Ejercicios de Espiritualidad de Serra, un ex convento en Torrent y una parte del Seminario Mayor de Moncada. “Allí se realizan convivencias y hay disponibles 60 camas, con posibilidad de ampliarlas hasta 80, en unas instalaciones perfectamente acondicionadas, por si hiciera falta acoger a los niños”, que finalmente fueron trasladados a Alicante.
Por su parte, el director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, subrayó que “Cáritas siempre ha trabajado, como Iglesia, por las personas migrantes” y las nuevas viviendas “se suman a la trayectoria que realiza la entidad con las personas más vulnerables”. De hecho, actualmente “tenemos 28 viviendas donde acogemos a personas migrantes pero también a personas sin hogar y familias desfavorecidas”.
“La Iglesia se puso a trabajar desde el minuto 0”
La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, que también se encontraba en la sede de Proyecto Hombre, dio las gracias al Arzobispado de Valencia y a Cáritas porque “incluso antes de que existiera la posibilidad de que el barco llegara a Valencia ya advirtieron que podían acoger y se pusieron a trabajar desde el minuto cero”.
Oltra destacó el “gran movimiento de solidaridad y de implicación”, de voluntarios y entidades como Cáritas, que han hecho posible una operación de “acogida ejemplar” que ha situado a Valencia en el mapa mundial de la solidaridad.
“Esta imagen contrasta con la que se ve en otras partes del mundo, donde se separa a los niños de sus padres, donde se deja a los niños llorando en un rincón o se les encierra en una jaula. Frente a este modelo inhumano, que no tiene nada que ver con nuestra tradición humanista y cristiana, se ha puesto el contrapunto de Valencia como una ciudad que acoge y que mantiene los núcleos familiares juntos”, aseguró la vicepresidenta, que ha subrayó también que el factor humano ha estado en primer término durante todo el operativo ‘Aquarius’.
El obispo auxiliar Arturo Ros, el director de Cáritas Diocesana de Valencia Ignacio Grande y la vicepresidenta Mónica Oltra participaron el pasado jueves en una jornada de puertas abiertas celebrada en la sede de Valencia Proyecto Hombre, en la que se dio a conocer la labor de la entidad, así como los programas de prevención y tratamiento que lleva a cabo la Fundación Arzobispo Miguel Roca.