PILAR MELGAR | 07.02.2020
Al término de la misa de la Jornada Mundial para la Vida Consagrada, que tuvo lugar el pasado domingo, día 2, en la Catedral, presida por el cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares, se expuso el Santísimo en el altar mayor para su adoración y veneración. Fue un acto de desagravio por la profanación de la Capilla del Hospital Clínico Universitario, ocurrida unos días antes.
Con un silencio sepulcral, ante cientos de personas, fieles e integrantes de institutos de vida consagrada, institutos seculares y sociedades de vida apostólica que llenaban el templo, se produjo el acto de adoración al Santísimo que, acompañado de oraciones y cantos, duró unos 15 minutos.
Acto en el Clínico
No fue el único acto de desagravio que se celebró en la diócesis de Valencia. En la propia capilla profanada se había celebrado otro el jueves anterior.
“El domingo día de los hechos, finalizada la misa, invité a los hermanos a realizar un acto de reparación, agarré el copón y todo el mundo de rodillas entonamos ‘Cantemos al Amor de los Amores, Dios está aquí, ¡Gloria a Cristo Jesús!’, al tiempo que les di la bendición”. Con estas palabras Julio Badenes, capellán responsable de la Pastoral del Hospital Clínico quiso introducir la oración que se celebró el jueves 30 de enero con sentido de reparación a Cristo Eucaristía tras los hechos acaecidos el domingo 26 de enero, cuando fueron sustraídos del Sagrario un porta-ostensorio, un porta viático y copón con Sagradas Formas.
Acompañaban al capellán tres sacerdotes que colaboran con él en la pastoral del hospital, así como un grupo de hermanas de la Congregación Siervas del Hogar de la Madre, que aportaron cantos eucarísticos durante el tiempo de adoración.
“Al finalizar la misa, los asistentes estaban conmovidos -continuó Julio Badenes- Si quieren podemos buscar por las papeleras, invité a los fieles y fueron dos jóvenes los que localizaron en un confesionario y una papelera los objetos sagrados, pero sin las sagradas formas, que dos señores encontraron posteriormente junto a la Facultad de Medicina”.
“Objetivamente se trata de un acto sacrílego, pero yo me hago la siguiente pregunta: ¿Estas personas quisieron hacer daño, molestar o profanar las sagradas especies?”, añadió Julio Badenes, quién afirmó que, en su opinión, se trató de la fechoría de unos “rateritos” que buscaban el valor del metal de los objetos.
El capellán destacó que “han hecho una cosa muy mal hecha” pero nosotros añadimos que “no saben lo que hacen”, que eso diría el Señor, pues son como nosotros pecadores y a pesar de que “está muy mal lo que han hecho”, tenemos que tener “toda misericordia y perdón” con el pecador.
Sentimientos de perdón
Badenes invitó a los presentes a “orar en reparación por el mal que se ha podido hacer a nuestra fe y sentimientos”. También invitó a “fijar la mirada en Cristo durante la Pasión que fue vituperado, coronado de espinas, despojado de sus vestiduras y colocado en una cruz, y su respuesta fue: ‘Padre perdónales porque no saben lo que hacen’”. Y con estos sentimientos de perdón y reparación se mantuvo la exposición del Santísimo durante 30 minutos en los cuales se rezaron las letanías y se entonaron cantos de adoración.