REDACCIÓN | 28-11-2019
Los fieles cristianos somos los que aportamos lo que buenamente podemos con nuestro tiempo o dinero para financiar a la Iglesia y para que pueda desarrollar toda su labor evangelizadora y asistencial. En el caso del dinero que recibe la Iglesia, las aportaciones directas van desde colectas o donativos y suscripciones, a herencias y legados y, también, la asignación tributaria, lo que llamamos el IRPF.
En contra de lo que pueda parecer, lo que la Iglesia recibe a través del IRPF en la asignación tributaria voluntaria supone en torno al 25% de sus ingresos. El otro 75% procede directamente de las aportaciones directas de los fieles, colectas que se realizan en las parroquias, los donativos, las suscripciones…
Y con el conjunto de sus recursos económicos cada diócesis tiene que sostener 1) todas las acciones pastorales, caritativas, formativas y de promoción social. 2) al clero y a sus ministros, 3) al ejercicio de su apostolado en diversas formas y en distintos ámbitos de la vida pública y 4) mantener el culto y las actividades religiosas (se incluye la conservación de los templos y obras que la Iglesia administra así como el sueldo de los laicos contratados para ayudar en ello).
En este contexto, el Banco de Sabadell (BS) organizó hace una semana en Valencia, el pasado 19 de noviembre, un acto sobre ‘Los nuevos tiempos para la captación de fondos y su comunicación en las Entidades católicas’, con motivo del primer año de implantación de su proyecto Done, un sistema de recogida de donativos que nació con la finalidad de ayudar a facilitar e incrementar los importes recibidos a sus benefactores, Iglesia y otras instituciones y entidades, mediante canales digitales. Al acto asistió el vicario general, Vicente Fontestad, y el gerente del Arzobispado, Antonio Sales, además de sacerdotes, responsables de organizaciones como Cáritas, Ad gentes, y otras entidades como la Biblioteca Solidaria.
Proyecto Done
El proyecto Done nació hace un año con la puesta en marcha de atriles solidarios y continuó con el desarrollo de lampadarios surgidos por iniciativa del rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Jaime Sancho. A éstos dispositivos se ha sumado ahora la hucha solidaria, la aplicación más versátil y trasportable del ecosistema Done, que incluye también una parte destinada al efectivo y otra personalizable en el ángulo de visión de los donantes. Está especialmente concebida para campañas a pie de calle o en actividades con alta presencia de personas.
En la actualidad, los atriles solidarios, que se instalaron por primera vez en la propia Basílica de la Virgen, están ya integrados en una treintena de parroquias valencianas, como resaltó Juan Cubel, director de Instituciones Religiosas del BS, en la Territorial Este.
En el acto, se ofrecieron datos y estadísticas del sistema Done, por parte de Santiago José Portas, director de Instituciones Religiosas en BS, mientras que Juan Uribe, director del Instituto de Fundraising Católico, explicó las distintas acciones y técnicas formativas para mejorar la financiación de las parroquias. Por parte de la diócesis, Luis Agudo, director de ‘Paraula’ y ‘Avan’, detalló desde estos medios la divulgación del nuevo sistema y el gran interés demostrado en los medios de comunicación valencianos con la introducción de estas nuevas tecnologías y su difusión.
En una mesa redonda final, Jaime Sancho, rector de la Real Basílica de los Desamparados de Valencia, explicó cómo funcionan tanto los atriles solidarios como los lampadarios instalados en la Basílica, y también la diversificación para los donativos que permiten estos sistemas. Igualmente adelantó algunos de los proyectos previstos por la Basílica para la introducción de la hucha solidaria. Por su parte, el director para colectivos sociales de la territorial Este del BS, Luis Serra, describió la buena acogida dispensada a esta iniciativa.