C.A. | 21-07-2017
Ludovic, en un momento de la celebración.Ludovic Duchene tiene 45 años y vive con su mujer en Savoie, una región francesa enclavada en los Alpes. A pesar de vivir en Francia ha querido recibir el bautismo en Valencia, ciudad a la que viaja todos los años varias veces para visitar a la madre y los hermanos de su mujer, que viven aquí. El bautismo lo recibió en marzo en la iglesia San Juan del Hospital.
¿Por qué recibir el bautismo ya de adulto? Ludovic cuenta que desde hace varios años tenía ese deseo y sobre todo después de casarse, ahora hace ocho años. Pero además quería que fuese un Valencia: “Me encanta y además veo que cuida mucho sus tradiciones y la Iglesia está muy presente”.
La celebración fue toda “una maravilla para Ludovic. “Me conmovió mucho, esperaba este momento con mucha ilusión y eran tantas las ganas que tenía de bautizarme que la noche de antes no dormí casi”, cuenta. Para prepararse para recibir el sacramento asistió a unos cursillos en verano en la misma iglesia y ya en Francia se preparó con el Catecismo y otro libro.
Para Ludovic recibir el bautismo era importante: “Siempre me he sentido católico pero me sentía que me hacía falta algo, tenía un vacío”. Además, para él la Iglesia es muy importante, ya que como detalla, “Dios ha querido que la Iglesia sea el instrumento que me dé la felicidad y además me enseña a respetar y perdonar a los demás”.
Tras el bautizo reconoce que se siente “más aliviado y sereno”. “Sé que Dios está siempre a mi lado”, añade.
Esta confianza en Dios, tal y como explica, la ve en su día a día: “Ser católico es confiar tu vida a Dios y tener fe me ayuda todos los días a ser mejor con los otros y conmigo mismo”. El último acontecimiento en el que ha visto presente a Dios ha sido el embarazo de su mujer, que está ahora de tres meses.