La realidad acompañada por Cáritas tiene rostro de mujer. Según los últimos datos, Cáritas acompañó en 2021 en España a más de 13.834 mujeres en 28 programas específicos relacionados con la mujer. Una de cada cuatro mujeres atendidas en esos proyectos (3.500) era víctima de violencia o se encontraba en contextos de prostitución. En la diócesis de Valencia, Cáritas acompaña, cada año, a más del doble (74 por ciento en 2021) de mujeres que de hombres.
Por su parte, Manos Unidas apoyó, en el año 2022, 80 proyectos –por un importe cercano a seis millones de euros- que tenían como objetivo garantizar los derechos de las mujeres y la equidad en las comunidades en las que trabaja la ONG. Con el fin de contribuir a acabar con las raíces de la discriminación que sufren las mujeres y para que se reconozca su dignidad y su derecho al desarrollo integral, las mujeres están presentes de manera trasversal en todos los proyectos y estrategias que pone en marcha Manos Unidas.
❐ BELÉN NAVA 09.03.2023
La crisis económica, la pandemia, la pérdida de empleos…han contribuido al aumento en el número de mujeres en situación de sin hogar (20% de mujeres, frente a 80% de hombres). Además, el 64% de las personas acompañadas en los programas de empleo que oferta Cáritas son mujeres. En la diócesis de València, Cáritas acompaña, cada año, a más del doble (74 por ciento en 2021) de mujeres que de hombres. De hecho, casi 5.000 mujeres participaron en los proyectos de formación e inserción social y laboral dirigidos a ellas y a familias en riesgo de exclusión social, así como a mujeres en contexto de prostitución y trata, entre otros.
Entre ellas, según datos de la última memoria de Cáritas Valencia correspondientes a 2021, un total de 1.299 personas fueron atendidas en los proyectos de Infancia, Familia Adolescencia y Mujer de las Cáritas parroquiales, de las que el 63 por ciento eran mujeres o niñas. Igualmente, 97 mujeres recibieron apoyo en el programa de acompañamiento a personas en contexto de prostitución y trata. Igualmente, en el programa de empleo en el territorio, también el 65% de las personas acompañadas fueron mujeres.
De esta manera, se quiere hacer una llamada de atención sobre los retos pendientes para avanzar en el derecho de las mujeres a la igualdad y a una vida libre de todo tipo de violencia. Entre esos aspectos, destaca el actual sistema de bienestar, que hace recaer sobre las mujeres las tareas de los cuidados. A ello se suma que la violencia contra la mujer tiene un impacto mayor en personas en situación de pobreza y exclusión social.
Con el objetivo de visibilizar las múltiples brechas y situaciones de exclusión que sufren las mujeres, Cáritas ha lanzado la iniciativa ‘Ellas somos nosotras’. A través de la voz de nueve mujeres líderes en su sector y comprometidas públicamente con la igualdad de oportunidades, la propuesta pretende dar a conocer a la sociedad la situación de vulnerabilidad que sufren las mujeres a las que Cáritas acompaña y cuyos derechos son vulnerados.
La importancia de la educación
Por su parte, Manos Unidas Valencia denuncia que “es imperdonable que, en un mundo en el que el avance de las tecnologías es imparable, millones de mujeres vean sus posibilidades de desarrollo cercenadas por carecer de conocimientos básicos de lectoescritura”.
“En Manos Unidas sabemos que, para estrechar la enorme brecha de desigualdad que separa, todavía, a hombres y mujeres -fundamentalmente en los países del Sur- es necesario garantizar a las niñas el acceso a una educación de calidad desde edad temprana”, asegura María José Hernando, del departamento de Estudios de la Manos Unidas.
Para Hernando, una mujer formada desde la infancia tendrá más oportunidades de poder manejarse con seguridad en el mundo digital y eso permitirá, además, que cada vez más mujeres se conviertan en agentes de cambio en sus familias, en sus comunidades y en sus países. “Las mujeres y niñas serán, así, más conscientes de sus derechos y podrán reclamarlos para ellas y para otras mujeres de su entorno”, declara.
“Por ello, los proyectos de Manos Unidas se empeñan en dotar a las mujeres y a las niñas de las mismas herramientas que gozan los hombres para poder lidiar con las muchas vulnerabilidades a las que se enfrentan en los países en los que estamos presentes. Y en España trabajamos en la Educación para el Desarrollo para dar a conocer y denunciar las causas de esas desigualdades que condenan al hambre y a la pobreza a millones de niñas y mujeres”, explica Hernando.
Además, “mientras sobre las mujeres y las niñas sigan recayendo la gran mayoría de las tareas del hogar (recogida de agua y de leña, cuidado de las personas, limpieza, trabajo en el huerto y con los animales…) perdurará esa desigualdad en materia de educación”, denuncia Hernando.