REDACCIÓN | 12-12-2013
‘Una sola familia humana, alimentos para todos’ es el lema de la campaña mundial contra el hambre realizada por la Confederación Caritas Internationalis. El objetivo de la iniciativa, que prevé la presentación ante gobiernos del mundo de anteproyectos de ley sobre el derecho a la alimentación, es terminar con el hambre para el 2025.
En el marco de la campaña, además, se abogará también ante las Naciones Unidas para conseguir la realización de una sesión sobre el derecho a la alimentación durante la Asamblea General de 2015.
La campaña se basa en el principio de que cualquier cambio real debe originarse primero y sobre todo en nosotros mismos y en nuestra capacidad de ver el rostro de Jesús en quienes padecen hambre.
En España, Cáritas y Manos Unidas han decidido sumar sus esfuerzos y colaborar de manera fraterna en la puesta en marcha de la misma a nivel nacional.
Asimismo, el papa Francisco ha auspiciado la campaña. En un vídeo-mensaje (puede ser consultado en la página web de PARAULA, www.paraula.org), el Obispo de Roma señala que “es mi intención darle todo mi apoyo”. Asimismo, ha deseado que la iniciativa sea “un rugido capaz de sacudir al mundo”.
El Santo Padre explica, igualmente, que la labor de Cáritas “es el corazón de la misión de la Iglesia y su atención hacia todos aquellos que sufren por ese escándalo del hambre, con el que el Señor se identificó cuando dijo: ‘Tuve hambre y me diste de comer’”.
El sucesor de Pedro advierte también que ante mil millones de personas que todavía sufren hambre hoy “no podemos mirar a otra parte, fingiendo que el problema no exista. Los alimentos que hay a disposición hoy en el mundo bastarían para quitar el hambre a todos”.
Dar voz a los hambrientos
Por ello, Francisco invita a todas las instituciones del mundo, a toda la Iglesia y a cada unos de nosotros mismos, como una sola familia humana “a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, para que esta voz se convierta en un rugido capaz de sacudir al mundo”.
En el mismo mensaje, el Santo Padre finaliza exhortando: “Roguemos al Señor para que nos conceda la gracia de ver un mundo en el que nadie deba morir de hambre”.