L.A. | 10-05-2017
¡Ha sido como un milagro, convocar con sólo seis días y con los pocos medios que teníamos y ver la respuesta tan masiva…!” Asi lo indicaba a PARAULA uno de los organizadores de la multitudinaria manifestación festiva y reivindicativa por la libertad de enseñanza, que el pasado sábado convirtió las calles del centro de Valencia en una marea blanca con más de 40.000 personas luciendo como distintivo el color blanco en sus camisetas.
De la precariedad de medios da idea de que el manifiesto hubo que repetirlo cuatro veces con un megáfono en distintos lugares de la manifestación (Plaza de San Agustín, Plaza del Ayuntamiento, calle Xátiva y delante del instituto Luis Vives) para que pudiera ser escuchado por la mayoría, o que el servicio de orden sólo tuvo como indumentaria los chalecos particulares reflectantes obligatorios del propio coche.
Había sido convocada a las seis de la tarde desde la Plaza Porta de la Mar para concluir en San Agustín. Y desde una hora antes en la Plaza Porta de la Mar ya había cola para participar. Incluso cuando la cabeza de la manifestación llegó al final, la cola no había comenzado a avanzar aún.
Allí estaban familias enteras, muchas con los niños más pequeños en carritos, otras con abuelos; también centenares de profesores y personal de los colegios. Fueron decenas los autobuses que llegaron durante las horas previas procedentes de colegios de Alzira, Carcaixent, entre otras localidades valencianas, pero también desde fuera de la provincia de Valencia, de Alcoi o de Castellón entre otros lugares.
“Muchos de los autobuses venían incluso de colegios que no habían sufrido el recorte de aulas, pero venían en solidaridad con los afectados y para demostrar que no se quedan de brazos cruzados por lo que pueda ocurrir con ellos en el futuro”. Se dió el caso de que un colegio de Cheste de una sola línea y que no tiene Bachiller -por lo que no pueden cerrarle aulas- envió un autobús lleno de familias y alumnos.
“Era una muestra de solidaridad y fue una fiesta de la educación, una auténtica primavera educativa de las familias”.
Con absoluto respeto, sin gritos malsonantes, y por supuesto, sin desórdenes o destrozos de mobiliario urbano, como suele ser habitual en otras manifestaciones, a pesar de su fuerte tono reivindicativo, los manifestantes recorrieron de forma ejemplar, cívica y pacífica la ruta prevista por los convocantes.
Ante las pretensiones algunos portavoces del tripartito de situar esta manifestación como una oposición a la enseñanza pública, “nada más lejos de la realidad”, ha señalado a PARAULA Vicente Morro, presidente de FCAPA.
Así, entre los gritos más coreados estuvo el “Pública sí, concertada también” porque “desde el primer momento hemos defendido el sector educativo en las dos formas, el padre que quiere elegir pública, tiene todo el derecho; y el padre que quiere la concertada, también”.
La segunda manifestación, por twitter
Al día siguiente de esa gran “fiesta de la educación”, tuvo lugar “la segunda manifestación”, a traves de Twitter. Se habían propuesto como objetivo -y lo consiguieron- que el hastag “libertad de enseñanza 27.1” (en referencia al artículo de la Constitución que la ampara) fuera trending topic en la Comunidad Valenciana.
Los mensajes más retuiteados fueron los de libertad de enseñanza, y fue segundo trending topic en España, algo que teniendo en cuenta que era Día de la madre y que había futbol fue una “demostración de que la gente quiere defender sus derechos”.
Al presidente Ximo Puig le entregaron el manifiesto de la concentración el lunes por la tarde cuando le abordaron en un acto público que tenía en Valencia, porque sigue sin recibir a los convocantes.
Ahora comienza el plazo de alegaciones, aunque la “mayor alegación” fue esa demostración, sin descartar que pueda ser necesario otras movilizaciones si continua la cerazón. El año pasado con el arreglo escolar redujeron a la mitad los cierres de aulas, ahora habrá que ver cuales son esas alegaciones.
Hasta el momento, 25 son los colegios concertados que se verán afectados por el cierre de aulas, en total 31 aulas serán suprimidas. Ahora se abre el plazo de alegaciones , pero todavía hay colegios que están recibiendo a esta hora respuesta oficial sobre las aulas que tienen que suprimir, “con lo que la forma de proceder de la administracuión autonómica es muy incorrecta porque genera una enorme angustia”, ha señalado el presidente de FCAPA Valencia, una de las entidades convocantes junto con la Federación de Enseñanza de USO y Plataforma Libertad de Enseñanza 27.1.
GRACIAS
Mis queridos amigos que el sábado pasado participasteis en la manifestación en favor del derecho a la educación: os felicito a todos y os doy las gracias porque reclamabais algo muy justo como es la libertad de enseñanza; padres, familias, alumnos, profesores, colegios instituciones, organizaciones sindicales unidos para reclamar algo que es un derecho inalienable que ningún poder público os puede arrebatar ni debilitar. Ese es el camino: que se oiga en justicia la voz que no puede ser ahogada para reclamar lo que es vuestro, y así lo reconoce nuestra Constitución. Al defender la libertad de enseñanza para todos, la escuela estatal o pública y la escuela concertada o de iniciativa social estáis defendiendo a la sociedad misma, y el futuro de esta sociedad. No ibais contra nadie sino solo a favor del hombre y de una humanidad con futuro, que depende de una educación para todos de calidad y con identidad conforme a las propias convicciones. ¡Gracias de todo corazón y os felicito! No bajéis la guardia en la defensa de derechos y libertades, como son: los de enseñanza, de libertad religiosa y de conciencia, de la familia … Disteis una lección de democracia, de racionalidad y de responsabilidad ciudadana.,
Antonio Cañizares Llavera
Arzobispo de Valencia

Por la libertad de enseñanza Una vez más, la sociedad valenciana sale a las calles y plazas a defender sus derechos y libertades. Y lo hace dando una lección de civismo, una lección de respeto, una lección de democracia. La libertad se defiende ejerciéndola, y eso estamos haciendo hoy. Estamos aquí para seguir defendiendo, contra viento y marea, contra cualquier imposición, la libertad de enseñanza. La Consellería de Educación pretende, entre otros recortes como en Educación Infantil, cerrar 31 clases de 1º de Bachiller en toda la Comunitat Valenciana. Esto supone impedir a más de mil alumnos la continuidad el próximo curso 2017-2018 en sus propios centros. Son centros con acreditada y reiterada demanda social, y en los que también peligran los puestos de trabajo del profesorado y del personal de administración y servicios. Estos recortes suponen la restricción de un Derecho fundamental, reconocido en el artículo 27 de nuestra Constitución: la libertad de enseñanza. Señor Conseller, los conciertos en educación posobligatoria no son una anomalía, son un avance social, un beneficio que no estamos dispuestos a perder. No vamos a permitir recortes en nuestros derechos y libertades. Los padres, como ciudadanos que sostenemos con nuestros impuestos tanto a la red pública como a la concertada y, especialmente, como primeros responsables de la educación de nuestros hijos, tenemos derecho a que éstos reciban una educación de calidad, a escoger libremente el centro al que queremos confiar su educación, y a que ésta esté de acuerdo con nuestras propias convicciones ya sean religiosas, morales, pedagógicas o filosóficas. Señor President, Señora Vicepresidenta, Señor Conseller: en materia de educación nada puede hacerse sin las familias. Más aún, nada puede hacerse contra las familias. No tienen Vds. derecho a trastornar la vida de miles de familias, tanto las de los alumnos como las de los docentes y demás trabajadores de la educación. No tienen Vds. derecho a sacar a nuestros hijos de sus colegios, ni a jugar con su futuro para satisfacer proyectos ideológicos y programas políticos. No queremos ninguna imposición: ni de lengua, ni de distrito escolar, ni de ideología de género, ni de un modelo educativo único y uniforme. Contra toda imposición, exigimos libertad de educación. Las familias tenemos derecho a la libre elección del modelo educativo y pedagógico y del centro escolar que deseamos para nuestros hijos. No queremos una escuela única. Queremos una escuela plural y en libertad. Queremos una escuela y una Administración educativa que respeten su deber de neutralidad ideológica. Exigimos una Administración educativa que respete la complementariedad de las dos redes, pública y concertada, en igualdad de condiciones y de financiación. La educación concertada no es residual ni subsidiaria, Señor Marzà. Lo ha reiterado hace poco el Tribunal Supremo, y se lo dijo a Vd. expresamente el Síndic de Greuges, el 22 de noviembre de 2016: tiene que desterrar el criterio de subsidiaridad de la enseñanza privado-concertada respecto a la escuela pública; tiene que tener en consideración el derecho de las familias a la elección de centro, ya sea éste privado-concertado o público sin que pueda prevalecer el criterio, para la supresión de unidades en la enseñanza concertada, de la suficiencia de plazas en la enseñanza pública. No somos números, detrás de cada plaza escolar que elimina hay un alumno, una familia, una historia personal, unos amigos, unos profesores y unos sueños que cumplir. No a las imposiciones, sí al diálogo. No a los recortes, sí a los derechos. Con esta manifestación no acaba nada. Que quede bien claro: vamos a seguir luchando por la libertad de enseñanza. Libertad, libertad, libertad.