L.B. | 29.10.2020
Durante la pandemia por la covid-19 estamos teniendo muy presentes a médicos, sanitarios, farmacéuticos y a tantas y tantas personas que han trabajado denodadamente por cuidar a los enfermos y acompañarles en el momento de su muerte, incluso poniendo su vida en peligro. En este tiempo, también están teniendo un papel fundamental los funerarios, que han tenido que hacer frente a un considerable aumento de su ritmo de trabajo exponiéndose también a un posible contagio.
Sin duda, uno de los momentos más dolorosos para una persona es cuando pierde a un familiar. Especialmente difíciles están siendo las muertes durante esta pandemia, al no poder acompañar a los familiares enfermos en sus últimos momentos ni despedirse de ellos en la mayoría de los casos.
Es también el momento de tomar decisiones y realizar gestiones que no pueden demorarse. ¿Y qué debo hacer ahora? ¿Cómo organizo el entierro? ¿Y el funeral? ¿Qué gestiones he de realizar? Es una situación para la que normalmente no estamos preparados y que muchas veces nos supera. Y aquí es fundamental el trabajo de los funerarios, profesionales que ayudan a organizar todas las gestiones. Y esa es la labor que Omar Tortosa desempeña en la funeraria del mismo nombre, en Manises.
Durante estos meses, Omar ha visto cómo aumentaba el número de fallecidos a los que la funeraria tenía que atender. Detrás de cada muerto, había una tragedia familiar, el sufrimiento de muchas personas. “Somos una empresa familiar y quizás por eso, nos sentimos más implicados con las familias de los fallecidos que otras funerarias más grandes”, reflexiona. “Nuestro objetivo es apoyar a las familias tanto con el entierro y demás gestiones, como ayudándoles a superar el duelo. Nos gusta, si podemos, llevarles una palabra de consuelo y rezar con ellos”, explica Omar. A ello posiblemente le anime su fe, que vive en la parroquia Santo Domingo Savio, de Valencia.
Atención a inmigrantes
Omar Tortosa se introdujo en el mundo de las funerarias como enterrador en el Cementerio Municipal de Valencia, y posteriormente se especializó en preparar a los difuntos para el entierro, vistiéndolos y maquillándolos. Después de 15 años, decidió montar su propia empresa “porque veo que es importante el poder prestar servicios a gente necesitada. Especialmente ahora, que vamos cara a una crisis muy importante”.
De hecho, la funeraria Omar Tortosa presta servicios muy económicos para gente que realmente no puede pagar los gastos de un sepelio. En estos casos, ha de haber un asistente social que acredite que, efectivamente, esa familia carece de recursos o son mínimos. “Por supuesto, tratamos al difunto con la mayor dignidad y con todo el respeto que se merece y no carece de ningún detalle. Sabemos que esa persona ha sentido, ha querido, ha sufrido…, como cualquiera”, subraya. Normalmente a este servicio acceden los inmigrantes, mayoritariamente.
También con respecto a los inmigrantes, al estar en Manises, muy cerca del aeropuerto, la funeraria de Omar tiene mayor facilidad para realizar las repatriaciones, trámite en el que podríamos decir que se han especializado.
Por otra parte, Omar trabaja con bastantes comunidades religiosas. “Acudimos a los monasterios o conventos cuando fallece algún religioso. Además de preparar al difunto, montamos también velatorios o ‘tanatorios a domicilio’ para que la comunidad pueda velarle”, explica Tortosa. El funerario destaca que en estos casos utilizan ataúdes muy sencillos y austeros, con sólo una cruz y una ‘M’ de madera maciza, iguales al de san Juan Pablo II.
Este sábado 31 de octubre Funeraria Omar Tortosa entregará 500 rosas a quienes acudan a su local para que “cada familia pueda depositarla en la tumba de su ser querido o para que puedan rezar por él en casa”.