CARLOS ALBIACH | 11-06-2014
Cada hora una hermana reemplaza a otra para seguir con la oración continua.
Este domingo, 15 de junio, la Iglesia ha celebrado la Jornada Pro Orantibus. Un día dedicado a orar por las personas consagradas contemplativas y una ocasión “para dar gracias a Dios por esta forma de consagración, para expresar nuestra estima y para dar a conocer esta vocación tan necesaria y hermosa en la Iglesia y para la vida del mundo”, indica la Conferencia Episcopal Española en su mensaje publicado con ocasión de esta jornada.
El lema de este año, ‘Evangelizamos orando’, está en sintonía con el impulso evangelizador del papa Francisco en la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’ y remite a lo esencial de la vida contemplativa que es la oración.
A escasos metros del Seminario Mayor de Moncada un pequeño campanario con una cruz recuerda que el monasterio de las Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote no para. Y es que, a pesar de la tranquilidad y el silencio que reinan en su interior, la oración no cesa. Las Oblatas, fieles a su carisma, rezan continuamente por la santificación de los sacerdotes. Una plegaria que se mantiene día y noche gracias a los turnos que hacen las 17 religiosas que viven allí. Sea la hora que sea, una de ellas eleva delante del Sagrario su oración por ellos.