La diócesis de Valencia cuenta ya con dos nuevos santos: San Francisco Pinazo y San Carmelo Bolta. Así fueron proclamados en la canonización que tuvo lugar el pasado domingo 20 de octubre en la plaza de San Pedro presidida por el papa Francisco. Testigos de este momento histórico fueron los cerca de 300 peregrinos procedentes de la diócesis de Valencia, que participaron en la canonización encabezados por al arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent. 

CARLOS ALBIACH | AMPARO CASTELLANO | 24.10.2024

La canonización de Francisco Pinazo y Carmelo Bolta ha sido un hito importante en la historia de la archidiócesis de Valencia. Su vida, como decía el Papa Francisco días antes de la canonización, “es un claro testimonio de la acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia”.

En la celebración el papa Francisco recordó el testimonio de los mártires canonizados, a los que, según sus palabras, hay que recordar bajo la luz “del servicio que refleja el amor de Dios”:  “A lo largo de la agitada historia de la humanidad, ellos fueron siervos fieles, hombres y mujeres que sirvieron en el martirio y en la alegría”. También en el rezo del Ángelus posterior a la eucaristía de la canonización recordó a los nuevos santos en el marco de la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones: “los nuevos santos nos enseñan que todo cristiano está llamado a participar en esta misión universal con su propio testimonio evangélico en todos los ambientes”. 

El momento culmen de la canonización fue cuando el Santo Padre pronunció la fórmula de canonización en latín: “En honor a la Santísima Trinidad, para exaltación de la fe católica y crecimiento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocando muchas veces la ayuda divina y oído el parecer de numerosos hermanos en el episcopado, declaramos y definimos santos a los beatos Carmelo Bolta, Francisco Pinazo (y los otros beatos martirizados en Damasco: Manuel Ruiz, Juan S. Fernández, Nicanor Ascanio, Nicolás M. Alberca y Torres, Pedro Nolasco Soler y  Engelberto Kolland; así como tres fieles laicos que también fueron mártires en el mismo lugar: Francisco, Mooti y Rafaele Massabki. Además, en la misma celebración fueron canonizados José Allamano, Marie-Léonie Paradis y Elena Guerra)  los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los Santos.  En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”

Tras esta proclamación se cantó el Aleluya y se incensaron las reliquias presentes en la celebración. Antes, se cantaron las letanías de los santos y el Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, junto a los postuladores, realizó la petición de que fueran proclamados santos de la Iglesia católica. 

PEREGRINOS VALENCIANOS

Entre los fieles presentes en la plaza de San Pedro se pudieron ver a cerca de 300 peregrinos valencianos. Todos ellos, con banderas, pancartas y enseñas de los nuevos santos, vivieron con emoción y alegría toda la celebración. Fue la segunda más numerosa de las que se encontraban en la Plaza de San Pedro.

Los peregrinos procedían de Real de Gandia, localidad natal de San Carmelo Bolta, que peregrinaron junto al párroco, Rubén Cortell, el alcalde de la localidad, Gustavo Mascarell y concejales de la corporación municipal. 

También se encontraban presentes algunos descendientes de San Carmelo Bolta, como el padre Gonzalo Carbó Bolta, del Instituto Cooperatores Veritatis, que acudieron con un buen número de niños. Roser y Gonçal, reconocían emocionados instantes antes de comenzar la celebración que eran sobrinos nietos de sexta generación. Con cariño recordaban que San Carmelo Bolta “nos ha acompañado en los diferentes momentos de la vida de la familia, tanto en la alegría como en los sufrimientos”.  “Nos hemos sentido acompañados por él mucho y estamos contentos de participar en la canonización con nuestros hijos”, apuntaban. Asimismo, reconocían que en “el ADN de Real de Gandía estaba el nuevo santo, ya que de generación en generación se ha transmitido mucho amor a él”.  

Por otra parte, hubo un nutrido grupo de peregrinos de Alpuente, en cuya aldea del Chopo nació San Francisco Pinazo. Entre ellos se encontraba el sacerdote Bernabé Pérez, natural de esta localidad, que visiblemente emocionado destacaba “que era un momento histórico para nuestro pueblo”. “Es un día para dar muchas gracias, estar contento, porque aclamar a un santo de nuestro pueblo hace que se enriquezca su historia”. Junto a los peregrinos se encontraba el párroco, Renato Amorim y la alcaldesa, Itzíar Méndez. Precisamente la alcaldesa mostró su alegría de poder participar en Roma: “personalmente es un sueño disfrutar de un momento como este. Los vecinos de Alpuente están emocionados y muy contentos. En el futuro próximo tenemos que poner en valor esta figura, musealizar su ermita y que nuestro pueblo pueda ser un punto de peregrinación donde recibiremos a todos con los brazos abiertos”. 

Además estuvieron presentes feligreses de la parroquia dedicada a Francisco Pinazo en la ciudad de Valencia. Su párroco, Francisco Llopis, calificó la celebración como un “momento inenarrable, un regalo que Dios hace a una parroquia humilde y pobre, como era Francisco Pinazo”.  

El Arzobispo estuvo acompañado, además de por los párrocos de las localidades de origen de los santos, por Francisco Revert, Vicario Episcopal Vicaría VIII; Fernando Ramón, Vicario Episcopal Vicaría V; Ramón Fita, delegado diocesano para las Causas de los Santos y el sacerdote Jesús Cervera, natural de Benaguasil, cuya parroquia tiene el campamento de los Juniors en la aldea natal de Francisco Pinazo, El Chopo. 

En representación de la Generalitat Valenciana estuvo presente Salomé Pradas Ten, Consellera de Justicia e Interior.

RECEPCIÓN EN LA EMBAJADA

En la tarde anterior a la canonización, el Arzobispo Mons. Enrique Benavent asistió a la recepción oficial que ofreció la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, en la sede de la Embajada, el Palacio de España, a la que asistió una amplia representación institucional y eclesiástica, en la que participó el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. En la parte eclesiástica, además del Arzobispo de Valencia, estuvieron presentes el presidente de la Conferencia Episcopal Española, mons. Luis Argüello; el Cardenal Juan José Omella y varios obispos españoles, así como una representación de la orden franciscana a la que pertenecieron los mártires, ahora santos, y los postuladores de la Santa Sede. El Arzobispo de Valencia acudió al acto acompañado  por el Delegado de las Causas de los Santos, Ramón Fita, el Rector de la Iglesia española de Montserrat, Juan José Brosel y el vicario episcopal Fernando Ramón.

Misa de acción de gracias en Roma

El lunes posterior se celebró una misa de acción de gracias por la canonización de los mártires de Damasco en la Basílica de San Antonio de Padua de Roma, que fue presidida por el Patriarca de Jerusalén de los Latinos, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, que destacó que los mártires “dieron su sangre por Jesús, no por heroísmo, sino por amor”. “No es la expresión de un deseo de muerte, sino de una elección que expresa un amor profundo y una lealtad suprema a lo que está más cerca de nuestro corazón”, añadió. En esta celebración también estuvo presente el Custodio de Tierra Santa, el padre Francesco Patton y el arzobispo de Valencia junto a sacerdotes y fieles valencianos. 

Misa DE ACCIÓN DE GRACIAS en Valencia

También la diócesis de Valencia celebrará una misa de acción de gracias por los dos nuevos santos en la Catedral de Valencia el sábado 9 de noviembre a las 12 h, presidida por el Arzobispo. Con motivo de la canonización en la Seo valentina se han instalado unas lonas con la misma imagen del tapiz de los mártires de Damasco que colgó durante la celebración en la fachada de la basílica de San Pedro. z