Eva Alcayde | 17-04-2013
“Yo viví en la época de don Marcelino y sé que hizo mucho bien por Valencia antes y después de la riada”, explica a PARAULA José Ramón, que decidió donar la pieza “al conocer que se iniciaba su proceso de canonización”.
La donación tuvo lugar en el transcurso de una misa, presidida por el arzobispo monseñor Carlos Osoro el pasado sábado por la tarde en la parroquia del donante, San Miguel y San Sebastián de Valencia. El párroco, Juan Andrés Talens, leyó públicamente el documento de donación, en que se explica cómo obtuvo la tía del actual donante el anillo de monseñor Olaechea.
Historia de un anillo
En 1957 el matrimonio valenciano formado por Joaquín Muñoz y Josefa Murgadas pujó por el anillo episcopal de monseñor Olaechea en una subasta que se efectuó en Radio Juventud de Murcia, en favor de los damnificados por la riada y, aunque llegaron a ofrecer un millón de pesetas, no pudieron conseguirlo.
Meses después, y “gracias a la mediación de periodistas de Radio Valencia”, el matrimonio adquirió “por esa misma cantidad de un millón de pesetas el anillo episcopal con el que el prelado había sustituido provisionalmente al otro subastado”.
En esta ocasión, era de hierro estañado u hojalata y llevaba grabada la fecha de la riada de Valencia (14 de octubre de 1957). El matrimonio entregó el dinero a monseñor Olaechea, “que también lo donó por entero a los damnificados”, según el sobrino de los propietarios.
Cuando Josefa Murgadas falleció, viuda y sin hijos, dejó como único heredero a su hermano Joaquín Murgadas Estellés, padre del actual poseedor del anillo, José Ramón Murgadas.
“Mi padre lo guardó con cariño y cómo éramos cuatro hermanos y todos queríamos ese anillo, hizo un sorteo y me tocó a mí”, explica José Ramón, que lo ha conservado durante 56 años y ha decidido ahora donarlo al Arzobispado para que “vuelva de nuevo a don Marcelino Olaechea”.
“Fue un pastor que marcó el camino cuando los valencianos vivían el sufrimiento”
Durante su homilía en la parroquia San Miguel y San Sebastián de Valencia, el Arzobispo destacó que con el gesto de “donar su anillo y hacerse otro de hojalata de escaso valor, monseñor Olaechea marcó la dirección de solidarizarse con todos aquellos que estaban sufriendo haciendo ver también que quería estar como lo estaba pasando la gente”.
Monseñor Osoro señaló que “recogemos este anillo en un momento en el que también mucha gente está pasando muchas dificultades pero a la vez nos encontramos con personas extraordinarias que como don Marcelino se preocupan de lo más necesitados”. Igualmente, el prelado recordó que “don Marcelino como buen pastor marcó el camino en un momento en el que los valencianos vivían una situación de sufrimiento”.