❐ REDACCIÓN | 15.09.2022
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, inauguró la Gran Misión Diocesana desde la localidad valenciana de Utiel, en donde presidió una misa en honor de la Virgen del Remedio. Durante la celebración, que tuvo lugar el pasado jueves 8, anunció esta gran acción evangelizadora que emprende toda la diócesis, coincidiendo con el Año Jubilar Mariano por el centenario de la coronación de la Virgen de los Desamparados.
Esta misión popular diocesana tiene como fin impulsar iniciativas de renovación pastoral en toda la diócesis “que despierten y espabilen a todos los cristianos”, según manifestaba el Arzobispo en la apertura del Año Jubilar Mariano el pasado mes de mayo.
Precisamente, la misión arrancó el pasado jueves 8, día en el que la Iglesia universal celebraba la festividad del Nacimiento de María. Y su objetivo es el anuncio del Evangelio, según afirma el vicario episcopal Jesus Corbí, coordinador de esta Gran Misión Diocesana.
Todas las parroquias de la diócesis se unieron a la convocatoria con oraciones para pedir “fuerza y luz” para este tiempo de gracia y anuncio del Evangelio, expresa Jesús Corbí.
La misión estará precedida por “un tiempo de oración, durante el mes de septiembre, para pedir a Dios por los frutos de esta convocatoria” y en el mes de octubre “se llamará a todos los que van a ser misioneros y se les preparará para ello”.
Llamados a ser misioneros
En la Gran Misión Diocesana están llamados a ser misioneros los agentes de pastoral de las parroquias, catequistas, el Seminario y congregaciones religiosas, movimientos, colegios, universidades, asociaciones de fieles, culturales y voluntarios.
A los misioneros se les ofrecerá la preparación adecuada para que puedan hacer la invitación, acompañar al grupo y hacer el anuncio, para ser enviados a recorrer las calles, con el “reclamo” de la Mare de Déu que acompañará toda la acción.
Según explica el vicario general de la Archidiócesis, Vicente Fontestad, la Misión Diocesana tendrá como eje fundamental tres catequesis, que se impartirán en enero y febrero de 2023. Estarán centradas en el ‘kerigma’ y en las ideas ‘Dios Padre te ama’, ‘Jesucristo, el Hijo de Dios, te salva’ y ‘el Espíritu Santo te hace comprender estas dos verdades’.
A quién se dirige
“Todos somos los agentes y destinatarios de la misión, porque todo bautizado es discípulo y misionero”, según enseña el papa Francisco.
Los destinatarios de este anuncio son todos. “Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación” (Mc 16,15). Así, se aprovechará todos los ámbitos para “acercarnos y hacer la invitación: a todos los que se acercan a pedir sacramentos y que en su mayoría son alejados (novios, padres que piden el bautismo para sus hijos o la primera comunión), grupos de jóvenes que necesitan ser evangelizados y que pueden ser misioneros también para otros enfermos y sus familias.
En ese sentido, la misión va dirigida a cofradías y hermandades, asociaciones de vecinos o culturales, fallas, colegios, claustros de profesores, asociaciones de padres, usuarios de Cáritas, internos de la cárcel, residencias de ancianos y hospitales, tanatorios y cementerios, movimientos y grupos cristianos que también se pueden haber enfriado en la fe, y, particularmente, todos los que nos encontremos “en los cruces de los caminos” (Mt 22,9) de la vida, los caminos del dolor, la soledad, el sufrimiento”.
El método para la misión va a ser la invitación personal, de tú a tú, para encontrarse con el Señor a través de la Virgen. Por eso se necesitarán “misioneros” que se preparen para visitar, invitar y acompañar a otros.