L.B. | 15-07-2016
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, viajó a la ciudad italiana de Saluzzo, para participar en un encuentro internacional de las Comunidades del Cenáculo, grupos terapéuticos de sanación que tratan de recuperar, a través de la oración, la vida evangélica en fraternidad y el trabajo, a jóvenes con problemas de adicciones, familiares, psicológicos, o de falta de sentido en sus vidas o simplemente discernir su camino en la vida.
En el encuentro, denominado ‘Fiesta de la vida’, que se celebró del 7 al 10 de julio, participaron familias de jóvenes valencianos que se encuentran actualmente residiendo en comunidades del Cenáculo fuera de España.
Abrir casa en Valencia
Con el objetivo de conocer más de cerca la Comunidad del Cenáculo e invitarles a que vengan a Valencia para promover comunidades de este tipo en la diócesis, viajaron junto con don Antonio tres sacerdotes valencianos, Ramón Martín, párroco de Nuestra Señora del Lluch de Alzira; Álvaro Almenar, de San Juan de la Ribera, de Valencia; y el Cooperador de la Verdad y párroco de Santiago Apóstol de Valencia, Vicente Carrascosa.
“El Cardenal no pudo estar en todo el encuentro, pero quiso asistir el miércoles por la tarde y jueves por la mañana para conocer más a fondo a la Comunidad y para que, con su presencia, la Comunidad del Cenáculo tuviera la certeza de que don Antonio quiere que vengan a Valencia para abrir dos casas: una para chicos y otra para chicas”, explica Álvaro Almenar.
“Está previsto que en septiembre haya un encuentro en Valencia con chicos y sacerdotes de aquí y algunos de los sacerdotes del Cenáculo para empezar a trabajar, puesto que abrir una casa no es fácil”, añade. “Su presencia es importante, pero para abrir una nueva casa donde atender a los jóvenes hace falta que haya seis o siete voluntarios que ya hayan pasado por el proceso de terapia, se hayan curado y quieran colaborar encargándose ellos de la asistencia de otros jóvenes que lo necesiten, así como un grupo de sacerdotes que les acompañe”, matiza Almenar.
Presencia valenciana
La ‘Fiesta de la Vida’, que tiene lugar una vez al año en la Casa Madre de la Comunidad del Cenáculo, pretende ser una acción de gracias y alabanza a Dios por la recuperación de tantos jóvenes. En esta edición contó con la participación de cerca de 10.000 personas, entre jóvenes, padres, familias, religiosos y sacerdotes, procedentes de las casas de distintas comunidades y de distintos países de Europa, América y África.
Los asistentes al festival pudieron escuchar los testimonios de algunos de los jóvenes que están siendo atendidos por el Cenáculo, rezar el Rosario, escuchar catequesis y asistir a un musical sobre la misericordia interpretado por los propios jóvenes.
El cardenal Cañizares presidió la eucaristía a todos los jóvenes asistentes tanto el miércoles como el jueves. Y antes de marcharse, saludó a las familias valencianas que habían acudido a la localidad italiana. Igualmente, “la docena de jóvenes valencianos que están siendo atendidos por la Comunidad y que asistieron al encuentro saludaron a don Antonio que los recibió con mucho cariño y estuvo hablando con ellos ”, indica Almenar.
Durante su participación en el ‘Festival de la vida’, la comisión valenciana también tuvo la oportunidad de saludar a la religiosa italiana Elvira Petrozzi, fundadora de la comunidad, así como al grupo de sacerdotes que ha estado trabajando a su lado desde hace años y ahora llevan adelante esta gran obra.
Grupos de oración
En la actualidad, la diócesis de Valencia no dispone de ninguna comunidad, aunque sí existen tres grupos de oración en tres parroquias, que se reúnen cada mes para rezar por los jóvenes que tienen adicciones, entre otras problemáticas.
No obstante, además de los jóvenes en Valencia que pertenecen a comunidades del Cenáculo, también hay otra decena de ellos que residen en las dos fraternidades existentes en España: la ‘Fraternidad Sagrado Corazón de Jesús’, de Fogars del Monclús (Tarrasa), y la ‘Fraternidad Nuestra Señora de Misericordia’ de Cornudella del Monsant (Tarragona).
“Han sido muchos los jóvenes de la diócesis que a lo largo de los años han pasado por la Comunidad, y este paso ha cambiado sus vidas de forma radical pasando de una situación de total oscuridad a una de luz en la fe”, indican fuentes del Grupo de Oración de Padres del Cenáculo en Valencia. La Comunidad “no plantea un camino fácil, es exigente, pero es la exigencia la que te lleva a salir de las tinieblas a la luz; algunos de ellos son padres de familia en la actualidad”, añaden. Además, entre los jóvenes están surgiendo vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
La Comunidad del Cenáculo dispone de una página web en distintos idiomas, entre ellos el español, que informa de quiénes son, cuál es su carisma, dónde están y cómo viven, así como los teléfonos de contacto nacionales: www.comunitacenacolo.it