BELÉN NAVA| 16.2.24

Manos Unidas Valencia presentó la Campaña 65 de la ONG católica que lleva por lema ‘El efecto ser humano. La única especia capaz de cambiar el planeta”’ La presentación, que se llevó a cabo en el Palacio de Colomina contó con el testimonio de Cristina Antolín, médico y misionera, así como de Ana Ruiz Ruiz, delegada de Valencia y José Domenech, consiliario de Manos Unidas Valencia.

La organización de la Iglesia católica en España para la lucha contra la pobreza, se propone el reto de alcanzar un planeta sostenible, sin pobreza, hambre, ni desigualdad; es decir, una casa común en la que podamos vivir con dignidad todos los seres humanos. “A lo largo de este año, Manos Unidas no pretende hablar del cambio climático en general, sino de poner de manifiesto una injusticia: cómo la desigualdad medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo en el sur global, mermando sus derechos más básicos”, explicó Ana Ruiz Ruiz.

Manos Unidas desde hace 65 años promueve proyectos de desarrollo de energías renovables como la solar o la eólica, reforestación de bosques con especies autóctonas, agricultura sostenible con diversificación de cultivos, sistemas de riego y suministro de agua segura, acogida e integración de migrantes medioambientales y ayudas en emergencias climáticas.
“Agradezco a Manos Unidas que desde el año 1989 nos financió un proyecto para mejorar el hospital de Isiro en el Congo”, indicó la misionera Cristina Antolín. En la misma localidad Manos Unidas rehabilitó un centro de promoción de la mujer y construyó una escuela.

DESIGUALDAD MEDIOAMBIENTAL
“Queremos sensibilizar a la sociedad de que de nuestros actos tanto individuales, como colectivos depende alcanzar un planeta sostenible y una casa común en la que todos podamos vivir con dignidad”, reivindicó Ana Ruiz, quien recordó que la desigualdad medioambiental está afectando a millones de personas de los países más vulnerables. “Son las comunidades más pobres y con menos recursos las menos responsables y las que más lo sufren”, según Ana Ruiz.

Durante la presentación de la campaña de Manos Unidas se recordó que el papa Francisco en su encíclica Laudato sí denuncia el modelo económico que prima y beneficia a los países más desarrollados sin tener en cuenta la degradación del medio ambiente y las trágicas consecuencias que sufren millones de personas.

LA BELLEZA DE LA CREACIÓN
El consiliario de Manos Unidas, José Domenech, invitó a reflexionar sobre la grandeza de la creación: “Nada malo ha salido de las manos de Dios. Y el hombre tiene también la misión de cuidar todo lo que crece, todo lo creado. Cuidar lo creado, no sólo porque no tenemos otro planeta, porque nos conviene, sino porque es obra de Dios”.

“Podemos entender que estamos llamados a cuidar el mundo, no tanto por el planeta, que no tiene alma, sino por los hombres que lo habitamos. Porque cuidar el mundo en el que vivimos, es una manera de cuidar a todos los que en él vivimos”, señaló el consiliario.

Los actos de campaña culminaron con una eucaristía en la Basílica con motivo del Día del Ayuno Voluntario, que invita a ponerse en la piel de los que pasan el día sin apenas comer. La Eucaristía fue celebrada por el Arzobispo. Finalmente el domingo 11 de febrero tuvo lugar la Jornada Nacional de Manos Unidas.