REDACCIÓN | 17.12.2020
El nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Bernardito Azua, estuvo esta semana por primera vez en la diócesis de Valencia con una apretada agenda.
El motivo principal de su visita, que se alargó durante tres días, fue hacer entrega de la bula por la que el papa Francisco declaró el pasado año la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús como basílica menor.
La solemne celebración tuvo lugar el pasado domingo en el propio templo, ubicado en la plaza de la Compañía, junto a La Lonja, y contó con la participación del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
Durante la celebración, el rector de la nueva basílica menor, Luis Miguel Castillo, leyó el texto de la bula escrita en latín y traducida al castellano. En el breve apostólico -o bula- titulado ‘A corde salvatoris’ (‘Desde el corazón del Salvador’), el papa Francisco eleva la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús al rango de basílica menor.
En el documento en español, firmado por el cardenal secretario de estado del Vaticano, Pietro Parolín, se expresa que “considerado todo debidamente, en plenitud de nuestra Autoridad Apostólica, con agrado distinguimos con el título y dignidad de Basílica Menor a dicha iglesia dedicada a Dios en honor del Sacratísimo Corazón de Jesús, en la ciudad de Valencia, concedidos los debidos derechos litúrgicos e impuestas las correspondientes obligaciones según el Decreto de titulo Basilicae Minoris publicado el 9 de noviembre de 1989”.
El documento pontificio también expresa que “este signo de Nuestra Benevolencia aproveche al itinerario cristiano de los fieles en este santo lugar de oración para que, quienes experimenten los extraordinarios beneficios de caridad del Corazón de Jesús, desde aquella fuente celeste, que dispensa misericordiosamente infinitos tesoros del amor, sean revestidos de virtudes y merezcan ser inflamados en afectos, por medio de un trato admirable en el sacramento del divino amor, por el que el corazón habla al corazón”.
El rector de la basílica menor, Luis Miguel Castillo, en su saludo al nuncio en España, le agradeció su interés “por conocernos y traernos personalmente el breve apostólico” y afirmó que por “explícito deseo de nuestro Arzobispo, trabajamos en esta iglesia para ofrecer a la ciudad de Valencia un digno culto al Sagrado Corazón”.
En su alocución, el rector también deseó “tal y como el papa Francisco nos aconsejó en su entrañable carta, con ocasión de la declaración de basílica menor, que esta basílica sea un oasis de oración en la ciudad y un espacio de acogida y reconciliación para todos los sedientos de Dios, que a ella se acerquen”. Y que “se forme en ella una verdadera escuela del corazón a través de la escucha de la Palabra de Dios, de la adoración y la meditación de las enseñanzas de la Iglesia”.
Finalmente, “aprovechando la ocasión de esta singular e ilustre visita”, Luis Miguel Castillo le expresó al Nuncio “nuestra leal adhesión a la figura del Santo Padre, en la persona de Francisco, por cuyo ministerio petrino, elevamos diariamente plegarias al buen Dios, amigo de los hombres”.
El solemne acto incluyó una liturgia de la Palabra, una oración por el Papa con acompañamiento de música con el órgano Cabanilles.
Como recuerdos de la celebración, la basílica del Sagrado Corazón le regaló al Nuncio un CD con música del maestro Cabanilles, un bolígrafo serigrafiado con el anagrama del templo y un libro que recopila las meditaciones realizadas en la basílica durante todo el año jubilar, junto con las lecturas patrísticas.
Año jubilar hasta marzo
Desde que el 24 de noviembre del pasado año, el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, presidiera la misa de declaración como basílica de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. por concesión de la Santa Sede, el templo valenciano celebra un año jubilar hasta el próximo mes de marzo de 2021. Por esa razón, la iglesia acoge todos los primeros viernes de mes una meditación y una misa jubilar. Además, ofrece misas jubilares todos los domingos a las 12 horas.
Visita a los filipinos
El domingo a medio día monseñor Auza visitó a sus compatriotas de la comunidad católica de filipinos en Valencia y presidió una eucaristía en la parroquia de San Mauro Mártir, donde se ubica la comunidad.
La parroquia ‘Santo Niño de Cebú’, como se denomina esta parroquia personal, está compuesta por unas seiscientas personas de origen filipino que se reúnen todos los domingos a las 13 horas.
El nuncio del Papa, nacido en Talibon (Filipinas) celebró la eucaristía en inglés y los cantos fueron en filipino y español. La comunidad católica filipina se ha mostrado muy agradecida al Nuncio “es todo un honor y un reconocimiento para nosotros”, señaló el titular Edgar de la Cruz, que lamenta que “debido al coronavirus no podemos ampliar más las celebraciones”.
Los fieles filipinos le regalaron una imagen de la Virgen de los Desamparados y el prelado mostró su admiración por la “grande y profunda devoción” a la patrona.
En la basílica de la Virgen
Monseñor Azua veneró también la imagen de la Virgen de los Desamparados en su Basílica, donde besó la imagen principal de la Patrona de los valencianos accediendo por su camarín.
Además visitó el belén, y firmó en el Libro de Honor de la Basílica, acompañado por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares; el vicario general del Arzobispado, Vicente Fontestad, y el vicerrector, Álvaro Almenar.
El Nuncio se mostró muy cercano e impactado por la historia de la devoción de la Virgen de los Desamparados en Valencia y su origen y la vinculación que mantiene con la magnífica obra social y caritativa fundacional de la Archicofradía de la Virgen que se mantiene viva en la actualidad.
Durante su estancia en Valencia, el embajador de la Santa Sede en España visitó también la catedral de Valencia y la capilla del Santo Cáliz, donde seguió con atención toda la explicación de la historia del Santo Cáliz, acompañado por el dean, Emilio Aliaga, y el director del Museo Catedralicio, José Verdeguer.
El Nuncio pudo venerar la copa sagrada, y rezar allí unos instantes, ganando así la indulgencia del Año Jubilar.
En el Seminario
El domingo por la tarde monseñor Auza visitó también el Seminario Mayor de Moncada, donde quedó impresionado por el tamaño de las instalaciones y se interesó por su porceso de construcción.
El máximo representante de la Santa Sede ante el gobierno de España, que es también decano del Cuerpo Diplomático acreditado en nustro páis, conversó con el rector del Seminario, Fernando Ramón, y el equipo de formadores, que le enseñaron las instalaciones y respondieron a sus preguntas. También saludó a las religiosas que atienden el Seminario, las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que es la misma congregación que atiende la Nunciatura Apostólica.
Antes de finalizar su viaje a Valencia el Nuncio Apostólico se acercó a la iglesia de San Nicolás para conocer la llamada ‘Capilla Sixtina valenciana’ y visitar la parroquia, acompañado por su párroco, Antonio Corbí.
También quiso visitar en el monasterio de San Cristóbal a la comunidad de religiosas Canonesas Regulares en Valencia, -la mayoría de ellas filipinas – y asistió, en el Palacio Arzobispal, al Consejo de Gobierno, presidido por el Arzobispo