❐ L.B. | 11.11.2021
El sacerdote Miguel Ángel Bondía, canónigo de la colegiata de San Bartolomé, de Valencia, acaba de ser reelegido por el Arzobispo director espiritual diocesano de la Adoración Nocturna Española (ANE) y Adoración Nocturna femenina Española (ANFE) para los próximos cinco años. Su misión será acompañar espiritualmente y asesorar a los consejos diocesanos de ANE y ANFE, así como a todos los sacerdotes que a su vez acompañan a las distintas secciones en las parroquias en las que está instituida la Adoración Nocturna. También, velar por el culto de las cofradías del Santísimo Sacramento, conocidas popularmente como cofradías de Minerva.
Entre sus cometidos se incluye, asimismo, velar por la formación espiritual de todos los adoradores. “Una vez al mes editamos una revista de la Adoración Nocturna donde escribo un artículo de formación enfocado a distintos temas de actualidad que ayuda a meditar y vivir lo que el mes conlleva”, indica Bondía.
Y a todo ello hay que añadir la misión de asesorar en la organización de actos y vigilias, así como alentar a los sacerdotes a que vivan su vocación sacerdotal y adoradora, y que “ayuden a las secciones en el crecimiento de la fe y les acompañen y oren con ellos, ayudándoles a descubrir que la Adoración Nocturna no es un grupo más dentro de la parroquia sino que tiene entidad propia. En definitiva, estar ahí para todo lo que puedan necesitar”, añade el sacerdote.
Recientemente, Valencia acogió la vigilia nacional de ANE y ANFE, que congregó a adoradores de toda España, con motivo del año jubilar del Santo Cáliz.
Balance de la vigilia nacional
El balance de este encuentro es, según Bondía, “muy positivo, no sólo por la asistencia de adoradores que vinieron de fuera junto con los Consejos Diocesanos, sino también por la numerosa asistencia de adoradores de la diócesis”.
Además, considera que ha sido muy oportuno celebrar una vigilia nacional de la Adoración Nocturna en estos momentos difíciles, “después de haber superado una pandemia que ha marcado nuestras vidas, y en un momento de profunda crisis en todos los niveles, en la que se encuentra inmersa nuestra fe y en definitiva para mostrar la comunión entre todos los que adoramos a Cristo Eucaristía. Por eso, doy gracias a Cristo Jesús que me inspiró, en una meditación ante Él, celebrarla”, explica.
Miguel Ángel Bondía, que sintió su vocación sacerdotal en la adoración eucarística en su localidad natal, Benaguacil, reconoce que la vigilia nacional en Valencia ha dado sus frutos. “Hemos de agradecer al Señor por regalarnos nuevos adoradores, como ha ocurrido en la sección del Beato Nicolás Factor de Valencia, como un soplo de renovación y de esperanza”. Además, ha habido varias personas que “han sido tocadas por el Señor en esta vigilia, como una que me decía al terminar: ‘Hoy Dios ha estado aquí. Me he encontrado de verdad con Él. Ha llenado mi corazón de su amor’ ”.
Bondía agradece a todas las personas que han colaborado y llevado el peso de la organización de la vigilia: “Los consejos diocesanos junto con los presidentes de ANE, Víctor Segarra, y de ANFE, Elvira Esteban, que han estado al pie del cañón, organizándolo todo para que la gente pudiera disfrutar de los actos previos del viernes y la vigilia del sábado”.
También muestra su gratitud “a Don Antonio Cañizares porque desde el primer momento nos animó y apoyó; al deán de la catedral, Vicente Fontestad, y al cabildo, por lo que nos han ayudado para que la vigilia saliera con el esplendor con que la vivimos”. Y no olvida a las religiosas de Iesu Communio “porque encomendaron este encuentro al Señor y pidieron por sus frutos”. Y con ellas a los ponentes de las charlas, la madre Verónica y Álvaro Almenar.