Una de las reuniones de la Comisión Central del Sínodo a comienzos del 2020. FOTO: ARCHIVO (A.SÁIZ)

L.A. | 13.05.2021
El Sínodo Diocesano de Valencia entra en sus dos últimas semanas de trabajos antes de la gran Asamblea Sinodal con la que concluirá los días 22 y 23 de mayo.

Desde que lo inaugurara el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el 15 de octubre de 2019, se ha estado trabajando intensamente a pesar de la pandemia, que ya obligó a aplazar la Asamblea Sinodal prevista precisamente para Pentescostés del año pasado, 2020.

Los más de 200 miembros de la asamblea sinodal designados por el Arzobispo, entre sacerdotes, religiosos y hombres y mujeres y laicos, recibieron a comienzos del pasado mes de marzo el ‘Instrumentum Laboris’, o instrumento de trabajo preparado desde las siete comisiones técnicas, y también con las consultas planteadas a parroquias, colegios y universidades.
Sobre este ‘Instrumentum Laboris’, los integrantes de la Asamblea han planteado ya sus propuestas o sugerencias, muchas de las cuales han sido incorporadas por la Comisión central del Sínodo Diocesano al documento final que se llevará a la Asamblea.

De hecho ese documento final con sus propuestas ha vuelto a ser enviado ya concluído a los miembros para que puedan conocerlo antes del Sínodo para valorarlo y por si desean plantear alguna aportación durante la propia Asamblea que comenzará el sábado 22, en el paraninfo de la Universidad Cardenal Hererra CEU, en Alfara del Patriarca.

Este recinto es un espacio grande que permite garantizar todas las medidas sanitarias por la pandemia en la AsambleaAsí, el sábado 22 de mayo, después de la recepción a los participantes, la oración y las palabras de saludo del Arzobispo de Valencia, todos los miembros de la Asamblea harán la profesión de fe, como establece el Código de Derecho canónico.

Tras ello se presentarán las propuestas en una jornada de mañana y tarde sólo interrumpida por la comida de los padres sinodales, que tendrá lugar en el Seminario de Moncada.

Concluirá la jornada con la celebración de la Vigilia de Pentecostés en la que participarán todos los miembros sinodales en la propia iglesia del Seminario, muy espaciosa también, y donde caben también con todas las medidas de seguridad todos los participantes.

Finalmente, el domingo 23 de mayo tendrá lugar la solemne misa de clausura del Sínodo Diocesano, esta vez en la Catedral.

Once propuestas
Como todos los Sínodos y así lo establece el Código de Derecho Canónico, la Asamblea Sinodal es de carácter consultivo y será el Arzobispo, como legislador, el que valore finalmente las propuestas y el que, presumiblemente a vuelta del verano, elabore con ellas el documento final que estime oportuno para el bien de la Iglesia diocesana, inspirado por el Espíritu Santo.
En principio en la Asamblea final se plantearán once propuestas encaminadas a fomentar una acción misionera diocesana conjunta; un proyecto diocesano de iniciación cristiana, de catequesis y de formación; también habrá propuestas para situar la eucaristía y la liturgia en el centro de todo; se plantearán sugerencias para la renovación pastoral de la parroquia al servicio de la misión evangelizadora; y también propuestas sobre los agentes de evangelización, desde los obispos, sacerdotes o diáconos, hasta la vida consagrada, o los laicos; igualmente han sido previstas propuestas sobre la mujer cristiana laica en la vida de la Iglesia, así como otras sobre la familia y los jóvenes; ademáshabrá propuestas sobre la relación entre la Iglesia, la cultura y la sociedad; y la caridad en la vida de la Iglesia.

Objetivo del Sínodo Diocesano
Desde que fue inaugurado el Sínodo Diocesano el 15 de octubre de 2019 por el cardenal Cañizares, con una misa solemne en la Catedral, los trabajos en sus diferentes fases se han ido realizando de la forma debida, aunque en el último año se han tenido que llevar a cabo las reuniones de forma telemática debido a la pandemia y las medidas restrictivas.
El Sínodo Diocesano fue convocado por el Cardenal para, partiendo del conocimiento y evaluación de la situación real de la Iglesia en Valencia y de todo lo trabajado en los últimos años, impulsar la “renovación pastoral de la diócesis para hacerla más evangelizada y evangelizadora, a la luz del Concilio Vaticano II y de las enseñanzas actuales del magisterio eclesial, especialmente de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, estableciendo orientaciones pastorales adecuadas a nuestra situación”.

Cuestionarios
En una primera fase, se preparó a través de siete comisiones técnicas, que trabajaron en otros tantos grandes temas: Nueva evangelización e iniciación cristiana, presidida por monseñor Javier Salinas; Familia y juventud, presidida por monseñor Arturo Ros, Parroquia evangelizadora, presidida por el Arzobispoy el vicario general, Vicente Fontestad; Laicado y mujer presidida por monseñores Arturo Ros y Javier Salinas; Sacerdotes y vida religiosa presidida por el Arzobispo y por los vicarios Jesús Corbí y Martín Gelabert; Evangelizar la cultura, Pastoral educativa y universidades, presidida por monseñor Esteban Escudero, Rafael Cerdá y José Luis Sánchez; y Vida y testimonio de caridad, presidida por monseñor Arturo Ros y José María Taberner. Cada una de estas comisiones técnicas, formadas por laicos, sacerdotes y religiosos, realizó cuestionarios a las parroquias y a entidades como colegios y universidades.

En una segunda fase, la Comisión Central del Sínodo analizó el trabajo de las comisiones técnicas y elaboró el “Instrumentum Laboris”, para el que se formó una comisión relatora, encargada de su redacción. Todo este trabajo verá la luz en la Asamblea final del Sínodo.