REDACCIÓN | 15.10.2020


El Cardenal recibió a la Senyera en la Puerta de los Hierros de la Catedral. V.GUTIERREZ

Desde que se desarrolla el tradicional  Te Deum el 9 de octubre en la Catedral de Valencia, nunca antes había culminado con la interpretación del himno regional valenciano y el himno nacional. Fue como una forma de reforzar esa acción de gracias por la ayuda de Dios en la reconquista de Valencia por el Rey Jaime, subrayando la unidad de todos simbolizada en los himnos. Y además, al órgano, con Pablo Márquez al teclado, y cantado el primero de ellos por el canónigo Miguel Bou y la coral catedralicia reducida por el coronavirus.

Y la Catedral entera vibró. El pasado viernes, 9 de octubre, Día de la Comunitat Valenciana y de la dedicación de la Catedral de Valencioa, el final del Te Deum resultó atronador, transmitiendo una sensación de fuerza y esperanza frente a la pandemia como comentaron muchos a la salida de la Catedral, que tuvo que limitar su aforo.   

En efecto, el solemne Te Deum, centro de los actos conmemorativos fue atípico, pero muy emotivo con momentos de aplausos y ovación a la Senyera, llevada por Lo Rat Penat, y con la acción de gracias compartida al conmemorar el restablecimiento de la fe cristiana en Valencia.

    “El 9 d´Octubre nos une a todos los valencianos para construir una sociedad, con un nuevo arte de vivir” Así lo aseguró el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, durante la misa solemne que presidió en la Catedral previamente al Te Deum. 

En su homilía, el cardenal Cañizares expresó  que “la Iglesia en Valencia quiere contribuir a difundir cada vez más el bien de la justicia y caridad donde sean proclamados preferidos los últimos” y en relación al “nuevo arte de vivir” indicó que es el que edifica “una nueva cultura de la vida y una nueva civilización del amor, el que nos enseña a vivir en unidad con todos, con nuestras particularidades propias, pero siendo conscientes de que formamos parte de una unidad superior, de un proyecto histórico del que formamos parte España, Europa, el mundo entero, en el que la Iglesia universal trabaje por la unidad y el bien común”.

Igualmente, recordando palabras de quien fue arzobispo de Valencia monseñor Miguel Roca, invitó a los laicos a “recoger el testimonio de los cristianos que en nuestra historia han contribuido al crecimiento de nuestro pueblo para que, actuando desde los diversos sectores de la vida pública: humanos, sociales, culturales, económicos, laborales o políticos, colaboren a la luz del Evangelio para que nuestro pueblo valenciano progrese hacia metas más altas de humanidad, de paz y felicidad como Dios da a sus hijos, – y como dice y canta nuestro Himno de Valencia- para `ofrendar nuevas glorias a España´, es decir, al bien común”.

Durante la eucaristía, concelebrada por los obispos auxiliares de Valencia monseñores Esteban Escudero y Vicente Juan; el obispo emérito de Lleida, monseñor Juan Piris, y el cabildo de la Seo, el Cardenal indicó que este Día de la Comunitat Valenciana “celebramos el acontecimiento más importante de nuestra historia como pueblo”.

Así, “son cimientos en los que se construye un proyecto de vida de Jesucristo en el que se abre un gran futuro de libertad, de paz, de concordia y de reconocimiento de la dignidad de todo ser humano, de solidaridad y acogida a los más pobres y de amor de misericordia y de perdón, sin venganzas ni odios y de unidad sin discriminaciones ni exclusiones de nadie y de auténtica fraternidad como nos recuerda el papa Francisco en su nueva encíclica basada en el amor”.

Igualmente, conforme expresó el Arzobispo de Valencia, “este día como aquél entonces en el siglo XIII- nos incumbe a los miembros de la Iglesia que está en Valencia a trabajar con todos los hombres en la edificación de un mundo más humano y justo, nuevo”


La Senyera entró solemnemente desde la Puerta de los Hierros y fue ovacionada por los fieles en la Catedral con aforo limitado. V.GUTIERREZ

Himnos, al órgano

El 9 de octubre, día de la Comunitat Valenciana, las celebraciones  comenzaron en la Catedral con el rezo de Laudes y la celebración de la misa solemne oficiada por el Arzobispo, tras la cual tuvo lugar el tradicional Te Deum en el que, por primera vez, se incluyó la interpretación al órgano del Himno de la Comunitat Valenciana y, seguidamente, el Himno nacional.

Igualmente, tras el Te Deum, el Cardenal, acompañado de los Obispos, el Cabildo y sacerdotes presentes se dirigió a la tumba de Ausiàs March en la Seo, donde Lo Rat Penat colocó una corona de flores y el arzobispo, una vela.

Todos los actos previstos se celebraron “cumpliendo las medidas sanitarias establecidas a causa de la pandemia de la covid-19, con limitación del aforo, y para facilitar la participación de los fieles se retransmitió en directo por el canal YouTube de la Catedral.

La Senyera, recibida en la Seo

Debido a la pandemia, este año no se ha podido celebrar la procesión con la Senyera de Lo Rat Penat desde la sede de la entidad hasta la Seo, sino que la bandera ya se encontraba en la Catedral una vez comenzada la celebración.

Tras la misa, la Senyera salió de la Capilla del Santo Cáliz para ser recibida en la Puerta de los Hierros por el Cardenal y el Cabildo para, de este modo, entrar de forma solemne a la Seo, mientras los fieles presentes permanecían en los bancos entre aplausos durante el paso de la Senyera y una vez situada frente al altar, comienzó el solemne Te Deum.

Este año, debido también a las restricciones por la crisis sanitaria, la Coral Catedralicia no ha podido interpretar el himno que compuso José Climent, canónigo prefecto de música sacra de la Catedral y director honorífico de la Coral, fallecido en 2017. En su lugar, un cuarteto de voces entonó un Te Deum en gregoriano, bajo la dirección de Luis Garrido

El Te Deum -expresión latina que se traduce como ‘A ti Señor te alabamos’- se interpreta cada 9 de octubre en conmemoración de la conversión al cristianismo del Reino de Valencia, en el mismo día del año 1238, tras la entrada de Jaime I en la ciudad, cuando fue dedicada y consagrada a la Asunción de María la Catedral.

Acompañamiento de campanas 

La celebración en la Seo comenzó el jueves, 8 de octubre, con las primeras vísperas que las campanas del Micalet anunciaron con el toque de coro . Posteriormente, se realizó el volteo de las campanas mayores marcando el tiempo de la fiesta.

El 9 de octubre el volteo de campanas se inició media hora antes de la celebración de la misa capitular y las campanas volvieron a oírse al principio del Te Deum, al final, y a las doce del mediodía.

Desde que se desarrolla el tradicional  Te Deum el 9 de octubre en la Catedral de Valencia, nunca antes había culminado con la interpretación del himno regional valenciano y el himno nacional. Fue como una forma de reforzar esa acción de gracias por la ayuda de Dios en la reconquista de Valencia por el Rey Jaime, subrayando la unidad de todos simbolizada en los himnos. Y además, al órgano, con Pablo Márquez al teclado, y cantado el primero de ellos por el canónigo Miguel Bou y la coral catedralicia reducida por el coronavirus.

Y la Catedral entera vibró. El pasado viernes, 9 de octubre, Día de la Comunitat Valenciana y de la dedicación de la Catedral de Valencioa, el final del Te Deum resultó atronador, transmitiendo una sensación de fuerza y esperanza frente a la pandemia como comentaron muchos a la salida de la Catedral, que tuvo que limitar su aforo.   

En efecto, el solemne Te Deum, centro de los actos conmemorativos fue atípico, pero muy emotivo con momentos de aplausos y ovación a la Senyera, llevada por Lo Rat Penat, y con la acción de gracias compartida al conmemorar el restablecimiento de la fe cristiana en Valencia.

    “El 9 d´Octubre nos une a todos los valencianos para construir una sociedad, con un nuevo arte de vivir” Así lo aseguró el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, durante la misa solemne que presidió en la Catedral previamente al Te Deum. 

En su homilía, el cardenal Cañizares expresó  que “la Iglesia en Valencia quiere contribuir a difundir cada vez más el bien de la justicia y caridad donde sean proclamados preferidos los últimos” y en relación al “nuevo arte de vivir” indicó que es el que edifica “una nueva cultura de la vida y una nueva civilización del amor, el que nos enseña a vivir en unidad con todos, con nuestras particularidades propias, pero siendo conscientes de que formamos parte de una unidad superior, de un proyecto histórico del que formamos parte España, Europa, el mundo entero, en el que la Iglesia universal trabaje por la unidad y el bien común”.

Igualmente, recordando palabras de quien fue arzobispo de Valencia monseñor Miguel Roca, invitó a los laicos a “recoger el testimonio de los cristianos que en nuestra historia han contribuido al crecimiento de nuestro pueblo para que, actuando desde los diversos sectores de la vida pública: humanos, sociales, culturales, económicos, laborales o políticos, colaboren a la luz del Evangelio para que nuestro pueblo valenciano progrese hacia metas más altas de humanidad, de paz y felicidad como Dios da a sus hijos, – y como dice y canta nuestro Himno de Valencia- para `ofrendar nuevas glorias a España´, es decir, al bien común”.

Durante la eucaristía, concelebrada por los obispos auxiliares de Valencia monseñores Esteban Escudero y Vicente Juan; el obispo emérito de Lleida, monseñor Juan Piris, y el cabildo de la Seo, el Cardenal indicó que este Día de la Comunitat Valenciana “celebramos el acontecimiento más importante de nuestra historia como pueblo”.

Así, “son cimientos en los que se construye un proyecto de vida de Jesucristo en el que se abre un gran futuro de libertad, de paz, de concordia y de reconocimiento de la dignidad de todo ser humano, de solidaridad y acogida a los más pobres y de amor de misericordia y de perdón, sin venganzas ni odios y de unidad sin discriminaciones ni exclusiones de nadie y de auténtica fraternidad como nos recuerda el papa Francisco en su nueva encíclica basada en el amor”.

Igualmente, conforme expresó el Arzobispo de Valencia, “este día como aquél entonces en el siglo XIII- nos incumbe a los miembros de la Iglesia que está en Valencia a trabajar con todos los hombres en la edificación de un mundo más humano y justo, nuevo”

Himnos, al órgano

El 9 de octubre, día de la Comunitat Valenciana, las celebraciones  comenzaron en la Catedral con el rezo de Laudes y la celebración de la misa solemne oficiada por el Arzobispo, tras la cual tuvo lugar el tradicional Te Deum en el que, por primera vez, se incluyó la interpretación al órgano del Himno de la Comunitat Valenciana y, seguidamente, el Himno nacional.

Igualmente, tras el Te Deum, el Cardenal, acompañado de los Obispos, el Cabildo y sacerdotes presentes se dirigió a la tumba de Ausiàs March en la Seo, donde Lo Rat Penat colocó una corona de flores y el arzobispo, una vela.

Todos los actos previstos se celebraron “cumpliendo las medidas sanitarias establecidas a causa de la pandemia de la covid-19, con limitación del aforo, y para facilitar la participación de los fieles se retransmitió en directo por el canal YouTube de la Catedral.

La Senyera, recibida en la Seo

Debido a la pandemia, este año no se ha podido celebrar la procesión con la Senyera de Lo Rat Penat desde la sede de la entidad hasta la Seo, sino que la bandera ya se encontraba en la Catedral una vez comenzada la celebración.

Tras la misa, la Senyera salió de la Capilla del Santo Cáliz para ser recibida en la Puerta de los Hierros por el Cardenal y el Cabildo para, de este modo, entrar de forma solemne a la Seo, mientras los fieles presentes permanecían en los bancos entre aplausos durante el paso de la Senyera y una vez situada frente al altar, comienzó el solemne Te Deum.

Este año, debido también a las restricciones por la crisis sanitaria, la Coral Catedralicia no ha podido interpretar el himno que compuso José Climent, canónigo prefecto de música sacra de la Catedral y director honorífico de la Coral, fallecido en 2017. En su lugar, un cuarteto de voces entonó un Te Deum en gregoriano, bajo la dirección de Luis Garrido

El Te Deum -expresión latina que se traduce como ‘A ti Señor te alabamos’- se interpreta cada 9 de octubre en conmemoración de la conversión al cristianismo del Reino de Valencia, en el mismo día del año 1238, tras la entrada de Jaime I en la ciudad, cuando fue dedicada y consagrada a la Asunción de María la Catedral.

Acompañamiento de campanas 

La celebración en la Seo comenzó el jueves, 8 de octubre, con las primeras vísperas que las campanas del Micalet anunciaron con el toque de coro . Posteriormente, se realizó el volteo de las campanas mayores marcando el tiempo de la fiesta.

El 9 de octubre el volteo de campanas se inició media hora antes de la celebración de la misa capitular y las campanas volvieron a oírse al principio del Te Deum, al final, y a las doce del mediodía.