Redacción | 15-12-2011
Empresas, colegios, asociaciones, entidades y numerosos particulares están llamando al colegio de niños gitanos ‘Madre Petra’, ubicado en el Vedat de Torrent, para donar juguetes tras la ayuda solicitada por su directora, la religiosa Gertrudis Rol, ante el anuncio de que este año, por falta de financiación, no podría realizarse la tradicional fiesta de Reyes Magos.
Desde que fue anunciada la petición de ayuda por la religiosa, las llamadas al centro escolar “no han dejado de sucederse para ofrecernos juguetes, bien de segunda mano o totalmente nuevos, así como talones con aportaciones económicas y donativos”, según ha indicado a la agencia AVAN Gertrudis Rol, que ha expresado su “enorme alegría, sorpresa y gratitud” ante la “gran respuesta”.
De esta manera, los 270 escolares del colegio para niños gitanos ‘Madre Petra’ del Vedat de Torrent, que cuentan entre 3 y 16 años, podrán recibir los tradicionales juguetes. Los niños recibiran los regalos en una fiesta que se organizará después de Reyes, cuando se reanuden las clases.
Sus familias, necesitadas
Entre las diversas entidades que se han puesto en contacto con el centro escolar, la religiosa ha destacado la colaboración del Colegio de Abogados y colegios religiosos, como el de El Pilar de Valencia. Igualmente, entre las donaciones figura también “material de provecho para los alumnos”, entre ellos, escolar y deportivo.
La directora del colegio realizó este llamamiento a la solidaridad de empresas jugueteras u otras entidades con el fin de conseguir un juguete “para cada niño gitano” tras recibir una comunicación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que financiaba desde hacía más de una década los regalos, en la que aseguraba su imposibilidad de dar ayudas este año.
“Para nosotros fue una desilusión muy grande pensar que no podrían recibir juguetes porque para la mayoría de los niños es el único regalo que reciben en la fiesta de Reyes, ya que sus familias carecen de recursos”, expresa la religiosa. Sin embargo, después de tan pocos días la situación ha dado un giro de 180 grados y “hemos recuperado todos la alegría y el ánimo”.