❐ L.B. | 27.01.2022
La archidiócesis de Valencia conmemoró el pasado sábado 22 la fiesta litúrgica de su patrón, san Vicente Mártir, patrón también de la ciudad de Valencia, con una concurrida misa en la catedral y la posterior procesión.
La misa en la Catedral contó con la presencia de cientos de valencianos que acudieron desde distintas localidades de la diócesis. Muchos de ellos eran familiares de los mártires cuya causa de beatificación, en la fase diocesana, fue clausurada al comienzo de la celebración.
Además, participaron representantes de distintas entidades vicentinas, como la Cofradía del Mártir San Vicente de la Roqueta, la Asociación Cofradía de San Vicente Mártir, la comisión de fiestas de San Vicente Mártir de Benimámet, los Amigos de San Vicente de la Roqueta y el Centro de Estudios Vicentinos, entre otros. A pesar de la numerosa asistencia, en todo momento se guardaron las preceptivas distancias y medidas de seguridad impuestas por la pandemia de la covid-19.
Precisamente, el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, no pudo presidir el acto como en otras ocasiones, al encontrarse confinado. El obispo auxiliar monseñor Javier Salinas le sustituyó y presidió la eucaristía, que fue concelebrada por más de una treintena de sacerdotes, miembros del Cabildo Catedralicio, del Consejo Episcopal y de parroquias vinculadas a san Vicente Mártir. También tuvieron una participación relevante los diáconos de la diócesis, ya que san Vicente era diácono cuando fue martirizado.
Ir contracorriente
En su homilía, Mons. Salinas aseguró que “en el martirio se pone de manifiesto la fortaleza de los cristianos, que consiste en la constancia y en la confianza en Cristo”.
Recordando la figura de san Vicente Mártir, y de los 91 mártires valencianos, Salinas señaló que “la confianza en Cristo es lo que nos da fuerza cuando sentimos que todo está perdido”.
Salinas añadió que ser cristiano siempre ha sido ir contracorriente, “unas veces de una forma muy notable y explícita, como san Vicente y los mártires, y otras veces de forma silenciosa, en nuestra vida cotidiana”. El siglo XX, apuntó, “ha sido un siglo de grandes mártires, cuyo testimonio aún hoy continúa en tantas Iglesias y que nos une a todos los cristianos de todas las confesiones, precisamente en estos días que oramos por la unidad de los cristianos”.
En este sentido aseguró que en ocasiones “tenemos que decir que no estamos dispuestos a obedecer esas leyes propuestas que van en contra del orden moral, de los derechos del hombre o de las enseñanzas del Evangelio”. Ya que “vivimos en una sociedad en la que, a veces, se impone una forma de ver las cosas con olvido de la conciencia personal de cada uno, que tiene que ver con nuestra libertad más profunda, la libertad religiosa”.
Llamaron la atención de todos los fieles los cantos de la Coral Catedralicia, dirigida por Luis Garrido y acompañada al órgano por Pablo Márquez, que ese día celebraba el 20 aniversario de su fundación.
Después de la misa tuvo lugar la tradicional procesión con la imagen de san Vicente Mártir cuyo recorrido fue modificado a causa de las obras que se están llevando a cabo en la Plaza de la Reina. Así, tras salir por la puerta románica, recorrió las calles Avellanas, Mar, Trinquete de Caballeros y Palau para entrar de nuevo por la puerta románica a la Seo. Durante su recorrido, la procesión hizo paradas en la capilla-cárcel de san Vicente Mártir, y en la capilla de L’Almoina.
Misas mozárabes
A lo largo del fin de semana también se celebró la solemnidad de san Vicente Mártir con otras misas oficiadas en rito hispano-mozárabe en distintos templos, como la que tuvo lugar en la parroquia de San Vicente Mártir de Valencia, donde fue abandonado el cuerpo del santo tras su martirio en el siglo IV.
El sábado, la iglesia de Santa Catalina de Valencia, acogió la misa hispánica, oficiada en valenciano y latín, que cada año organiza el Oratori de Sant Felip Neri y el Centro Ecuménico Interconfesional de Valencia, dentro de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Por su parte, la parroquia de El Salvador y Santa Mónica también acogió el sábado, una misa en rito hispano-mozárabe.
En la parroquia de Cristo Rey, primitiva basílica sepulcral del santo, conocida como ‘La Roqueta’, se celebró el sábado la misa solemne con la Coral Universitaria Sénior de Valencia, una ofrenda de las fallas de la demarcación y bendición de panes y, por la tarde, la tradicional misa en rito hispano-mozárabe.
Además, la parroquia de San Esteban Protomártir acogió el tradicional bautizo de un niño, con el que se conmemora el bautizo de san Vicente Ferrer, que se celebró un 22 de enero también. Este año, el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros bautizó a Gonzalo Vicente Carceller Almela.