BELÉN NAVA| 11-03-2016
Las falleras mayores de Valencia, en el Ayuntamiento de Valencia. V. GUTIÉRREZ
Hacía tan sólo un par de semanas que Sofía y Alicia habían recibido la llamada del alcalde de Valencia comunicándoles que este año serían las máximas representantes de las fiestas josefinas cuando atendieron a PARAULA. El lugar elegido, el palacio Arzobispal.
Alicia Moreno, fallera mayor de Valencia de este año, transmite serenidad. Está constantemente pendiente de Sofía, de su comodidad, de su pierna vendada hasta la rodilla. Levanta la mirada y posa con soltura para nuestro fotógrafo. “¿Le reconocen por la calle?”, le preguntamos. Tan sólo lleva unas semanas en el cargo pero asegura que la gente le para por la calle y “se acercan a preguntarme si soy la fallera mayor de Valencia, me dan la enhorabuena e incluso que me ven más guapa al natural”. Se describe como una fallera apasionada de la fiesta y totalmente implicada en su comisión. Alicia no es de las “falleras de cuota”, a ella le “encanta presentar las proclamaciones, las presentaciones o las  entrega de recompensas”, a lo que se le suma su activa participación en la elaboración de los llibrets de la falla.
Afirma que la organización es clave para poder sobrellevar la responsabilidad que acarrea el cargo “sino es imposible llegar a todo”. Se siente orgullosa de ser y vivir en la Malvarrosa y en estos últimos días “estoy notando la respuesta de los vecinos que están contentísimos..y yo, por supuesto, contenta por ellos”. Un barrio que vive, además de las fallas, la Semana Santa con un especial fervor. “Siempre que podemos, los vecinos de la Malvarrosa vamos al Cabanyal a ver las procesiones e incluso hay mucha gente del barrio que también es de alguna cofradía. Incluso algunos años se han entremezclado los actos…pero de esta manera se comparte la pasión de las fallas con la pasión por la Semana Santa”.
Alicia tiene muy claro que ellas, como falleras mayores, “no sólo representamos a las fiestas josefinas sino a todas las fiestas valencianas”. Y asegura que espera, con especial ilusión, el momento de ofrecer su ramo de flores a la Virgen de los Desamparados. “Para mí es un momento muy especial, lo vivo muy intensamente. Al principio de la calle La Paz, viendo ya Santa Catalina al fondo, ya se me saltan las lágrimas y este año como fallera mayor de Valencia la voy a vivir con otra prespectiva. Tengo muchas ganas de poder ver a la Virgen de frente”.
“¿Le pedirás algo especial?”, le preguntamos. A lo que Alicia responde que “como siempre que la tengo delante le pido por mi familia, por su salud y por su bienestar”. Hablando con Alicia, no podemos dejar pasar la oportunidad de preguntarle sobre una pregunta que este año ha “planeado” sobre la ofrenda: ¿es la ofrenda un acto popular o religioso? La fallera mayor de Valencia calla y medita la respuesta. Cuando habla lo hace de forma pausada. “No es fácil explicarlo. No serían fallas si no hay ofrenda. Todo el mundo desea que llegue el día 17 y 18 para ir a la Ofrenda. Hay gente que no se viste para otros actos. Cada uno podrá ver desde su punto de vista si es religiosa o popular, no voy a entrar, pero es algo que nos une a todos”.
Al hilo de esa unidad, hablamos con Alicia sobre la famosa “germanor fallera”. Es conocido en el mundo de las fallas su carácter solidario, algo “que habría que potenciar también en otros aspectos de la sociedad y con la gente más desfavorecida. A mí como fallera mayor de Valencia y a Sofía como fallera mayor infantil nos gustaría participar de ello, hacer visitas y contribuir y colaborar con todo aquel que lo necesite”.
Ya casi finalizando nuestra entrevista le proponemos a Alicia adelantar unos cuantos meses la ‘Crida’ y hacer un llamamiento tanto a valencianos como a foráneos para que se acerquen a vivir las fallas. Una de las principales razones que esgrime es la del arte. “Las calles se llenan de arte, de olor a pólvora y de sonido y es un placer disfrutar de nuestra cultura, de nuestra tradición y del arte que las inunda”.
 

La voz de los niños valencianos

Con mirada curiosa y ayudada de unas muletas – pocos días antes una caída le produjo una fractura del metatarsiano- Sofía Soler, fallera mayor infantil, avanza por la entrada del palacio recibiendo las felicitaciones de los trabajadores del Arzobispado. “¡Qué guapa eres!”, le comentan. A lo que ella responde copn una sonrisa tímida. Todavía le cuesta asimilar que es la Fallera Mayor Infantil de Valencia y que, durante todo el año, será la representante de los niños en la fiesta.
“Intentaré ser la voz de to dos los niños y les diré que me gustaría visitarlos uno a uno en sus casales, aunque eso sea imposible”, asegura mirando a Alicia, su compañera inseparable en este año.
Su mayor deseo es “que sean las mejores fallas” y ya sueña con disfrutar de las ‘mascletaes’ en primera fila en el balcón del ayuntamiento. “He ido una vez, pero no vestida de fallera, y todos me tapaban”.
Sofía se describe como  una niña simpática, abierta y amiga de mis amigos a lo que añadimos responsable y es que pese a la cantidad de actos a los que tiene que asistir -muchos de los cuales le harán perderse clases en el colegio- asegura que siempre encuentra un hueco para hacer deberes y estudiar.
Sus compañeras del colegio ya le han prometido que le pasarán los deberes los días que no pueda ir a clase. Y es que, tal y como explica Sofía, “están muy contentas porque yo haya sido elegida fallera mayor de Valencia”.
La fallera mayor infantil está deseando poder desfilar en la ofrenda. “Cuando fui fallera mayor de mi falla se me pasó muy deprisa y era tan bonito…y cuando vi a la Virgen me emocioné bastante. Este año espero que todo salga muy bien”.

Especial de Fallas, la edición impresa de PARAULA. Entre los contenidos puede encontrar reportajes sobre el comedor social de Torrent ‘Bueñuelos sin fronteras’, sobre las tiendas Koopera de Cáritas y sobre una familia fallera, así como el programa de actos.