EVA ALCAYDE | 20-11-2015
El 21,3 % de los adolescentes españoles, entre 14 y 17 años, está en riesgo de desarrollar una conducta adictiva a internet debido al uso abusivo de las redes sociales, según un informe de la Unión Europea. Según el Instituto Nacional de Estadística, la edad media en la que los niños comienzan a navegar por internet es “por debajo de los 10 años” y una encuesta del Ministerio del Interior añade que el 19% de los menores de 11 años tiene creado un perfil en una red social. Un informe de la OMS revela que una de cada cuatro personas padece algún tipo de trastorno relacionado con el mal uso de tantas pantallas y casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando pierden su smartphone, se les agota la batería o no tienen cobertura de la red. ¿Que está pasando? ¿Estamos enganchados a las pantallas? ¿Las nuevas tecnologías tienen realmente potencial adictivo?
Si unos padres descubren a su hijo adolescente con drogas, enseguida se sienten alarmados y son conscientes de que tienen un problema en casa. Si, por el contrario, ven que está todo el día en casa jugando al ordenador, con la tableta, o ‘charlando’ con sus amigos a través de ‘Whatsapp’ o las redes sociales, no tienen la misma percepción de riesgo y piensan que es una moda, es algo pasajero que todo el mundo hace.
Pero, según los expertos, es precisamente esa baja percepción de riesgo lo que puede hacer traspasar la delgada línea entre el uso y el abuso de las nuevas tecnologías. Pero, ¿podemos llegar a engancharnos a las pantallas?, ¿tienen realmente las nuevas tecnologías potencial adictivo?. La respuesta es rotunda: Sí.
Julio Tudela, profesor de la Facultad de Psicología, Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia, va más allá y asegura que el abuso de las pantallas, internet, videojuegos o redes sociales activa los mismos mecanismos neuronales en el cerebro que cualquier adicción (drogas, alcohol, juego, sexo…). “Los abusos de sistema de recompensas son análogos en todas las adicciones, si además interviene una sustancia, como la cocaína, la heroína o el alcohol, tenemos también una toxicidad química añadida”, señala.
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