El histórico sanatorio de Fontilles, cuya labor asistencial comenzó en 1909, ubicado entre los términos de la Vall de Laguar, Murla y Orba (la Marina Alta, Alicante) ha adaptado sus instalaciones para dar cabida al Centro de Ferrís de Diversidad Funcional. Allí, los pacientes reciben un servicio personalizado de rehabilitación física y cognitiva por parte de un equipo multidisciplinar de 60 profesionales.

El nuevo Centro Ferrís de Diversidad Funcional está especializado en la atención a personas con daño cerebral.

❐ BELÉN NAVA | 27.07.23
En estos últimos años, el sanatorio de Fontilles ha evolucionado para dar respuesta a los problemas socio-sanitarios de su entorno. Tanto es así, que en 1998 se creó el Centro Geriátrico Borja que amplió su oferta con un Centro de Día, abierto en 2013, y, en 2014, el Hospital Ferrís, especializado en rehabilitación y enfermos crónicos.

Desde finales de 2022, Fontilles cuenta con un Centro de Diversidad Funcional Ferrís tras la firma del convenio con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, para atender a personas con daño cerebral, dar a estas personas la mejor atención “posible poniendo todos los recursos y medidas necesarias para prevenir complicaciones, preservar las funciones y recuperar la máxima capacidad física, funcional y social que sea posible en cada caso”, explican desde la Fundación Fontilles.

Ahora, el histórico sanatorio ubicado en la Vall de Laguar está adaptando sus instalaciones para adaptarlo a un complejo socio-sanitario dedicado a la atención de mayores y personas vulnerables con diversidad funcional. La reforma desarrollada en el Hospital Ferrís, ubicado en el edificio principal y dedicado hasta mediados de 2022 a la atención hospitalaria de media y larga estancia, ha permitido su conversión en el nuevo Centro Ferrís de Diversidad Funcional, especializado en la atención a personas con daño cerebral.

El nuevo Centro Ferrís de Diversidad Funcional, autorizado por la Generalitat para la atención a pacientes con diversidad funcional, dispone de 2.100 metros cuadrados y 51 plazas en habitaciones individuales. Desde noviembre de 2022, 44 de ellas están concertadas con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para el tratamiento a personas con daño cerebral. Las personas residentes reciben una atención socio-sanitaria individualizada por parte de un equipo multidisciplinar de 60 profesionales.

“Ciento veinte años después de su fundación, Fontilles sigue siendo parte de la solución, dando respuesta a necesidades y mejorando la vida de las personas a las que atendemos”, ha afirmado el director general de la entidad, José Manuel Amorós al respecto.

Además, las instalaciones continúan acogiendo el centro de referencia en lepra, en el que siguen viviendo personas que en algún momento de su vida padecieron la enfermedad, y en el que también se brinda tratamiento ambulatorio. No hay que olvidar que la historia de Fontilles, tal y como ellos mismos recuerdan “es la historia del triunfo de la ciencia y de la solidaridad, frente a la ignorancia y el abandono”. Cuando la lepra era una enfermedad temida e incurable, el sacerdote jesuita Carlos Ferrís yel abogado Joaquín Ballester, decidieron crear un sanatorio donde las personas afectadas recibieran los cuidados y atenciones que necesitaban. El 17 de enero de 1909 abrió sus puertas la Colonia-Sanatorio San Francisco de Borja- Fontilles.

El complejo se convirtió pronto en centro de referencia y durante su historia acogió a más de 3.000 personas procedentes de toda España, a quienes “brindó la oportunidad de vivir sin esconderse, aprender un oficio, encontrar amistades y formar una familia”, según ha recordado el director general de la entidad con motivo de la aprobación de la memoria de actividades de la fundación correspondiente a 2022.