El miércoles 10 de mayo, coincidiendo con los actos centrales conmemorativos del primer Centenario de la Coronación canónica de la Virgen de los Desamparados, tuvo lugar en la Sala de Exposiciones Temporales de la Casa Museo Benlliure de Valencia la apertura de puertas de la exposición ‘Devoción en la cotidianidad. La Virgen de los Desamparados como motivo artístico en la plástica valenciana entre los siglos XIX-XX’. Una exposición que puede visitarse hasta el próximo 10 de septiembre y que incluye varias piezas cedidas por el Museo Mariano (MUMA) de la Basílica de la Mare de Déu.
❐BELÉN NAVA| 21.06.2023
Devoción en la cotidianidad. La Virgen de los Desamparados como motivo artístico en la plástica valenciana entre los siglos XIX-XX’ es el título escogido para el proyecto expositivo que analiza el uso de la iconografía mariana en el arte valenciano, más allá de su valor devocional, durante el fructífero período que transcurrió entre 1860 y 1943 y que puede admirarse en la Casa Museo Benlliure ubicada en la ciudad de Valencia.
Organizada por el Ayuntamiento de Valencia, la sala de exposiciones temporales de la Casa Museo Benlliure acoge la propuesta, que está comisariada por Sofía Barrón Abad y que cuenta con una selección de más de cincuenta piezas cedidas, entre otros, por el Museo de Bellas Artes de València, el Museo Sorolla, el Museo Nacional de Cerámica y la Biblioteca Valenciana, además del Museo Mariano (MUMA) de la Basílica de la Mare de Déu, así como numerosos coleccionistas privados. Muchas de estas obras se exhiben por primera vez al público.
Concretamente, el MUMA ha cedido el cuadro titulado ‘Casilicio de la Virgen en el Puente del Mar’, pintado en 1921 por José Ortiz Gamundi; el lienzo ‘Virgen de los Desamparados sobre Valencia’ de Mariano Benlliure; el cartel del concurso convocado en 1923 con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen, de S. Salcedo; y dos apuntes al óleo de la Mare de Déu dels Desamparats en la procesión de 1923 de los autores Bartolomé Mongrell y Francisco de Cidón.
Del primero destaca su pintura regional costumbrista valenciana, donde manifiesta su dominio del cromatismo heredero del luminismo valenciano, aunque algo adscrito al modernismo. Y del segundo, que fue un artista de éxito internacional como cartelista en las primeras décadas del siglo XX. Joaquín Sorolla fue maestro de Cidón durante su estancia en Madrid en 1904.
De igual manera, y con respecto al resto de obras que se exhiben destaca el lienzo ‘Alzamiento popular’, realizado en torno a 1860 por el pintor valenciano Rafael Carbonell -que se muestra por primera vez después de su adquisición por parte del Ayuntamiento de Valencia- y un apunte del cuadro de Joaquín Sorolla ‘El padre Jofré protegiendo a un loco’ (1887), obras que reflejan el origen social de la devoción mariana.
Respecto a esta última, para su creación, Sorolla realizó un boceto y pintó un estudio (Estudio para el padre Jofré) en óleo sobre tabla. Ambos muestran el mismo escenario y figuras, pero a diferencia del cuadro final, en el boceto y en el estudio el padre Jofré se encuentra medio de espaldas al espectador, mientras que en la obra final se encuentra casi de frente. El dibujo está ejecutado a base de trazos rápidos e inconexos para la descripción somera de los personajes y con aguadas de tinta que sugieren el ambiente y el espacio de la escena
En el ámbito de escenas festivas religiosas hay telas de José Benlliure, Genaro Palacio, José Benavent, Daniel Sabater o Vicente Carreres.
También se recogen los programas, suplementos de periódicos, revistas y carteles de varios artistas e ilustradores valencianos sobre la Coronación Pontificia de 1923 y un espectacular panel cerámico titulado ‘Alegoría de Valencia’ realizado por José Mateu para la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.