❐ CARLOS ALBIACH | 24.02.2022
Dar a conocer a Jesucristo en todos los rincones. Esta es la misión de la Iglesia y los jóvenes no son ajeno a ello. De ahí que surjan iniciativas como Misión País, un proyecto que nace del movimiento católico Schoenstatt, y que se desarolla al final del primer cuatrimestre universitario en diferentes pueblos en los que se ponen al servicio de las parroquias. En las ultimas semanas un grupo de jóvenes de diferentes puntos del país han realizado esta misión en la localidad alicantina de Beniarbeig, perteneciente a la diócesis de Valencia.
Como explica una de las coordinadoras de esta iniciativa, Ester Barrio, que se celebró durante una semana “nace del espíritu misionero que tienen muchos jóvenes de evangelizar el mundo… pero empezando por tu propio país”. ¿En qué consiste?
“En ponerte al servicio del párroco de un pequeño pueblo, poco conocido, y ayudar en lo que se necesite. Te haces 100% instrumento de Dios y de la Virgen y te entregas por entero al servicio del pueblo”, cuenta Ester.
En estos días hacen de todo desde pintar iglesias, ayudar con ancinos o niños. “En cualquier cosa donde se necesite ayuda allí estamos nosotros, dispuestos a echar una mano en lo que haga falta”, explica.
Además, los momentos de oración no faltan y también tienen la oportunidad de conocer el testimonio de los sacerdotes y la vida consagrada de ese lugar. También realizan misiones populares por las calles y puerta por puerta y por supuesto actividades de ocio para convivir todos juntos.
“Es una semana en la que experimentas un acercamiento real con Dios, con los propios misioneros y con los habitantes del pueblo. Con testimonios increíbles de conversión, momentos únicos entre los misioneros y auténticas experiencias con las personas del pueblo que te llenan, y te marcan el corazón para toda la vida”, concluye Ester.