BELÉN NAVA | 10.10.2024

Perteneciente al Centro Juniors María Medianera de Valencia, Marta Solsona es la nueva presidenta del movimiento juvenil diocesano Juniors tras haber sido elegida en la Asamblea General por los representantes de los Centros Juniors.  

“Gracias de todo corazón por haber confiado en el proyecto y en mí. Juniors no se puede entender si no es en equipo y para mí es muy especial que estemos juntos en esto. No es algo de seis personas, sino de todos. Jaire necesita de todo el mundo. Hemos presentado unas líneas estratégicas, pero los proyectos se hacen realidad entre todos, con los Centros. Esa ilusión de formar parte de Juniors es la que queremos que nos guíe y que sea la base, porque ser Juniors se es con todo. Lo entregamos todo para la misión que tenemos”, declaró Marta Solsona, quien comenzará oficialmente a ejercer su nuevo cargo cuando el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, proceda a su nombramiento.

La hasta ahora Vicepresidenta Diocesana estará al frente del movimiento el próximo trienio 2024-2027. Marta estará acompañada por una Comisión Ejecutiva compuesta por Marta Silvestre (Vicepresidenta de Territorial), Marcos Moner (Vicepresidente de Acción Social), Pablo Moreno (Vicepresidente de Formación), Miguel Polo (Secretario General) y Juan Jiménez (Tesorero Diocesano), así como por el Consiliario Diocesano, Domingo Pacheco

El grupo implementará estos tres años un proyecto al que han denominado ‘Jaire’ y que “nace del deseo profundo de redescubrir nuestra fe y alegría, inspirándonos en el ejemplo de María”

“Al igual que María experimentó una transformación a través de su encuentro personal con Dios, Jaire busca ofrecer a cada miembro de Juniors la oportunidad de vivir una experiencia similar”. Por este motivo, su objetivo es “conseguir que todas las personas que formamos Juniors redescubramos la alegría que nace del encuentro personal con Dios, al igual que lo hizo María, como impulso de una experiencia transformadora al servicio del Evangelio”, explican.

Fue la propia Marta quien animó a los educadores presentes en la asamblea a salir “a nuestras comunidades parroquiales, que necesitan nuestra energía y nuestra alegría, para que sigan vivas. Trabajemos para que esas comunidades sean el hogar de muchas personas”. En ese sentido, sostuvo que “a veces pensamos que lo que hacemos no tiene importancia, pero está lleno de sentido. Es un milagro que debemos cuidar. Hacemos milagros permitiendo que los niños puedan conocer a Jesús. Ahí está la esencia de Juniors”. Porque “no hay misión si no nos arde nuestro corazón. Que esta frase, lema de este trienio, nos acompañe cuando haya días malos”, concluyó.

UN HONOR

El hasta ahora Presidente Diocesano, Luis Albors, mostró su agradecimiento en su despedida al frente del movimiento asegurando que “ser Presidente de Juniors ha sido el honor de mi vida”. Y prosiguió diciendo que  “hemos tenido tiempo para muchas cosas. Tiempo para reír, tiempo para disfrutar, tiempo también para apretar los dientes, tiempo para sufrir juntitos, tiempo de certezas y tiempo de incertezas, pero lo más importante siempre ha sido entender que todos los tiempos son de Dios y es Él quien, en su divina providencia, nos instruye en cada momento y ayuda a construir el Reino de Dios ya en la Tierra. Sin duda alguna, si algo caracteriza este tiempo, es que es un tiempo para echar la vista atrás y agradecer”.

UNA PIEZA IMPORTANTE

El Arzobispo de Valencia presidió la eucaristía con la que arrancó esta asamblea. Durante su homilía, monseñor Enrique Benavent, hizo hincapié en la importancia del movimiento en la diócesis. Si no existiera Juniors M.D. “nuestra vida diocesana sería más pobre y el Evangelio no llegaría a tantos niños y jóvenes. Vosotros sois una pieza importante para que los niños se acerquen a Jesús. Tenemos que dar las gracias a Dios. En la vida de la Iglesia no hay nada perfecto, pero cuando se vive con entrega, vocación, convicción y convencidos de lo que queremos transmitir eso es una siembra que a la larga produce frutos”.

De igual manera aseguró que “en los distintos momentos en los que me he hecho presente, he visto que la realidad del Movimiento es una realidad viva. Debemos agradecer, al equipo que ha prestado servicio, su entrega y dedicación. En la próxima etapa pedimos al Señor que ilumine a los que a partir de ahora van a desempeñar este servicio”. “En la Iglesia lo importante no son los cargos, sino vivir la misión con espíritu de entrega. Eso es al final lo que produce frutos”, añadió. “¿Cuál es la razón de ser del Movimiento? Intentar que los niños, en este momento tan importante de la vida de la Iglesia, en el que muchos no conocen a Jesús, tengan la oportunidad de que se encuentren con el Señor, lo conozcan y lleguen a ser sus amigos”, recordó.

Durante la misa también se llevó a cabo el Rito de Imposición de la Pañoleta a los nuevos delegados de zona. z