María José Fraile | 20-01-2017
Son contadas las ocasiones en las que la capilla del Santo Cáliz ha cerrado sus puertas al culto y al público. Una de las últimas fue la semana pasada, en las que la ‘casa’ del cáliz de la Última Cena del Señor echó la llave para limpiar los muros, dentro del proceso de restauración que se está llevando a cabo desde hace dos meses en este magnífico espacio de la Catedral.
A esta limpieza realizada entre los días 9 y 13 de este mes, continuará la renovación del sistema de iluminación, como parte de las mejoras de la Capilla del Santo Cáliz que están siendo financiadas por la Fundación Iberdrola.
La capilla del Santo Cáliz, o lo que es lo mismo, la antigua sala capitular, que en su origen pasó por largos periodos de abandono, es actualmente uno de los lugares más visitados y funcionales de la Seo valentina, y que no ha dejado de experimentar reformas en los últimos cien años, como explica Jaime Sancho Andreu, presidente de la delegación diocesana de Liturgia y Patrimonio Artístico del Arzobispado de Valencia.
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