MªJosé Fraile / AVAN | 11-09-2015
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, solicitó el pasado lunes a la Santa Sede que la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, de El Puig, que se celebra cada 1º de septiembre, sea solemnidad para toda la diócesis valentina, atendiendo a su origen histórico como primera patrona del Reino de Valencia.
Así lo anunció el propio Cardenal al término de una misa en el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, en la localidad valenciana de El Puig de Santa María, el pasado domingo día 6. (Texto íntegro de la homilía en pág.5)
“Resultó una sorpresa para todos los que asistíamos a la celebración”, recuerda Melchor Azcárate, superior de la orden de La Merced del convento de El Puig, lo que además originó “de manera espontánea”, que toda la asamblea congregada en templo del monasterio “le aplaudiéramos con mucho entusiasmo al respecto al terminar sus palabras”.
Esta alegría “la compartimos al día siguiente” con el resto de comunidades mercedarias, -la de Elche y de Castellón-, “a las que hicimos partícipes de esta gran noticia”.
La solicitud del Cardenal Arzobispo de Valencia “contribuirá” a que la Virgen, baso su advocación de Nuestra Señora de los Ángeles “recupere parte de la fuerza devocional que tuvo en el Antiguo Reino de Valencia”. Y “servirá para incrementar el cariño hacia la Ella y a nuestra historia que hubo desde un principio en Valencia como reino cristiano”.
La protección de la Virgen: el triunfo de Jaime I
El monasterio del Puig debe su origen al hallazgo, en una colina, de una imagen de la Virgen María por parte de san Pedro Nolasco, fundador de la orden de la Merced, en 1237, debajo de una campana mientras las tropas de Jaime I se preparaban para la conquista de la cercana capital.
Así, Jaime I “consideró la protección de la Virgen como causa determinante de la conquista del Reino de Valencia, y proclamó a Santa María de El Puig como Patrona del Reino conquistado”, según explican fuentes de la orden de La Merced.
El propio cardenal Cañizares, en su homilía, recordó que “a partir del hallazgo de tan venerada imagen y de la recuperación de Valencia por el rey Jaime podemos decir que Valencia comenzó, de nuevo, a vivir el gozo de la gran gesta, la suprema gesta que Dios ha hecho con la humanidad: darnos a su propio Hijo, nacido de la Virgen María, Reina de los Ángeles, por obra y gracia del Espíritu Santo”.
Su intercesión “para no perder de nuevo nuestra identidad”
En su homilía, el purpurado añadió que “nuestras tierras valentinas son de las primeras en la andadura cristiana” y destacó que “esta fe y esta Iglesia, entre tantísimos avatares cargados de luces, de sombras y de pecados, ha llegado hasta nosotros gracias a Dios, como aliento de futuro y fuente de gozosa esperanza; y en esa recuperación y permanencia ha tenido mucho que ver lo que aconteció aquí, en el Puig, con el Rey Jaime y con el hallazgo providencial de la Virgen de los Ángeles, patrona del Antiguo Reino de Valencia”.
El Cardenal terminó su homilía implorando la intercesión de la Virgen para “no perder de nuevo nuestra identidad y nuestra unidad que formamos y que heredamos de esos siglos, únicos en la historia de la humanidad, en que España recuperó la identidad perdida”, y para que “nos ayude al antiguo Reino de Valencia y a la Iglesia que está en Valencia, en estos momentos en que tanto necesitamos de su auxilio y de la protección de los ángeles que la acompañan”.
Solemnidad
La declaración de solemnidad de la Virgen del Puig para toda la diócesis valentina implicará, entre otras cosas, que tendrá precedencia sobre otras conmemoraciones y festividades del día y que en la misa del día habrá tres lecturas en la liturgia de la Palabra.

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