Uno de los autobuses que recorrieron las calles de Valencia mostrando su rechazo a la reforma educativa. FOTO: A.SAIZ

B.N | 26.11.2020

No hubo ninguna sorpresa. El pasado jueves, la reforma educativa, más conocida como ‘Ley Celaá’, fue aprobada en el Pleno del Congreso. En la Cámara Baja se votó el dictamen del proyecto de ley educativo del Gobierno, la LOMLOE, así como algunas de sus enmiendas. El dictamen salió adelante por 178 votos a favor, 147 en contra y 17 abstenciones. O lo que es lo mismo, por la mínima. Esto arroja la clara idea de que la ley no está consensuada ni dentro ni fuera del Parlamento. Es más, hasta la fecha, esta es la única norma referente a la educación en la que no se ha tenido en cuenta a la comunidad educativa.
El dictamen, elaborado por la Ponencia de la Cámara Baja, contiene el texto original de la ley con todas las polémicas enmiendas que se han ido aprobando en las últimas semanas: la que elimina al castellano como lengua vehicular de la enseñanza y oficial del Estado; la que elimina a la concertada como garante del derecho a la educación; la que facilita la promoción de curso o la que incluye una asignatura “en valores” para hacer frente a la Religión.

Movilización de autobuses escolares
Mientras eso sucedía en Madrid, en Valencia, la Mesa por la Educación en Libertad, entidad cívica que agrupa a los principales representantes de la enseñanza concertada valenciana, movilizaba de nuevo a la comunidad educativa de forma que decenas de autobuses recorrieron las calles de las capitales de las tres provincias con lazos naranja y pancartas para decir “no” a la reforma educativa.

“El objetivo es dar visibilidad a nuestro rechazo. Sin pretender entorpecer o bloquear el tráfico hemos echado mano del transporte escolar vestido con lazos naranjas para mostrar nuestro rechazo a lo que se ha aprobado hoy en el Congreso de los Diputados”, aseguró el portavoz de la Mesa, Vicente Morro. Al acto se sumaron centros educativos, familias y sindicatos para mostrar su rechazo “a una Ley que atenta contra las libertades educativas e impone un sistema estatista en la educación”, sentenció Morro.

Por su parte Vicenta Rodríguez, secretaria autonómica de Escuelas Católicas, instó a la comunidad educativa a “no perder la esperanza de que en la segunda vuelta el Gobierno reflexione, escuche la voz de la sociedad y se puedan introducir mejoras”. Y aseguró que “la defensa de las libertades no admite ni tregua ni pausa. Seguiremos defendiendo la libertad de enseñanza y la libertad y elección de centro por parte de los padres”.

El secretario general de la Federación de Enseñanza del sindicato USO CV, Eduardo Hervás, aseguró, por su parte, que “el Gobierno rompe puentes, alienta el enfrentamiento y dificulta un futuro pacto”. También señaló que “no han escuchado en ningún momento a nadie en absoluto” y por tanto “se aparca la convivencia entre los diferentes modelos educativos e impone el modelo de escuela pública y única, eliminando la libertad de elegir”, explicó.

Por su parte, los centros educativos que se sumaron el pasado miércoles 11 de noviembre a la movilización con la colocación de lazos naranjas y pancartas los seguirán manteniendo en sus ventanas y fachadas como gesto a favor de una educación plural y libre.

De igual manera, la Mesa por la Educación en Libertad sigue apoyando las diferentes iniciativas que se están realizando a través de la Plataforma de Concertados y su campaña ‘Más libres, más plurales, más iguales’.