Nuestro Arzobispo ha sido objeto en la última semana de críticas, muchas sencillamente brutales, en prensa, radio, televisión y redes sociales, por su respuesta a un participante en un prestigioso foro público al que fue invitado a un desayuno informativo.
Reproducimos textualmente pregunta y respuesta:
-Don Antonio, que le parece lo que se está haciendo verdaderamente por los refugiados sirios en Valencia y en España?¿Más gestos y propaganda que otra cosa?
-A veces puede parecer que haya más gestos y propaganda pero también tengo que decir que hay mucha realidad viva que se está llevando a cabo de manera prudente, hay que decir de manera prudente porque ¿qué nos está pasando en Europa? Hay que ser muy lúcidos. Esta invasión de emigrantes o de refugiados ¿es todo trigo limpio o viene con mucha mezcla? Viene con mucha mezcla. Y en todo caso dentro de unos años ¿dónde quedará Europa, con esa mezcla con la que viene ahora? No se puede jugar. No se puede jugar con la historia, no se puede jugar con la identidad de los pueblos. Después también, hay que ser lúcidos y ver quien está detrás de todo esto.¿Viene simplemente por que son perseguidos? Muy pocos son perseguidos, muy pocos. Aquí hay personas que me podrían dar la razón en esto. Vienen muy pocos perseguidos. Nosotros hemos dado pisos a perseguidos cristianos y estamos en ello. Y daremos más y están a disposición así lo hemos manifestado a todas las autoridades con las que colaboro enteramente, pero seamos también lúcidos. No dejemos pasar todo, porque hoy puede ser algo que queda muy bien pero que realmente es el caballo de troya dentro de las sociedades europeas y en concreto la española.
Para algunos serán, o no, discutibles sus palabras, aunque no hayan estado sometidas a la censura de lo políticamente correcto; para otros, eran merecedoras, o no, de pedir perdón como ha hecho el Cardenal, por la manipulación zafia que se ha hecho de ellas.
Pero lo cierto es que a raíz de estas palabras, don Antonio, ha sido víctima de tan desmesurada cantidad de descalificativos, insultos y burlas blasfemas, incluso del alcalde de Valencia – a pesar de las aclaraciones que hizo monseñor Esteban Escudero-, que obligan a plantearnos algunas preguntas.
¿Por qué ese ensañamiento, fuera de toda lógica? ¿Por qué ese aprovechar la ocasión para emprender esta “caza al hombre”? ¿Acaso es porque molesta también por la defensa permanente y hasta las últimas consecuencias que hace el Cardenal del ser humano y de la centralidad de Dios, frente a la cultura dominante que quiere arrinconarlo? ¿Es por su continua defensa del derecho a la vida del no nacido? ¿Es porque está con uñas y dientes con los padres de familia defendiendo el derecho a elegir la educación que quieren para sus hijos? ¿Es porque no se calla Don Antonio ante quienes quieren romper la unidad de España y ha cometido la descabellada osadía de organizar una vigilia de oración en la Catedral –que se llenó de fieles-, para orar por España y su unidad, que es también un bien moral? ¿O es porque el 9 d´Octubre ha abierto la Catedral –y ha vuelto a abarrotarse- para que el pueblo valenciano entre y de gracias a Dios por la recuperación de sus raíces cristianas, a pesar de la prohibición del alcalde de que entrara la Senyera?
Así podríamos seguir con muchas preguntas más. Quizás en la suma de todas ellas esté la respuesta al porqué de ese delirio calumniador de estos días, que ha alcanzado el culmen en esta viñeta que adjuntamos, en el diario Levante-EMV: Don Antonio burlándose de quien parece ser el niño sirio ahogado, Aylan, cuya imagen conmocionó el corazón de todo el mundo. ¿Cabe una infamia más repugnante?
Pues aún así, y quizás por ello aún más, el mismo Cardenal ya les ha perdonado, nos pide que les perdonemos y además nos alienta a seguir haciéndolo con quienes así actúan.