En el Puente del Real, en el mismo lugar que el 12 de mayo de 1923 la Virgen de los Desamparados fue coronada por el cardenal Enrique Reig declarándola “reina de los cielos y de la tierra”, los valencianos han conmemorado el centenario de tan extraordinario acontecimiento.

Una multitud acudió al acto central del Centenario, que tuvo lugar en el Puente del Real, de Valencia

❐ BELÉN NAVA | 19.05.2023

En las crónicas de la época recogidas en los diarios más importantes de aquel momento, la imagen de la Virgen llegada al Puente del Real mientras sonaba la Marcha Real; posteriormente era interpretada la Marcha de la Ciudad y se escuchaba el estruendo de las salves de artillería disparadas por los honores reales a la Virgen de los Desamparados al ser capitana del ejército.

Ha pasado un siglo y el fervor con el que entonces los valencianos acogieron la llegada de la Mare de Déu no ha decaído. Más de 50.000 personas se dieron cita en la bajada del puente del Real y las plazas del Temple y Tetuán. Querían ver de cerca a su Madre, la madre de todos los valencianos y a la que le pedimos amparo cuando más la necesitamos. El tañido de las campanas de las parroquias del centro de la ciudad anunciaban la jornada festiva que los valencianos estaban viviendo.

Porque como destacó el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, “a lo largo de estos cien años han cambiado muchas cosas en nuestra sociedad. Casi podríamos atrevernos a decir que nada es como antes y que seguramente nuestros antepasados no hubieran imaginado un mundo, una sociedad y una Iglesia como la de ahora. Pero con todo y eso, una cosa permanece casi inalterable: la Mare de Déu es un signo que sentimos presente en cada uno de nosotros y que nos une a todos. En medio de tantos cambios, la Mare de Déu permanece como vínculo de unión entre todos los valencianos”.

Una hora después de haber salido de la Catedral, y a hombros de los Seguidores de la Virgen, la talla original llegó al Puente del Real, recibida entre vítores y loas. Los rostros reflejaban el amor del hijo por su madre. Primeras lágrimas y primeros sensaciones de ser conscientes que estaban viviendo algo único, un acontecimiento histórico. 

La comitiva que acompañaba a la Virgen de los Desamparados comenzó a repartirse por las zonas libres que se habían dispuesto para los invitados, entre los que se encontraban numerosas autoridades políticas, civiles, militares y eclesiásticas, entre ellos, el cardenal y arzobispo emérito Antonio Cañizares -al que el Arzobispo agradeció en diversas ocasiones el impulso inicial a la celebración-, el rector de la Basilica, Melchor Seguí y el vicerrector Álvaro Almenar, la Camarera de la Virgen, Mª Dolores Alfonso y el Clavario de la Archicofradía de la Virgen, Manuel López Pellicer; el Obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, el valenciano Obispo de Lleida, Salvador Giménez y los auxiliares eméritos Javier Salinas, Esteban Escudero, Joan Piris, Jesús Catalá, Jesús Murgui, Manuel Ureña y Juan Antonio Reig Plá así como el valenciano José Antonio Teixeira, Consejero de la Nunciatura Apostólica en Kenia, que acaba de ser nombrado Consejero de la Nunciatura Apostólica en Portugal; Mons. George Koovakad, Coordinador de los Viajes del Santo Padre y el Arzobispo George Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario para la Basílica de Santa Maria la Mayor en Roma.

La Patrona de los valencianos fue colocada -no sin gran esfuerzo y pericia por parte de los Seguidores- sobre el escenario. Comenzaba, entonces, el acto en sí de conmemoración del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados. Un hecho que comenzó el 15 de octubre de 1921, fecha en la que el Papa Benedicto XV concedió el privilegio para la coronación de la Mare de Déu dels Desamparats como Patrona de Valencia.

Estreno del Himno del Centenario

Entre los momentos emotivos que se vivieron en el Pla del Reial estuvo el de la interpretación del Himno del Centenario de la Coronación de la Virgen. 200 voces y 55 músicos ejecutaron la obra del compositor valenciano Salvador Chuliá, junto a la letra escrita por el sacerdote Josep Martínez Rondan. El Orfeó Valencià, la Escolanía de la Virgen de los Desamparados y la Coral Catedralicia, junto a la soprano Tanya Durán y el tenor Mario Corberán, dirigidos por Luis Garrido, acompañados por la interpretación musical de la orquesta sinfónica “Sinfonietta Valenciana”, emocionaron a los fieles allí presentes.

Los aplausos y los vítores a la Virgen volvieron a hacerse presente, al igual que en la interpretación de la obras ‘Valencia canta’ de José Serrano y el ‘Himno de la Coronación de la Virgen de los Desamparados’ que compuso Lluis Romeu en 1923 y cuyo estreno tuvo lugar en el mismo acto de Coronación, en el Puente del Real.

Entrega de la Corona de Caridad

El rector de la Basílica de los Desamparados, Juan Melchor Seguí, inició sus palabras dirigiéndose a los presentes como lo hubiera hecho san Vicente Ferrer: “Bona gent” y recitando unos versos del himno de la coronación que se interpretó hace justo100 años en ese mismo lugar, en el Puente del Real y que, como indicó, son resumen “dels sentiments dels valencians de aquell temps i d’ara, al contemplar la sagrada imatge de la Mare de Déu coronada com a Reina i Senyora del cel i de la terra”.

Hace cien año, el pueblo valenciano que “va mostrar el seu amor a María oferint-li una corona de metalls nobles i pedres precioses”. “Si la Verge dels Desamparats havia sigut fins a aqueix moment la gran Mare de València, a partir de la seua coronació es va convertir també en la seua Reina”, añadió.

El rector subrayó cómo la motivación caritativa con la que se inició la cofradía, sigue plenamente vigente después de 600 años. Y se refirió a que en la actualidad la archicofradía es patrona de la Fundación Maides  para la atención e inserción en la sociedad de discapacitados psíquicos; de Provida Valencia para la lactancia de bebés y otras necesidades de madres sin recursos; así como de Villa Teresita, que ayuda a las mujeres abusadas y excluidas socialmente, trabajando por su reinserción. Lo que provocó los aplausos de reconocimiento de los presentes.

“Dicen las crónicas que hace 100 años fueron más de 2.000 las familias y particulares que donaron joyas para confeccionar la corona de la Virgen, junto con otros miles que donaron dinero”, manifestó. Y con fuerza aseguró que “son muchos más los que han colaborado en esta ocasión para confeccionar la corona del centenario: una corona de caridad tejida por el amor fraterno de sus hijos a favor de otros hijos, sus predilectos, los excluidos, los desfavorecidos, los desamparados”, manifestación que volvió a levantar aplausos.

El rector concluyó señalando que “hoy le ofrecemos a María esta corona del centenario, pero la caridad debe continuar, debe seguir creciendo”.

Tota València ha fet esta celebració

Tras las palabras del rector de la Basílica, el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent destacó que “es homenaje de Valencia, de la Comunitat Valenciana, de todos los pueblos de nuestra provincia, representados aquí por sus autoridades, civiles y militares, representación de los colectivos festeros, que han querido hacerse presentes”, como el President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; el President de Les Corts, Enric Morera; la Delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; el Alcalde de Valencia, Joan Ribó, el Presidente de la Diputación, Toni Gaspar; la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo; y el Teniente General Jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, Fernando García-Vaquero. 

El Arzobispo de Valencia rcordó que “la Mare de Déu está entre nosotros y el amor que le tenemos los valencianos no ha muerto como tampoco ha muerto su amor por nosotros. Revivimos después de estos cien años, un homenaje de ´pur y ver amor´. Tota València ha fet d’aquesta celebració una gran signe d’amor, cada gest de generositat i talent posat al servei dels altres, cada pregària i preocupació, tants esforços de tantes persones i institucions que han fet d’aquest Centenari i d’aquest dia un gran dia d’amor a la Mare de Déu”.

Mons.Benavent afirmó que “hoy, cien años después, en el mismo lugar, la devoció autèntica a la Mare de Déu és la que naix de l’amor més sincer i autèntic, és mirant-la a Ella .Quants han recuperat la fe i la pau en moments de pregària, cridats a reconciliar-se amb els seus germans en descobrir que Maria és mare de tots. Una font que mai s’apagarà perquè una mare no es cansa mai de voler als seus fills”.

El acto finalizó con la interpretación del Himno Regional y el de España y un espectáculo pirotécnico.