Hospitales, residencias de ancianos, colegios, cementerios, parroquias….y muchas calles de la ciudad de Valencia ha recorrido a lo largo de estos días la Virgen de los Desamparados a bordo de su ‘maremóvil’. Un gesto de cariño hacia su pueblo en estos tiempos de pandemia tan necesitados del abrazo reconfortante de una madre, la de todos los valencianos. PARAULA, ha estado con ella y ha sido testigo de excepción de las muestras de cariño hacia la Mare de Déu.
BELÉN NAVA | 18.03.2021
En 1640, el rey Felipe III ordenó que la imagen de la Virgen de los Desamparados fuera sacada en procesión de rogativas cuando “la nación lo necesitara o por grandes tribulaciones y necesidades de la ciudad de Valencia”. Hoy, casi 400 años después, la Mare de Déu recorre las ciudad de Valencia cuando su pueblo tanto la necesita.
A lo largo de tres días, 15, 16 y 17 de marzo, la ‘Maredeueta’ ha realizado diferentes rutas, a bordo su vehículo especial, para pasar ante hospitales, cementerios, colegios o residencias de ancianos y así mostrar su cercanía con los enfermos y todos los afectados por la pandemia del coronavirus. En un acontecimiento que se puede definir como histórico, la Mare de Déu recorrió las calles de la ciudad, sin realizar ningún parada, ante la sorpresa de los viandantes que aplaudían a su paso o la piropeaban con los clásicos “guapa”, “perla del Túria”, “bonica” e incluso “bombón”, el más atrevido de todos. Nadie conocía el recorrido que la imagen peregrina de la patrona de Valencia iba a realizar cada uno de los días, respetando así, todas las medidas de seguridad establecidas y evitando aglomeraciones.
“No sabes la suerte que tienes”
El primer día, lunes, la Mare de Déu realizó un extenso recorrido por los Poblados Marítimos así como Nazaret y La Punta. Previamente, pasó ante los dos estadios de fútbol de la ciudad así como el hospital Quirón y el Clínico para ya dirigirse a los cementerios del Grao y el Cabanyal y recorrer las calles más emblemáticas de la Valencia marinera. La llegada del ‘maremóvil’ a esta zona coincidió con la salida del colegio de muchos niños que observaban fascinados la imagen de la Virgen. Una pequeña, de la mano de su abuela, y con la inocencia de su edad preguntaba insistentemente “pero abuela ¿quién es?”. Su abuela, emocionada y sin apenas contener las lágrimas le respondía: “Es la Mare de Deú, la madre de los valencianos…no sabes la suerte que has tenido pudiéndola ver hoy. Recuerda siempre este momento”, le pedía.
Antes de comenzar la jornada vespertina que llevaría a la Virgen al hospital La Fe y al barrio de Malilla, la ‘Maredeueta’ era agasajada por las Siervas del Hogar de la Madre, a su paso por el monasterio de la Trinidad. Cantos y flores dedicados a la patrona que se dirigía hacia la casa madre de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, donde su paso fue recibido “con mucha emoción” por toda la comunidad religiosa y los ancianos que ellas cuidan.
Llegaba un nuevo día , el segundo que el ‘maremóvil’ recorría la ciudad y la emoción era todavía más palpable. De igual manera que el primer día, y sin hacerse público su itinerario, la Virgen de los Desamparados dedicada la primera parte de la jornada a los enfermos pasando ante las urgencias del antiguo hospital La Fe, el IVO, el hospital Arnau de Vilanova, el Nou d’Octubre y el cementerio del barrio de Campanar.
Ya por la tarde, con una inmensa alegría era recibida la Mare de Déu a su paso por el Cottolengo del Padre Alegre. Desde allí recorrió las calles de los barrios de Orriols y Torrefiel para encaminarse al ‘Centro-Benicalap – Casa Caridad’ y desde allí a la Ciudad del Artista Fallero, Benicalap y Tendetes.
Al cierre de esta edición de PARAULA todavía faltaba una jornada, en la que la Virgen volverá a visitar los barrios del ‘cap i casal’. Una nueva oportunidad para, si nos la encontramos, decirle a la Mare de Déu cuanto la queremos y pedir que nos protega.