SAMUEL MARTOS. ENVIADO ESPECIAL | 28-06-2018
El grupo ante el monumento de la Crucifixión, al finalizar la Via Sacra. (FOTO: S.MARTOS)La peregrinación diocesana a Fátima (Portugal) con motivo del primer centenario de las apariciones marianas, partió el pasado lunes 25 a primera hora en autobuses, encabezada por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
En el monasterio de El Puig, primer santuario mariano de la diócesis de Valencia dedicado a la Virgen de los Ángeles, Nuestra Señora de El Puig, a la que se encomendó el rey Jaime I en la conquista de Valencia en 1238, el Cardenal presidió una oración en la que recordó también que “si hoy tenemos fe en Valencia es gracias a Ella”. Los peregrinos rezaron ante el sepulcro del mercedario Juan Gilabert Jofré, por cuya pronta beatificación rezó también el Arzobispo.
Catedral de Toledo
La peregrinación valenciana continuó su recorrido hasta Toledo, donde tras una misa en la Catedral, el Cardenal rezó el Ángelus frente a la capilla del Descenso, “uno de los lugares marianos por excelencia de nuestro país, que tristemente es poco conocido”, según ha señalado, dado que es el lugar donde se erigía el altar de la antigua catedral visigoda y donde, según la tradición, la Virgen descendió para imponerle la casulla a san Ildefonso.
Durante el rezo del Ángelus el Arzobispo llamó a “no tener ni miedo ni complejos de la devoción a María porque Ella siempre lleva a Jesucristo”.
En la misa que presidió previamente en la capilla de San Pedro de la catedral de Toledo, el cardenal Cañizares destacó igualmente la figura del cardenal Ciriaco María Sancha y Hervás, quien fuera arzobispo de Valencia y cuyos restos reposan en la propia capilla, y de quien resaltó “su fuerte compromiso social”.
“Toledo y Valencia tienen en común que son diócesis profundamente eucarísticas” concluyó, “cómo demuestra la Custodia y el Transparente de la Catedral, obras de arte al servicio de la Eucaristía”.
Tras la comida, la peregrinación partió hacia Fátima, en donde por la noche tuvo lugar el Rosario de antorchas en la explanada de las apariciones.

El camino de los pastores

El martes, los peregrinos pasaron todo el día en Fátima, donde participaron en la Eucaristía, rezaron ante la Virgen y se unieron a los actos programados, como el Rosario.
Por la mañana, los peregrinos recorrieron la Via Sacra, el Via Crucis, por el Caminho dos Pastorinhos, el camino que recorrían los tres pastores, Francisco, Jacinta y Lucía desde su aldea, Aljustrel, hasta Cova de Iria, donde se apareció la Virgen. 
El cardenal Cañizares presidió el rezo del vía crucis, donde los mismos peregrinos fueron leyendo las distintas estaciones. 
A mitad camino, hicieron una pausa en el lugar donde se apareció la Virgen a los niños un día que no pudieron ir a Cova de Iria por estar retenidos por el alcalde local. Se trata de la cuarta aparición de la Virgen. Fue el 19 de agosto de 1917 en Valinhos. El Cardenal pidió detenerse en este lugar para cantar una Salve en honor de la Virgen.  
Allí un grupo de surcoreanos reconoció al Cardenal y le pidieron tomarse una fotografía con él, y que bendijera a los niños de su peregrinación. El Cardenal rezó junto a ellos por toda Corea y quedaron muy agradecidos. 
Posteriormente, la peregrinación acudió a la aldea de los pastorcillos, Aljustrel, donde visitaron la casa donde vivía Lucía, así como la casa de Francisco y Jacinta. En la misma aldea, visitaron el patio donde un ángel se apareció a los niños para prepararles para las apariciones de la Virgen y darles la comunión.
Al cierre de esta edición de PARAULA está previsto que el miércoles 27, la peregrinación valenciana se dirija desde Fátima a Guadalupe (Cáceres), para regresar de nuevo a Valencia para culminar la peregrinación ante la Virgen de los Desamparados, donde el cardenal Cañizares, que viaja acompañado por el obispo auxiliar monseñor Esteban Escudero, consagrará la diócesis al Inmaculado Corazón de María, en una celebración a las 20:30 horas.