REDACCIÓN | 29.04.2021
María tiene 75 años. Su nombre es ficticio, pero su situación es muy real. Lleva un año encerrada en casa, con miedo a salir a la calle, a causa de la pandemia.
Como tantas personas, durante todo este tiempo ha dejado de ir al hospital a pesar de tener patologías crónicas. Hace un tiempo contactó con el hospital La Salud para pedir ayuda. Necesitaba que alguien la orientara y la ayudara a coordinar todas las citas que tenía pendientes en el mínimo tiempo posible.
El ‘Equipo de acogida’ del centro se puso en marcha y le programó todas las citas en dos días. Y no solo eso. Como María vive sola y no tiene a nadie que la pueda acompañar, una persona del hospital se encargó de mandarle un taxi a recogerla y la acompañó durante todo el proceso dándole, no solamente apoyo organizándole las visitas, sino también apoyo emocional.
“Había pasado mucho tiempo sola y tenía muchas dudas y miedos acumulados que requerían una escucha activa y un acompañamiento”, asegura la persona que la guió en este proceso.
Una vez terminadas todas las revisiones, el hospital ha hecho un pequeño seguimiento telefónico de esta paciente para asegurarse de su bienestar.
El caso de María es un ejemplo del servicio que este hospital ha puesto a disposición de los pacientes de forma gratuita. “La mayoría de las veces no se trata de organizarles nada. Estar en un hospital tanto como paciente como familiar, provoca angustia, sobre todo en caso de padecer una patología grave o de estar ingresado en la UCI”, explica María Dolores Mena, la directora del servicio de pastoral del que depende este equipo. “A veces solamente necesitan hablar y ser escuchados; otras, necesitan consuelo y sentirse arropados y acompañados”, añade.
Honestidad y amabilidad
El proyecto ‘Equipo de acogida’ se enmarca dentro de los valores con los que se asocia al hospital La Salud, que son hospitalidad, acogida, honestidad y amabilidad.
“Queríamos que nuestros valores fueran tangibles, que no se quedaran solamente como palabras vacías impresas en nuestros carteles, redes sociales o página web, sino que se trasladaran de verdad a las personas que acuden a nuestro centro”, explica Mª. Dolores Mena.
Otro ejemplo de servicio que este equipo ha prestado a pacientes del hospital fue su actuación durante los meses de confinamiento. En aquellos momentos, varias personas llegaron a trasladarse a los domicilios de los pacientes para llevarles la medicación que necesitaban, ya que no podían salir de sus casas.
El ‘Equipo de acogida’ va identificado caos y, en caso de necesitarlo, se puede preguntar por este servicio en los controles de Enfermería del hospital.
La Salud es una institución sin ánimo de lucro, perteneciente a la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y forma parte de un Proyecto de Hospitalidad y Salud de alcance universal.
Según explica María Dolores Mena, la atención en el hospital está inspirada en el respeto a la libertad, dignidad y derechos de la persona desde una propuesta de humanización de la atención sanitaria. “Por ello nuestro fin es cuidar a las personas con el mayor cuidado, con todo detalle y con todo amor”.
“Lo que pretendemos, más allá de tratar a pacientes -asegura- es responsabilizarnos e implicarnos en mejorar la vida de las personas y valorar y cuidar su dimensión espiritual. Trabajamos para que todas las personas de nuestra institución pongan a la persona en el centro de toda nuestra relación con ella”.