B.N. | 17-10-2019
Hace ahora un año, un grupo de jóvenes ilusionados presentó la candidatura de Alzira para ser sede del Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradias 2019. Previamente, participaron en los encuentros de Palencia y Córdoba y allí pudieron comprobar, de primera mano, cómo sus anfitriones mostraban al resto de jóvenes llegados desde diferentes puntos de la geografía española cómo era su Semana Santa, sus tradiciones, sus particularidades. Aquello les entusiasmó. ¿Por qué no mostrar a esos jóvenes cómo se vive la Semana Santa en Alzira? ¿Por qué no hacerles partícipes de las singularidades propias de la manera de vivir la Pasión en la capital de la Ribera Alta, sus doseles, sus procesiones, sus hermandades y cofradías…?
Con esta idea, que poco a poco se iba configurando en sus mentes, volvieron a sus casas para, finalmente, dar forma a la candidatura que, el pasado año en Santander, se alzaba como ganadora. Lo que parecía una fecha lejana, a un año vista, ya es una realidad inminente. Del 25 al 27 de octubre Alzira se convertirá en capital de la juventud cofrade con más de 400 inscritos, un centenar de voluntarios y jóvenes llegados de todas partes de España.
Será un momento en el que, además de ser anfitriones y mostrar las particularidades de su Semana Santa, incidir en la importancia de la formación cristiana, el fomento de la sensibilidad solidaria, el conocimiento de las tradiciones y cultura cofrade y resaltar la importancia de la creación de espacios para la convivencia y confraternización.
Para ello, se han organizado una serie de actos de los más variados. Desde los litúrgicos hasta los de reflexión pasando por los más lúdicos.
Los jóvenes, a lo largo de estos tres días, tendrán ocasión de compartir experiencias y, también, de conocer la ciudad y disfrutar de los recursos culturales y turísticos que les ofrece. Las actividades se desarrollarán a lo largo de todo el fin de semana en diferentes puntos de la ciudad, entre ellos, algunos espacios públicos como la plaza Mayor que acogerá la ‘Exaltación del tambor y el bombo’, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
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