C.A. | 25.06.2020
Las capillas de Adoración Eucarística Perpetua de la diócesis de Valencia han reanudado en las últimas semanas su actividad, con turnos de adoradores y cumpliendo todas las medidas de seguridad establecidas, tras los meses en los que, debido a la pandemia del coronavirus, tuvieron que permanecer cerradas.
De las seis capillas existentes en la Archidiócesis, cinco –Valencia, Gandia, Catarroja, Agullent y Alcoi- han retomado ya sus turnos de adoración eucarística perpetua, siguiendo, en todas ellas, las medidas como mantener la distancia de seguridad, llevar mascarillas y no superar el aforo establecido, y únicamente una, la de la parroquia San Juan Bautista de Alzira, permanece cerrada.
Desde todas ellas han agradecido la reincorporación de los adoradores pero también han realizado un llamamiento para conseguir más refuerzos, especialmente en los turnos de madrugada, ya que después del confinamiento muchos adoradores no han podido reiniciar sus turnos por ser personas de riesgo u otras razones.
Regreso “con ilusión”
La capilla de Valencia, ubicada desde 2012 en la parroquia de San Martín Obispo y San Antonio Abad, volvió a abrir sus puertas con turnos de adoradores el pasado 1 de junio, cuando Valencia entró en la fase II de la desescalada.
Actualmente cuenta con un equipo de 500 adoradores y su respuesta ante la reapertura “ha sido muy buena, con ilusión, muchos han transmitido que echaban en falta acudir a la adoración”, han destacado desde el equipo de coordinadores. También subrayan que de cara a los meses de verano “necesitaremos refuerzo ya que muchos adoradores seguramente irán a pasar unos días a sus pueblos o segundas residencias”.
Gandia
En el caso de la capilla de Gandia, emplazada en el monasterio de Santa Clara y que el pasado mes de marzo celebró su quinto aniversario, reabrió sus puertas el 31 de mayo, fiesta de Pentecostés y de la Virgen de Gracia, y si las circunstancias sanitarias lo permiten, permanecerá abierta las 24 horas gracias a la colaboración de 300 adoradores, ha indicado su coodinador, Eduardo Mahiques.
Catarroja
También han retomado su actividad las capillas de Catarroja, situada en la parroquia María Madre de la Iglesia, y la de Alcoi, en el monasterio del Santo Sepulcro, ambas inauguradas en 2018.
En la de Catarroja “reiniciamos los turnos el 18 de mayo, con el comienzo de la Fase I y gracias a la colaboración de nuestro equipo de 300 adoradores”, ha señalado la coordinadora Ester Abad, quien ha añadido que “de cara al verano, ya hemos puesto en marcha el dispositivo para saber cuántos adoradores no podrán continuar sus turnos y ellos mismos buscan un sustituto y, cuando no encuentran, avisamos a los que sí están para ver su disponibilidad”.
Igualmente, en Catarroja, además de las medidas ya comentadas, “para evitar el riesgo de contagio por contacto con superficies hemos instalado unos cordones en determinados sitios para impedir el paso y hemos quitado el libro donde están apuntados los turnos”, según la coordinadora.
Alcoi
En la capilla de Alcoi “la adoración eucarística perpetua no se paralizó durante el confinamiento porque las religiosas continuamos realizando los turnos”, han confirmado desde la comunidad del Instituto del Verbo Divino que rige el monasterio del Santo Sepulcro desde enero de 2018.
El 18 de mayo “se volvió a abrir a los fieles y los adoradores, alrededor de 265, retomaron sus turnos”. En este caso, “la mayoría se han reincorporado y en los turnos que no hay adorador buscamos sustituto en la lista de oro, con personas disponibles para casos excepcionales”, han remarcado.
Agullent
También continuó la adoración eucarística durante el estado de alarma en la capilla del Monasterio Belén de la Inmaculada, en Agullent, labor que siguieron desempeñando las religiosas de la comunidad contemplativa que lo rigen, las Hijas de la Sagrada Familia. Desde el inicio de la desescalada volvió a abrirse a los fieles y a los adoradores que realizan sus turnos en la capilla, bendecida por el Arzobispo en septiembre de 2018.
Alzira
Por su parte, la capilla de Alzira, que inició su andadura en la Archidiócesis en 2014, permanece cerrada “por el momento ya que necesitamos refuerzos de adoradores, por eso hacemos un llamamiento para que las personas que quieran unirse lo hagan cuanto antes para cubrir turnos vacantes”, ha explicado Antonio Sánchez, párroco de San Juan Bautista.