L.B. | 12-04-2017
‘Una sola cruz, una esperanza’ es el lema de la próxima jornada pro tierra Santa que se celebrará el próximo día 14. Las colectas de ese día, Viernes Santo, en todas las iglesias de nuestra diócesis y de todo el mundo se destinarán a Tierra Santa, para que allí la Iglesia pueda sobrevivir, gracias a la solidaridad de todos los cristianos, y continúe dando testimonio de fe en la misma tierra en que Jesucristo nació, predicó el Evangelio, murió y resucitó.
Esta colecta es esencial para la vida de la Custodia franciscana de Tierra Santa. Con ella se cubre aproximadamente el 75% de su presupuesto anual que se destina tanto a custodiar y conservar los santuarios y templos de los Santos Lugares, como a la labor pastoral, social y asistencial que los franciscanos desarrollan en favor de los cristianos que allí viven.
Pastoral y asistencial
En la actualidad, casi trescientos franciscanos de cuarenta naciones diferentes desarrollan su labor cotidiana en la Custodia de Tierra Santa, donde atienden a una pequeña comunidad cristiana de 175.000 habitantes. Allí, junto con 150 religiosas de varias órdenes, ejercen la pastoral en veintitrés parroquias y unas ochenta iglesias; dirigen catorce escuelas con diez mil alumnos y cuatrocientos profesores, así como diversas oficinas con 250 puestos de trabajo, cinco hospederías (las ‘Casas Nova’) con medio millar de plazas para peregrinos, internados para huérfanos y residencias de ancianos.
Además, ayudan a las familias dándoles vivienda o pagando los alquileres, a la juventud universitaria con becas de estudio, y a los niños con guarderías y centros de día. A la vez, afrontan el problema ocupacional con la creación de talleres y centros de formación.
Igualmente, desarrollan actividades médico-asistenciales para los más desfavorecidos, en hospitales, centros médicos, dispensarios y ambulatorios.
La Custodia de Tierra Santa promueve, además, la acción científica, cultural y ecuménica, así como la asistencia espiritual a peregrinos.
Guerra y ruinas
El papa León XIII, en 1887, instituyó la Jornada de oración y ayuda en favor de la Custodia de los Santos Lugares y de la Iglesia presente en el país de Jesús. Se trataba de mostrar, cada Viernes Santo, la comunión de las Iglesias de todo el mundo con la Iglesia de Jerusalén y de Tierra Santa.
“Cuando todo alrededor es violencia, guerra, ruinas y éxodo es difícil permanecer en pie, seguir viviendo y mantener la esperanza”, señalan desde la Custodia de Tierra Santa. Ante esas difíciles situaciones, “nuestros hermanos de Tierra Santa esperan y necesitan de nuestra caridad generosa y solidaria”, añaden. Y explican que “la Iglesia es misionera, quiere estar cercana a todos los hombres, para suscitar, animar y celebrar la fe salvadora, acompañando a todos los hombres”, pero especialmente “a las naciones mártires, para sostenerlas y alimentar la esperanza que no defrauda”.
Desde hace varios años, Valencia es la segunda diócesis española que más aporta en la colecta del Viernes Santo, por detrás de Madrid, según datos facilitados por la Comisaría de Tierra Santa de los Franciscanos, custodios de los Santos Lugares desde 1342.
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