M.J. FRAILE 11-05-2016
‘Ningún niño sin leche’. Ésta es la campaña que la asociación valenciana para la defensa de la vida Provida se ha visto obligada a lanzar con urgencia ante la ausencia total de subvenciones públicas. Su presidenta María José Torres detalla a PARAULA la situación.
– María José, ¿es la primera vez que les ocurre esta situación?
– Desgraciadamente no es la primera vez que esto ocurre, el año pasado ya tuvimos que hacer un llamamiento porque las subvenciones había descendido enormemente, pero este año la situación es mucho más complicada, ya que no se han convocado ayudas ni de la Generalitat ni del Ayuntamiento, esto unido a que la situación económica de muchas familia se ha visto degradada y cada vez son más las mujeres que recurren a nosotros en busca de ayudas, y lo que es más curioso es que no son remitidas por los servicios sociales de las instituciones que nos suprime las ayudas.
– El año pasado, en Valencia, ayudaron a 771 mujeres, más de la mitad española, y a 308 recién nacidos. En varias ocasiones usted ha comentado que “si no se ayuda a las madres cómo les vamos a pedir que traigan los niños al mundo”. ¿Cuántos niños y madres embarazas se están viendo afectados por esta situación actual de falta de fondos en Valencia?
.- En nuestra asociación en este momento tenemos una lista de espera de 50 mujeres, pero lo mas grave es que si no convocan las ayudas nos vamos a ver obligados a recortar ayudas.¿ Me puedes decir cómo se le explica a una madre que no puedes dar mas leche para su bebe porque se ha agotado? Te aseguro que se nos parte el alma. Lo que no es justo es que en nuestra sociedad, en nuestra Valencia, haya bebes que carezcan de lo más elemental. Te aseguro que estas madres son heroicas, la vida les ha privado de mucho y ahora queremos que renuncien al sentimiento más profundo en toda mujer que es la maternidad. Una sociedad que no proteja a los más débiles no es una sociedad justa.
– El trabajo que se realiza en Provida procede, al 90%, de los voluntarios y de los socios. De los donativos que recibe la asociación, ¿qué es lo que se lleva más parte de los fondos?
– Te agradezco que menciones al voluntariado porque ellos son los auténticos artífices de que Provida siga en pie. Si exceptuamos los gastos mínimos de mantenimiento del local, que nos es cedido gratuitamente, el resto de los ingresos, por cuotas de los socios, va íntegramente a la compra de leche maternizadas, papillas y potitos. Solamente en leche se gastan 3.000 euros al mes. Cada niño necesita 4 botes de leche mensuales y como mínimo dos cajas de papilla. En este punto tengo que agradecer a los colegios, que colaboran con nosotros, la realización de campañas de recogida de alimentos y a Mercadona que nos permite que nuestros voluntarios realicen campañas de recogida de alimentos infantiles a las puertas de sus establecimientos, les llamamos ‘Operaciones potito’.
– En estos dos años como presidenta de Provida ¿qué es lo que más duro que le ha tocado vivir?
– Llevo dos años como presidenta pero muchos trabajando en Provida y en la Casa Cuna Santa Isabel. Lo más duro es lo que te he comentado antes, tener que decir a una madre que no la podemos atender porque el cupo no da más de sí. He visto muchas veces a las voluntarias sacar dinero de su bolso para pagar una leche especial o ayudar a una mujer a pagar la luz. Pero aún sí, trabajar en Provida es muy gratificante siempre recibimos más que damos, y no es un tópico. Cada Vida (la enfatiza con mayúscula) que sale adelanta es un regalo para nosotros.
– Llevamos 6 meses desde que se aprobara la modificación de la ley del aborto. Finalmente, tras manifestaciones y otras campañas se consiguió que al menos las menores de 16 y 17 años que quieran abortar cuenten con el consentimiento paterno. Pero en definitiva, ¿la ley es la misma? ¿ha mejorado algo en la protección de la vida del no nacido?
– Lo único que se modificó fue el aspecto del consentimiento paterno en el caso de adolescentes, cosa que era una atrocidad, por lo demás de la ley no se ha tocado ni un ápice. Se siguen masacrando miles de vidas humanas de los no nacidos y de sus madres. Si no cambian las leyes tendremos que cambiar la mentalidad de la sociedad para que volvamos ver en un embarazo el milagro de la vida, la alegría de la venida de un nuevo ser y no un problema. Hay que ayudar a las mujeres para que puedan llevar a cabo su maternidad y no abocarlas a un aborto que no v a mejorar su situación si no a empeorarla. Cada vida es única e irrepetible. Hoy mismo ha surgido la noticia de que por segundo año consecutivo el indice de natalidad es inferior al de defunciones, esto quiere decir que la pirámide se ha invertido, como no lo remediemos vamos a ser un país sin jóvenes. Desgraciadamente la situación de protección a la maternidad no ha mejorado, es más en muchas comunidades autónomas se han derogado las ILP de protección a la maternidad que con tanto esfuerzo se llevaron a cabo, y no olvidemos que estas leyes se hicieron con iniciativas populares recogidas de firmas.
– Vivimos tiempos de desesperanza y mucho cambio. Por primera vez en la historia de la democracia en España se repetirán las elecciones generales. ¿Cómo afecta esta incertidumbre social al trabajo a favor de la defensa de la vida?
– No estoy de acuerdo en que sean tiempos de desesperanza, son tiempos de lucha y de trabajo duro. La sociedad civil tiene que salir de su letargo y empezar a luchar por aquellas causas justas que merecen todo nuestro esfuerzo. Tenemos que empezar a darnos cuentas que los votos son nuestros, cada uno tenemos el nuestro, y si los políticos quieren nuestro voto se lo tienen que ganar. Esto implica comprometerse con su electorado y no olvidar las promesas que se le hacen porque el elector no las olvida. Por lo demás nosotros vamos a seguir luchando por lo que creemos que la Vida es sagrada y que nadie tiene el derecho de acabar con la Vida de otro., para eso intentaremos facilitar a las madres que puedan tener y criar a sus hijos con la dignidad que se merecen.
– Se estima que más del 90% de los embarazos de embriones con síndrome de Down en España acaba en un aborto provocado. Recientemente se ha presentado en Valencia de la fundación Jérôme Lejeune que busca preservar y trabajar en la cura y mejora de la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad. ¿Qué supondrá para nuestra ciudad contar con esta nueva fundación?
– La verdad es que la figura del profesor Lejeune es desconocida para mucha gente y es una pena porque es un ejemplo inestimable de lucha en favor de la vida y llevar su ética personal a toda su labor científica. La fundación tiene su sede en París y filiales en algunos países, como es el caso de España cuya sede está en Madrid. Las asociaciones que defendemos la Vida en Valencia tenemos conexión continua con ellos. Esperemos que cuaje en proyectos de investigación con alguna de nuestras universidades. Por el vinculo que me une a la UCV, de la que he sido profesora, me encantaría que fuera en ella donde se pudiera desarrollar uno de estos proyectos. La vida es que estos niños y sus familias se merecen todo nuestro apoyo y reconocimiento.