Nando Sahuquillo | 19-01-2012

Miles de vecinos participaron en las fiestas en honor a San Antonio Abad en Turís. (Foto: Enrique Mora).


Más de un centenar de localidades de la diócesis de Valencia conmemoran desde esta semana la festividad de San Antonio Abad, con la celebración de misas, procesiones y la tradicional bendición de animales.
En la ciudad de Valencia, el pasado martes, tras la misa en honor al santo, los animales desfilaron por la calle Sagunto para ser bendecidos, convirtiendo los alrededores del templo de San Antonio Abad, en palabras del párroco, Javier Sevilla, en un “arca de Noé”.
La bendición de animales es una tradición centenaria que ha sufrido una fuerte evolución. Según explicó a PARAULA el párroco, dado que a San Antonio la tentación se le presentó en el desierto forma de animal, la iconografía cristiana lo representa con un cerdo a sus pies, por eso en valenciano es conocido como Sant Antoni del Porquet. Con el tiempo, el pueblo lo tomó como protector de los animales.
Las primeras bendiciones tuvieron un sentido utilitarista en momentos en que los animales, sobre todo en el campo, eran fundamentales para el trabajo y su muerte resultaba fatal para las familias.
Con el tiempo, con los animales convertidos en mascotas, las bendiciones son señal de agradecimiento a Dios por la compañía y el amor que transmiten, “sobre todo a personas mayores”. Ahora bien, en cuanto a la relación del hombre con los animales, el párroco también hace notar que en ocasiones se puede llegar a caer en comportamientos de un apego  excesivo a ellos.
Según Sevilla, la responsabilidad del hombre sobre la Creación es clara. “El hombre domina la Tierra, pero tiene que cuidarla”. Y sobre la relación con el Creador, la diferencia es esencial: “El único que está hecho a imagen de Dios es el hombre y lo sabe, no los animales”.
La fiesta en Benigànim
Por otra parte,  Benigànim adelantó la fiesta al pasado fin de semana. La ermita que está a las afueras de la población acogió la celebración, presidida por el párroco, Felipe Sada, y acompañada por los cantos de la coral vicenciana, informa el corresponsal Rafael Gallego.