FOTO: F.PERONA

CARLOS ALBIACH| 23.11.23

Numerosos fieles acudieron el pasado sábado 18 de noviembre a la clausura del Proceso Diocesano de Beatificación y Canonización del sacerdote valenciano José Soto Chuliá, que fue presidido por el arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent, en la Catedral de Valencia. Ahora, la documentación que reúne toda la información testimonial y documental sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad del Siervo de Dios pasará a estudio por la Santa Sede.

En la clausura del proceso, como ocurrió en la apertura en 2010 participaron numerosas personas llegadas desde diferentes lugares de España y vinculadas a este sacerdote valenciano y a sus obras apostólicas: Obra de Santa Teresa, Obra de San Juan de Ávila y Fraternidad Sacerdotal San Juan de Ávila. De hecho, estas obras están presentes tanto en España como en diferentes países de Hispanoamérica y Europa.

Durante el acto el arzobispo de Valencia destacó que toda la documentación obtenida “atestigua que esa base de santidad tiene una base y un fundamento”. Asimismo destacó que era un día de acción de gracias tanto para la diócesis de Valencia, donde nació, se formó como sacerdote y a cuyo clero diocesano pertenecía, como para su familia espiritual y para toda la Iglesia universal.

El Arzobispo destacó el carisma del Siervo de Dios, “el deseo de santidad y la vocación al apostolado, aspectos que deben ir unidos y que todos los bautizamos debemos integrar armónicamente en nuestras vidas”. “Vuestra espiritualidad es un camino de santidad”, afirmó dirigiéndose a sus hijos espirituales.

Por último, el Arzobispo resaltó que el proceso pase a la Santa Sede “es importante”: “cuando alguien es modelo de santidad no solo es para un grupo sino que adquiere una dimensión universal, que va más allá de las obras fundadas por él, es un mensaje inspirador no solo para una familia espiritual sino que lo es para toda la Iglesia. Es un modelo para todos los cristianos”.

En el acto también estuvo presente el postulador de la causa, Jaime Pons, que destacó que durante estos años de investigación ha salido a la luz “una historia admirable de amor y fidelidad, una vivencia heroica de todas las virtudes humanas y cristianas”. Por su parte, el director general de la Fraternidad Sacerdotal San Juan de Ávila, Juan Claudio Valecillo, aseguró que “muchos sacerdotes han encontrado en su testimonio, en sus orientaciones y en sus hijos espirituales una luz y una amistad para vivir su ministerio sacerdotal con plenitud evangélica y en actitud de servicio”.

JOSÉ SOTO CHULIÁ
El Siervo de Dios José Soto Chuliá nació en Valencia el 28 de octubre de 1887 y El 12 de marzo de 1910 recibió la ordenación sacerdotal. Tras ser párroco en la diócesis de Valencia fue director espiritual del Seminario de Málaga y después se dedicó a apostolado sacerdotal en varias diócesis y fundo tres obras apostólicas. Falleció el 23 de agosto de 1975. Su cuerpo reposa en el oratorio de Villa Santa Teresa, en Torrent (Valencia), donde vivió los últimos años.