Todo con amor. Con ese espíritu San Juan Bosco afrontó su vida entregado a los más pequeños, a los niños y jóvenes de Turín. Y con ese espíritu quiso que permanecieran sus obras. Y precisamente una de sus obras llegó a Valencia en 1898, diez años después de su muerte: la casa de los salesianos en la barriada de la calle Sagunto. 125 años después esta casa, con un colegio, una parroquia y una intensa obra social abre un año de celebraciones.

FOTO: A.SAIZ

CARLOS ALBIACH| 6.12.23

El 28 de noviembre de 1898 el beato Felipe Rinaldi, inspector de la España salesiana de entonces, vivió el comienzo de la obra salesiana en el barrio de alrededor de la calle Sagunto de Valencia. Como suele ocurrir en estos casos los comienzos fueros sencillos sin embargo vivió momentos espléndidos desde su origen hasta la década de 1910-1920 gracias al trabajo de salesianos como Guillermo Viñas, director que dejó huella profunda en esta obra. Más tarde, tras la penumbra de la guerra civil, consiguió recuperar su servicio incansable en las décadas 1946-1966, en colaboración con el arzobispo de Valencia, el salesiano Marcelino Olaechea, con un sello pastoral que marcó unas profundas raíces.

125 años después la presencia salesiana San Antonio Abad de Valencia celebrará la apertura de su 125 aniversario con un acto que dará inicio a todo un año de de celebraciones. A lo largo de este año se verá que los salesianos son una realidad educativa, religiosa y social muy comprometida. Concretamente en el barrio de la calle Sagunto llevan adelante un colegio con 1.600 alumnos, una parroquia, un centro juvenil y diversas plataformas sociales.

“125 años de presencia en la calle Sagunto es un hito impresionante, una herencia que merece ser celebrada con orgullo y gratitud, pero también con humildad y sencillez, propias de nuestro carisma”, tal y como indica el director de la presencia salesiana, Santiago Muñoz. Hay que tener en cuenta que durante más de un siglo, la obra salesiana ha sido un referente para muchas personas de la barriada y de la ciudad. “Los valores salesianos de amor, cercanía, servicio a los demás, se han ido arraigando en generaciones de jóvenes para alcanzar su máximo potencial para convertirse en ciudadanos responsables y comprometidos, esto es un testimonio de esta educación integral que ofrece nuestra casa salesiana que no solo pretende unir nuestra mente y llenarla de conocimientos sino llenar el espíritu” añadió el director.

Precisamente el estilo inspirado por Don Bosco es el llamado Sistema Preventivo, una pedagogía basada en la confianza, la cercanía y el protagonismo juvenil. El fundador llamó a sus presencias ‘casas’ pues el espíritu de familia, el acompañamiento del educador desde el cariño, haciendo que los jóvenes se sintieran amados y valorados es la esencia del estilo salesiano. El ambiente de amplia acogida, desde la alegría y con la atención preferente a los necesitados, hacen que sus casas sean lugares “donde se educa evangelizando y evangeliza educando buscando que los jóvenes se comprometan con la transformación social, formando así honrados ciudadanos y buenos cristianos”, explican.

En la actualidad la obra salesiana de San Antonio Abad es muy rica y, como señalan desde la institución, “es muy obra completa, con todos los ambientes pastorales y una serie de propuestas que tienen como finalidad la educación y la evangelización de los jóvenes”. Es el caso del Itinerario de Educación en la Fe, Deporte Educativo, Animación vocacional, o Arte, cuyo fin es para hacer de los niños y jóvenes, en palabras de Don Bosco, “honrados ciudadanos y buenos cristianos”. Una casa que pone especialmente su mirada en atender a los chicos y chicas en situación de mayor vulnerabilidad en todos los ambientes y, sobre todo, en los distintos proyectos sociales. También en la casa se encuentran una serie de Servicios Inspectoriales y las sedes de la Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás y la ONGD Bosco Global.

Concretamente el colegio, donde se lleva a cabo una educación basada en el Evangelio, atiende a 1.600 alumnos gracias a la labor de 105 educadores y casi 80 personas de administración y servicio. Además la Plataforma Social atiende a 300 personas en 11 proyectos distintos gracias a 60 educadores y 20 voluntarios. También el Centro Juvenil Amics, cada sábado, abre las puertas a 518 niños y adolescentes del barrio gracias a la dedicación gratuita de 72 animadores, jóvenes de entre 18 y 25 años. Además la parroquia San Antonio Abad cuenta con la Hermandad que lleva el mismo nombre, famosa en la ciudad por el evento que organiza cada 17 de enero y la Asociación de María Auxiliadora.