Eduardo Martínez | 12-04-2012
En un momento de su homilía en el que se refirió al celo de los presbíteros por su ministerio y a la necesidad de que mantengan vivo ese compromiso, monseñor Carlos Osoro expresó: “Queridos hermanos sacerdotes, permitidme que os diga dónde he visto con claridad la presencia en vuestra vida del celo en el ministerio. Fue este celo en el ministerio lo que os ha movido a involucraros en lo que hemos iniciado en nuestra archidiócesis de Valencia, lo que llamamos el Itinerario Diocesano de Renovación”.
Tras ello explicó, en alusión al IDR, que “esta acción y este camino pertenecen a lo que los últimos papas llaman ‘nueva evangelización’”.
En ese punto, el prelado definió la nueva evangelización como un “volver a experimentar” la fe con “nuevo ardor”, “nuevo método” y “nueva expresión”, que nacen del encuentro con Jesucristo; de dejarnos hacer por la Palabra que escuchamos e interiorizamos y que se hace vida en nuestra vida y damos testimonio de la misma; de vivir en grupo pequeño en el que nos conocemos por nuestro nombre y experimentamos lo que es la Iglesia y nuestra pertenencia a la misma; de celebrar la fe a través de diversas acciones concretas en las que nos unimos a otros”.
Tras ello, reconoció que “nos queda mucho por hacer y es cierto que solamente hemos empezado, pero estoy seguro de que el Señor bendecirá nuestra fidelidad, nuestra entrega y nuestro deseo de que todos los hombres conozcan a Jesucristo”.
Por todo ello, el arzobispo de Valencia manifestó a los presbíteros: “Os agradezco, con toda la sinceridad de mi corazón, que os hayáis involucrado de una manera especial todos los sacerdotes en este proyecto de nueva evangelización que hemos iniciado hace dos años”.
Más adelante, monseñor Osoro, al recordar que este año el IDR se centra en “la realidad de ‘El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros’”, invitó a los sacerdotes a “entrar en las profundidades del ministerio sacerdotal fijando la mirada en el Verbo”