REDACCIÓN | 12-09-2014
En la rueda de prensa.
El arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de Valencia, monseñor Carlos Osoro, indicó en la rueda de prensa posterior al anuncio de su nombramiento, que lo asume “con el miedo de afrontar algo nuevo y grande, que en lo humano te sobrepasa” y con la intención de “hacer cultura de encuentro porque soy de todos y para todos”.
En su intervención, monseñor Osoro agradeció al Papa Francisco “que se fíe de mí y me haya hecho este regalo” y explicó que intentará aportar en Madrid lo que el Pontífice “nos ha dicho que tenemos que aportar a la Iglesia en la exhortación apostólica `Evangelii gaudium´, que es formar parte de una Iglesia que sale de sí misma y que entrega el verdadero documento de identidad del ser humano, que es ser hijo de Dios, y ojalá yo pueda regalar a todos los que me encuentre este documento precioso con mis actos, mis palabras y gestos y con la palabra de Dios”.
“Voy como soy”
Sobre la línea de acción que va a seguir en su nueva diócesis, comentó que “voy como soy, no voy a cambiar, saldré a la calle y diré y haré lo mismo que he hecho en Valencia porque quiero hacer una cultura de encuentro, que es la que vino a hacer nuestro Señor”.
Así, señaló que hará lo que “el Señor le dijo a San Agustín `apacienta a mis ovejas como son, no como tú quieras que sean´, dándoles amor y haciendo posible que descubran que son hermanos” y que este mundo “necesita más fraternidad y no maquillarnos delante de Dios, porque somos como somos”.
“He sido feliz en Valencia”
Respecto al legado que deja en la diócesis valentina, explicó que siempre ha intentado “estar al lado de la gente, ayudar, acompañar, estar con todos, no decir a nadie que `no´ aunque no piense como yo, ser como un amigo que apuesta por ideales que agrandan el corazón y si lo he conseguido, bendito sea Dios”.
De su paso por la diócesis destacó que “han sido años de crecimiento personal” y que en Valencia ha sentido “el tremendo cariño de la gente, de los cristianos, de los sacerdotes, los religiosos, los laicos, en definitiva, de un pueblo que me ha acompañado y se ha sumado a los proyectos realizados, y los ha enriquecido”.
Explicó que “el Carlos Osoro que vino a Valencia, se marcha distinto porque ha sido enriquecido por un pueblo al que nunca podré agradecer lo suficiente lo feliz que he sido con ellos”.
El prelado señaló que se marcha de Valencia “con las sotanas, la ropa y los muchos libros que tengo, para seguir trabajando, estudiando y anunciado el Evangelio, y con muy pocos euros en la cuenta en la que me ingresan los 1.010 euros que cobro cada mes”.
En referencia a los proyectos que ha comenzado en la diócesis de Valencia y que deja sin terminar, monseñor Osoro ha aclarado que, tras el Itinerario Diocesano de Renovación, el nuevo Itinerario Diocesano de Evangelización, previsto para los próximos tres años, “estoy seguro de que se va a realizar porque el cardenal Antonio Cañizares y yo lo hemos comentado y él sabe de estos proyectos porque se los he contado”.