REDACCIÓN | 3-05-2012
La Catedral de Valencia acogió el pasado martes 1 de mayo un funeral por el eterno descanso del cardenal Agustín García-Gasco, en el primer aniversario de su fallecimiento, en el que monseñor Carlos Osoro resaltó del purpurado su “servicio eclesial profundo, amplio y gozoso a esta Iglesia particular de Valencia”, así como la “pasión que siempre tuvo Don Agustín por el anuncio del Evangelio desde el comienzo mismo de su ministerio sacerdotal”.
El Arzobispo de Valencia, recordó el esfuerzo del cardenal García-Gasco, que rigió la archidiócesis de Valencia de 1992 a 2009, “porque todos los hombres pudieran conocer a Jesucristo”, a través de obras “en las que gastó su vida” como el Instituto de Teología a Distancia, la Universidad Católica de Valencia, la articulación de todos los colegios diocesanos en torno a una fundación, o los medios de comunicación social, entre otras realidades.
Monseñor Osoro exhortó que “esa pasión que tuvo Don Agustín por anunciar el Evangelio y que hubiera altavoces para que todos escucharan a Jesucristo, la tengamos también todos nosotros”
Al término de su homilía, el Arzobispo de Valencia recordó cómo el fallecimiento del cardenal se produjo, precisamente, cuando se disponía a concelebrar en la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II en Roma.
“Que la intercesión del beato Juan Pablo II le alcance la plenitud de vida y que la Mare de Déu dels Desamparats, de la que quiso ser un buen hijo Don Agustín, le acompañe de la mano siempre y le dé, también, fuerza para que nos siga ayudando a todos nosotros en el trabajo de seguir anunciando el Evangelio”, concluyó el arzobispo.
Al término de la eucaristía, en la que concelebró el cabildo catedralicio y numerosos sacerdotes, el Arzobispo se dirigió a la capilla de San José donde rezó un responso ante la tumba del Cardenal.
En la misa participaron en los primeros bancos familiares del purpurado fallecido, el rector de la Universidad Católica de Valencia ‘San Vicente Mártir’, José Alfredo Peris, junto con otros responsables y profesores de la institución, así como personal del Arzobispado de Valencia y fieles diocesanos.