L.A./L.B. | 21-11-2013
A sus 47 años, este periodista madrileño metido a cineasta, anda a cien por hora, en su estudio de La Eliana, su ‘cuartel general’. Mucha ilusión ante el estreno (5 de diciembre) de su última película ‘Tierra de María’. Todo un reto después del gran recibimiento a su anterior largometraje, ‘La última cima’. Ante una gran pizarra de plástico, en la que anota los países del mundo donde tiene ya garantizada su distribución, junto a las gestiones que tiene pendientes con obispos de diferentes países, y hasta con el papa Francisco, Juan Manuel Cotelo atiende a PARAULA.
– Como te presentarías a alguien que te desconociera totalmente.
– Simplemente, como un afortunado por haber nacido y por ser deseado, esperado y perdonado por el amor.
Luego podría contar mi curriculum, pero cuando lo oigo pienso: ésta es la gran mentira de tu vida y te la has creído durante mucho tiempo, que eres aquello en lo que has trabajado, Y mi trabajo ha sido muy cambiante. Siempre vinculado a programas de TV, nunca he tenido un puesto fijo. Para mí no ha sido nunca un problema saber que mi contrato duraba 13 semanas y se renovaba por otras 13…
– ¿Y cuando no te renovaban, a qué te dedicabas?
Pues a buscar, sin saberlo, en lo que estoy hoy. No ha sido nada planificado. Ha sido algo que me he encontrado y que he podido rechazar, pero no ha habido una planificación.
Pero ahora, si tengo que ser sincero, diría que yo estudié periodismo para hacer lo que hago hoy. Y si alguien me hubiera dicho que si quería ser esto hubiera dicho que no. Pero ahora veo que sí, que es cierto, que siempre tuve una inquietud inconfesable para mí mismo de que yo quería hablar de Dios. Por eso, he llegado a donde tenía que llegar… ¡Y me ha costado mucho, porque he estado perdiendo el tiempo en otras cosas!
Si Dios me ha dado un talento es para utilizarlo, no para esconderlo. Desde niño me ha gustado salir al escenario y actuar, ya lo hacía en el colegio. Cuando empiezo a pensar la posibilidad de hablar de Dios en mi trabajo, me planteé ¿a quién tienes que gustar? A mí mismo. Pues haz lo que a ti te gustaría ver.
– ¿Por qué ‘Mary’s land’? ¿Por qué en inglés?
– Es una cuestión puramente de mercado. Si haces una película en español y sólo en español te cierras el mercado. Por ejemplo, ‘La última cima’ está distribuida en toda América Latina menos en Brasil, porque está en español. Ahora hemos roto esa barrera. Hemos entrado en Italia y en Hungría, con subtítulos.
– ¿Qué vamos a encontrar en ‘Tierra de María’ y por qué esa pregunta como subtítulo ‘¿y si no fuera un cuento de hadas’?
– Dice más del contenido esa pregunta que el título. Soy muy lento para elegir un título, quizás porque la primera vez me equivoqué con el de mi primera película ‘El sudor de los ruiseñores’. No soy bueno para los títulos. Curiosamente, ‘Tierra de María’ es el primer título que escribí. Luego hemos pasado por otros y todos eran bonitos ‘Mis hijos’, ‘Madre’, ‘Le llaman madre’, ‘Misericordia’…
Cuando ves la película sí encaja el título porque es un viaje por el mundo, por 10 países, donde lo que queda claro es que no hay un rincón del planeta donde puedas huir o evitar el amor de la Virgen.
La película plantea la fe, no desde el punto de vista teórico sino planteándote qué sucede si todo esto es verdad. ‘Y si esto no fuera un cuento de hadas?’ Entonces entrevistamos a gente real, y sin guión, enfermos, prostitutas, gente pobre… que aman a Dios. ¿Cómo pueden amar a Dios si viven en el infierno? Y llegamos al final, a la Eucaristía. No ya si creo en Dios, si existe, sino ¿es verdad que yo puedo tener una intimidad con Dios? Es que esto es muy fuerte.
– ¿Qué hay de ficción y de realidad en la película?
– Aquí tienen un problema los clasificadores de cine, porque hay un momento inicial de ficción bastante largo, pero en otro momento un personaje de ficción salta a la realidad: el investigador, que hace de abogado del diablo, (interpretado por el propio Cotelo) que entrevista a gente real y sin guión, pero entre una entrevista y otra, volvemos a la ficción. Lo que intentamos es mantener la atención del espectador. Y esto, ¿qué es, ficción, realidad…? ¡Pues es una película!
– Interpretas al abogado del diablo… ¿te ves reflejado en él?
– El abogado del diablo es uno que se sabe la teoría: católico practicante, pero educado para no creer en los milagros. Y sí, este personaje, sin haberlo pretendido, es muy autobiográfico. Soy católico, estoy bautizado, pero mi relación con la Iglesia es la misma que tengo con mi equipo de fútbol. Veo los partidos, les aplaudo, les abucheo, pero yo no juego. Y eso es justo lo que buscábamos: un creyente tibio, con dudas por resolver.
– El rodaje y producción ha durado dos años y ha estado lleno de “descubrimientos” de todo tipo, para tí y los va a tener para el espectador.
– Nosotros partimos sin guión. Uno de los descubrimientos culturales que hicimos rodando esta película es que a nadie le extraña encontrar devoción a la Virgen en Europa porque está la tradición (el mismo emblema de la CEE es la corona de la Virgen); tampoco en Latinoamérica… ¡pero que te digan que en la India, van millones de personas a un templo mariano que hay en Velankanni, un país con un porcentaje de católicos tan pequeño…! Dices: es imposible. O que en Egipto, haya devoción a la virgen, en Ruanda…
Y te das cuenta de que, realmente, el papel de la Virgen María es enorme, es tremendamente superior al de cualquiera. Ya no es la devoción que la gente tiene a la Virgen, sino la dedicación de la Virgen por todos nosotros, que no tiene fronteras. No es una cuestión cultural o educativa, porque hemos descubierto sitios o personas donde la Virgen ha actuado sin mediación humana, porque no había ningún apóstol.
Lo que la película provoca en mí y en quienes la ven es el descubrimiento de que esto es más que una devoción, es más fuerte que tú.
– ¿Algún descubrimiento que te haya impactado más?
– No he sido educado para creer en los milagros. Esta frase suena un poco mal pero es realista. Un milagro “bestial”, un milagro “milagroso “es la Eucaristía. Como es algo tan cercano y habitual, ya no le damos ni categoría de milagro. Nuestra mirada se acostumbra al milagro y lo acaba banalizando, trivializando y pierdes la mirada asombrosa ante la Eucaristía.
Piensa por un momento “Crees que Dios ha creado el universo entero? Sí. ¿crees en la presencia de Cristo en la Eucaristía? Sí. ¿Crees en la Virgen inmaculada? Sí. ¿Crees que a mí me habló una voz y me dijo…? No. A ti no te habló una voz, tú bebiste algo”.
Pues ya hay todo un descubrimiento: ¡eres tú quien pone límites a la fe!
En la vida ordinaria, cuanto penetras en lo que puede ser un milagro, mi tendencia es atribuir el mérito y la explicación al hombre. “Se convirtió, claro, porque leyó un libro, porque conoció a un sacerdote…” Le pones el mérito al hombre y a tus propios esfuerzos.
El gran descubrimiento es que Dios no está de vacaciones. No está de espectador en la puerta del cielo a ver quién viene. No es así. Dios actúa y no es extraordinario que Dios salga del ‘escondite’ para reconquistar a sus hijos.
Yo he tenido que romper esa coraza de escuchar testimonios milagrosos y pensar que pasó algo, pero no un milagro.
– Ha hecho un seguimiento de la Virgen a través de 10 países. ¿Hay algún país donde no haya podido hacerlo?
– Sí. Egipto. Por una cuestión de prudencia. Una monja de clausura que vive allí me dijo que me podía poner en contacto con cristianos heroicos que hablarían, pero se jugarían la vida por hacerlo, aunque lo harían. Pensé que mejor no ponerles en riesgo.
– ¿Y cómo se puede encajar afanes tan nobles y espirituales con el de rentabilizar la película y que dé dinero?
– Ésta ha sido una fuente de inquietud durante mucho tiempo. Parte del aprendizaje que hago es cómo tratar con el dinero sin mancharte.
Ojalá pudiera evangelizar sin gastar un céntimo, hacer una película diciendo: `Señor, necesito una cámara, un ordenador´… y que apareciera todo por milagro. Pero nada es así.
Llegas a final de mes con tres empleados que tienen familia, y no sabes cómo darles de comer, no sabes cómo hacerlo. Te metes en la dinámica normal de cualquier productora, tienes un proyecto pero no hay dinero…
El dinero sale de renunciar al beneficio. Lo tenemos claro: no sacamos un duro de esta película. Cobramos nuestro sueldo durante el tiempo que estamos preparando la película, pero el día del estreno, cuando hayamos terminado el trabajo, nos quedamos en paro y sin sueldo. Y ya está. Toca ponerse las pilas para volver a trabajar, otro proyecto.
El problema es que estás compitiendo con empresas multinacionales que pueden poner la película en el mercado pirata a 3 ó 4 euros. Y si estos lo hacen… pero claro, ellos venden 4 millones de copias, si de cada una sacan 10 céntimos, les ha compensado.
Si quieres hacer un producto con una calidad mínima -no aspiramos a Hollywood pero sí a una calidad mínima-, cuesta dinero. Fíjate. No la hemos estrenado y ya han salido varias críticas de la película nueva y todas elogian la fotografía. Eso tiene dos componentes, el talento del cámara y el dinero de la cámara. Con la cámara con la que hicimos ‘La última cima’ no hubiéramos hecho esta película jamás. Y todo eso cuesta dinero. ¿Quieres un actor bueno? Pues busca el dinero.
– Y hablemos del cartel. ¿Quién es esa preciosidad de criatura que está sosteniendo el mundo?
– Cuando haces una película, el motor fundamental es intuición, olfato, algo que es frágil porque te puedes equivocar. Y cuando tienes que elegir actor o bien lo eliges porque toda la gente le conoce o tienes que tirar de intuición. Yo nunca había visto la cara de esa mujer.
Es Elena Sánchez, tiene un rostro sencillo. Es una persona agradable, humilde, sencilla. Y si además es guapa… ¡fenomenal! Y trabajar con ella da gusto. La conocí en Radio María. Había estudiado ingeniería informática, pero me dijo que le hubiera gustado ser actriz. Nos volvimos a ver en la JMJ. Me insistió en que quería ser actriz. Y después de varios castings la elegimos.
– Otros protagonistas…
– Carmen Losa es madrileña, dirige una escuela de interpretación. Hace de jefa de la empresa de investigación. Una mujer sin fe que busca y que no tiene miedo a la verdad. De ahí la pregunta inquietante: a ver si esto no va a ser un cuento de hadas y, por tanto, tengo algo que cambiar.
– ¿A qué público va dirigida?
– Es más fácil llegar al ignorante total en la fe, que no sabe nada, porque tiene 25 años, ni padres, ni colegio ni universidad que le hayan educado en la fe, y que vive en la cultura de los medios, las películas, los programas, etc que no están en la fe. Es más fácil sorprender a esa persona diciéndole: “te voy a contar algo muy fuerte: y es que tú, después de morirte te vas a ir a otro sitio. ¿Te interesa que te lo cuente?”
– El preestreno en Valencia, una ciudad bien presente.
– La escena inicial de la película es un spot de Valencia espectacular. La Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Catedral… son imágenes muy bonitas.
– Se va a estrenar en toda España y en el extranjero, por lo que vemos en esta pizarra, en Panamá, Costa Rica, El Salvador, Méjico, Colombia,… Hungría.
– La gente nos ayuda: en Hungría, una conversa; en Guatemala, un panadero; en Chile, un matrimonio sin hijos; en Italia, un profesor de instituto de música; en Miami, un empleado de banca. No sé si son insensatos…, pero se fían de Dios.
– ¿Te aventuras a anticipar a PARAULA alguno de tus proyectos?
– Tenemos muchos proyectos. pero hemos aprendido que todo llega en su momento. El proyecto con el que nació ‘Infinito más uno’ está sin hacer: la serie de los conversos ‘Te puede pasar a ti’. Sólo hemos hecho 3 capítulos con el poquito dinero que sacamos de uno, hacemos otro. El proyecto era en la TV un capítulo cada semana. Sigue adelante pero al ritmo que marque el espectador.
Yo ahora mismo podría escribirte 50 ideas que creo que son buenas, que funcionarían. Por ejemplo: los mártires de España, lo que hacen las teresianas en Guatemala, lo que hace “Ayuda a la Iglesia Necesitada” en Burundi.. donde busques vas a encontrar una buena película, cualquier historia de conversión.
Podríamos hacer una película que hablara solo de la familia con el enfoque de qué le aporta a tu familia tener a Dios dentro…. Por qué casarse por la Iglesia, es otra película. Otro proyecto que tengo es una película que sea una misa, una sola misa. El problema es romper la rutina de la mirada….
Como sólo podemos hacer una película, la decisión de con cuál nos ponemos es difícil, hay que pensarlo muy bien, porque cuando empezamos ya no hay vuelta atrás.
Es como decidir hacer la película sobre la Virgen. Fue una decisión nada improvisada y decidir qué sale y qué no. ¿Va a salir Nazaret, Egipto, Caná? No. No. me interesa lo que hizo la Virgen, me interesa lo que hace hoy. Y hay que ver si puedo encontrar la acción de la Virgen en algún lado o es un cuento de hadas.
Entrevista al venir de catequesis de niños
Juan Manuel Cotelo (Madrid, 1966) nos recibe en su estudio, un piso en L´Eliana a última hora de la tarde. Acaba de dar catequesis a los niños de la parroquia y en casa le esperan su mujer y sus tres hijas. En menos de cien metros cuadrados tiene su ‘sala de operaciones’, con ordenadores por los suelos, en ordenado desorden , sala de reuniones con pizarras de plástico llenas de nombres y lugares del mundo, vinculados a gestiones para sus estrenos. No falta el oratorio. Este periodista, Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, guionista, presentador, fue actor en series de televisión como ‘Compañeros’, ‘Javier ya no vive solo’,’ 7 vidas’, ‘Hospital Central’, ‘El comisario’, ‘Aída’, ‘El internado’, ‘Los Serrano’, ‘Matrimonio con hijos’, ha sido profesor de Guion Cinematográfico y de Dirección de Actores en cinco universidades. Es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España, y de la Academia de TV.
Es fundador y director de la productora audiovisual ‘Infinito más uno’, responsable del largometraje documental ‘La última cima’, de la serie ‘Te puede pasar a ti’, del disco de villancicos ‘A ti, niño’ y, ahora, del largometraje de ficción y realidad ‘Mary’s Land’ (Tierra de María).